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La prensa económica anglosajona aplaude el órdago de Rajoy sobre el déficit

  • El Financial Times y el Wall Street Journal critican el exceso de disciplina fiscal
  • Apuntan que España necesita medidas en favor del crecimiento

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La prensa económica anglosajona, con el Financial Times y The Wall Street Journal a la cabeza, se posiciona a favor de la decisión del Gobierno de relajar el objetivo de déficit al 5,8%, frente al 4,4% pactado con Bruselas, a raíz del notable empeoramiento de la coyuntura económica.

De este modo, WSJ destaca el desafío de Mariano Rajoy, ante la que tacha de "inquisición presupuestaria" lanzado "cuando la tinta aún no se había secado" en referencia a la reciente firma del nuevo tratado de disciplina fiscal, infringido ahora por España, "pero a la que pronto seguirán otros".

"La decisión de España subraya la brecha entre las aspiraciones de la UE sobre su unión fiscal y la realidad", señala el periódico estadounidense que, ante la presente coyuntura económica y el elevado desempleo, defiende que "España, como el resto de Europa, necesita medidas en favor del crecimiento".

WSJ destaca que España cuenta con "mayor margen de maniobra" que muchos de sus socios al tener uno de los niveles de deuda más bajos entre las economías desarrolladas, aunque subraya la necesidad de que Madrid rebaje los impuestos, reduzca la regulación e incremente los incentivos a la inversión, "digan lo que digan los mandarines de Bruselas, Berlín o París".

Demasiada austeridad ahonda la recesión

Por su parte, Martin Wolf, columnista del Financial Times defiende que el empeño de Alemania en aplicar al resto de Europa "un cilicio fiscal" supone reincidir una y otra vez en errores del pasado, algo que, a su juicio, encaja en la definición de "demencia".

"El tratado refleja la idea de que la crisis se originó por la indisciplina fiscal y que la solución es más disciplina. Algo que esta lejos de ser toda la verdad", dice Wolf, quien advierte de que "la aplicación rigurosa de tal equivocación puede resultar peligrosa".

El artículo recuerda que a pesar de la intervención del BCE, que ha suministrado más de un billón de euros para paliar las tensiones de liquidez en la eurozona y las presiones sobre la deuda de los Estados, "la crisis aún no se ha superado" y en distinta medida varios países vulnerables aún se enfrentan a dificultades.

"¿Habría evitado esta disciplina fiscal la crisis de la eurozona? ¿Sacará ahora de la crisis a los países afectados? La respuesta a ambas cuestiones es: no", señala el autor, quien considera que el nuevo tratado fiscal auspiciado por el eje Berlín-París y del que sólo se han descolgado Londres y Praga genera "profundas dudas legales, políticas y económicas".

Así, Wolf apunta que "las dificultades fiscales de España son una consecuencia de la crisis, no una causa" y recuerda el importante aumento de la deuda privada a partir de 1990, especialmente entre las entidades no financieras, que, junto a los excesos de la construcción residencial "descartan que un acusado descenso en el endeudamiento público sea compensado por el endeudamiento y la inversión del sector privado", por lo que "es más probable una profunda recesión" además de lograr escasos progresos en la reducción del déficit.

"En lugar de forzar a España a una rápida consolidación fiscal, sería mucho más sensato dar al país el tiempo que necesite para que su profunda reforma del mercado laboral haga efecto, lo que requerirá varios años", añade.