Enlaces accesibilidad

Andalucía, el PSOE se asoma al abismo

  • El PSOE ganó las primeras elecciones en Andalucía 1982
  • El apoyo andaluz supone el 25% de los votos del PSOE
  • Chaves venció seis comicios consecutivos
  • Desde 1996, es la primera elección que no coincide con las generales

Por
José Antonio Griñán, durante su investidura como presidente andaluz en 2009
José Antonio Griñán, durante su investidura como presidente andaluz en 2009.

Las primeras elecciones autonómicas en Andalucía en 1982 marcan el comienzo ininterrumpido de los gobiernos socialistas en la región. El que históricamente se ha conocido como granero de votos socialista muestra en los últimos años una caída del apoyo que puede derivar en la pérdida del gobierno de la Junta el próximo 25 de marzosegún las encuestas.

Aún así, el 20 de noviembre, en el peor resultado del PSOE en una elecciones generales, se sigue mostrando que la comunidad andaluza proporciona aproximadamente el 25% de los votos del PSOE - 1.590.844 votos en la región de los 6.973.880 sufragios a nivel nacional-. Esta marca esta por debajo, sin embargo, de los 2.342.277 votos concedidos a José Luis Rodríguez Zapatero en 2008 y de los 2.178.296 que favorecieron la mayoría absoluta de Manuel Chaves en Andalucía ese mismo año.

La comunidad autónoma más poblada del Estado es el último gobierno del PSOE junto al del País Vasco, donde el lehendakari Patxi López gobierna en minoría con el apoyo del Partido Popular. En Euskadi las elecciones se convocarán en 2013. El último Euskobarómetro, elaborado por la Universidad del País Vasco, muestra que el PNV ganaría las elecciones con un posible empate de Amaiur, certificando una fuerte caída de los socialistas vascos.

Las últimas elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo, plasmaron también el retroceso de la opción socialista en dos comunidades que como Andalucía no había conocido más gobiernos salidos de las urnas que los socialistas. La derrota en Castilla-La Mancha, donde el PSOE solo enlaza mayorías absolutas, fue quizá la piedra de toque, y la línea que marcó el cambio de tendencia. Así se lo planteaba la dirección del Partido Popular y puso al frente de la empresa a su número 2 a nivel nacional, María Dolores de Cospedal, que consiguió la mayoría absoluta frete a José María Barreda.

Extremadura fue la segunda gran pieza en caer, al alcanzar un acuerdo el PP con IU para poder gobernar. José Antonio Monago venció por dos escaños al expresidente de la Junta y candidato socialista a la presidencia, Guillermo Fernández Vara. Los tres diputados de Izquierda Unida, que marcan la mayoría, parecían anticipar la reedición de un gobierno socialista, dado que la línea federal de IU había hecho campaña, entre otras premisas, con que no favorecerían un gobierno del Partido Popular.

El retroceso también se evidencia en que el PSOE solo venció en cinco  capitales de provincia en las elecciones autónomicas, y perdió una alcaldía clave como la de Sevilla. Mientras, en las generales del 20 de noviembre,  el PSOE solo venció en las provincias de Barcelona y Sevilla.

Problemas internos en el PSOE-A

El Partido Socialista de Andalucía acude a la cita electoral del 25 de marzo con una gestora al frente de la delegación sevillana, la mayor en toda España. Su exsecretario provincial, José Antonio Viera, dimitió en pleno proceso de elaborar las listas con las que concurrirían a las elecciones autonómicas, y denunció que se confeccionaban sin respetar su autoridad.

Era la última evidencia de la división que se transpira en Andalucía entre las dos corrientes que se confrontaron en el 38 Congreso del PSOE, en el que salió elegido secretario general Alfredo Pérez Rubalcaba, y en las que Carme Chacón parecía aglutinar una mayoría de apoyos en la región, incluso la de su presidente, Griñán. La pugna entre los contendientes fue especialmente evidente en la federación mayoritaria, la andaluza, que según el último CIS es la que perdería más apoyos socialistas.

Precisamente José Antonio Viera, diputado autonómico y exconsejero de Empleo, es destacado por un informe de la Guardia Civil como uno de los cargos que tuvo un "papel destacado" en la causa sobre una presunta trama de concesiones irregulares de Expedientes de Regulación de Empleo, en los que se pudieron defraudar cientos de millones de euros, a favor de personas próximas a los gobiernos socialistas.

José Antonio Griñán ha tratado de cerrar las cicatrices que pueden provocar este caso entre sus votantes y la ciudadanía en general, apuntando que el propio gobierno andaluz es quien ha liderado la acusación. Ha defendido así su gestión como la del anterior presidente, Manuel Chaves, quien le entregó la presidencia de la Junta en 2009. Una brecha entre ambos, ha sido otro de los argumentos que se han destacado para menoscabar el apoyo del propio Grinán en su propia federación.

30 años de gobiernos socialistas

El exvicepresidente del Gobierno Manuel Chaves ha vencido en seis elecciones consecutivas en Andalucía. Desde 1990 hasta 2009, cuando transfirió el poder a Griñán para entrar en el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, estuvo dos legislaturas gobernando con mayoría absolutas: su primera, de 1990 a 1994, y sus dos últimas, de 2004 a 2009.

En medio, trató de gobernar en minoría en 1994, lo que se le hizo imposible por la oposición conjunta de PP y IU. Definitivamente adelantó los comicios al año 1996 y arrancó dos legislaturas de gobierno con el apoyo del partido Partido Andalucista.

A pesar de esta trayectoria, Chaves no fue el líder que aglutinó la mayor marca electoral del PSOE. En 1982, en las primeras elecciones regionales, el presidente preautonónomico de Andalucía, Rafael Escuredo, logró 66 escaños, con 2.872.422 votos. Cuatro años después, el triunfo lo obtuvo su sucesor, José Rodríguez de la Borbolla, con 60 diputados, cinco por encima de la mayoría absoluta.

Rodríguez de la Borbolla fue uno de los integrantes de la corriente andaluza que dio la vuelta al PSOE en la transición bajo el liderazgo de Felipe González y Alfonso Guerra. Junto a ellos, se hizo con la dirección del Partido Socialista en el congreso de 1974, celebrado en Suresnes. Era la 'refundación del partido' con el liderazgo de los socialistas del interior, que dejaban atrás la dirección que se había ejercido durante el franquismo en el exilio.

José Antonio Griñán todavía no estaba en el partido. Se afilió en los años 80 y se codeó con los líderes de la federación más influyente del PSOE, antes de que los socialistas llegasen a la Moncloa en 1982. Griñán siempre ha estado en puestos ejecutivos tanto en Andalucía como el gobierno de España, en el que asumió dos ministerios. Ahora se enfrenta por primera vez a las urnas como candidato, con el objetivo de retener el poder en la comunidad autónoma emblema del socialismo y frenar la dinámica triunfadora del Partido Popular en toda España.