Siete de cada 10 vascos reinsertarían a presos de ETA que renuncien a la violencia
- La gran mayoría también apuesta por el acercamiento de presos a Euskadi
- Algo más de la mitad de los vascos cree que el cese de ETA será definitivo
- Ver también: Especial ETA abandona su actividad armada
Cerca de siete de cada diez vascos considera que el Gobierno central debe facilitar la reinserción de los presos de ETA "que renuncien a la violencia" y defiende su acercamiento a las cárceles de Euskadi, mientras que un 66 % rechaza concederles una amnistía. Además, casi seis de cada diez ciudadanos piensan que los reclusos de la banda deben renunciar a la actividad terrorista y denunciarla para poder acceder a beneficios penitenciarios.
Estos datos aparecen recogidos en el 'Sociómetro Vasco' sobre el final del terrorismo, elaborado por el Gobierno autonómico a partir de entrevistas realizadas a 2.254 personas residentes en Euskadi entre el 6 y el 11 de febrero de este año, es decir, cuatro meses después del anuncio del "cese definitivo" del terrorismo por parte de la banda. El estudio ha sido presentado este viernes por el responsable del Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno vasco, Víctor Urrutia.
Uno de los apartados de este trabajo sondea la credibilidad de dicho anuncio, realizado por ETA el 20 de octubre de 2011. Un 52 % de los encuestados piensa que "ETA ha renunciado definitivamente a su actividad armada a día de hoy". Por el contrario, un 36 % cree lo contrario, mientras que doce de cada cien no se manifiesta ni en un sentido ni en otro.
La mayor parte de los encuestados considera que la desaparición definitiva de la banda se producirá en un plazo de uno o dos años (27 %) o en menos de cinco años (23 %). Otro 19 prevé que este paso no se producirá antes de cinco años y un 20 % afirma incluso que "ETA nunca desaparecerá".
En cuanto a las sensaciones sobre el cese del terrorismo anunciado por ETA, un 57 % asegura sentir optimismo, mientras que un 49 % define su estado de ánimo como de "ilusión". Otras sensaciones descritas por los encuestados son confusión (20 %), preocupación (18 %) o percepción de "tiempo perdido" (11 %).
Por otra parte, el 42 % estima que los recelos políticos y las heridas sociales que ha dejado el terrorismo tardarán muchos años en desaparecer, y hasta un 34 % cree que no desaparecerán. Además, un 52 % de los encuestados señala que la libertad para hablar sobre política sigue igual que antes del anuncio de la banda, mientras que cuatro de cada diez dice que ha mejorado.
El reconocimento de las víctimas sigue igual
También se pregunta sobre el reconocimiento a las víctimas de los atentados de ETA. Mientras que un 30 % contesta que este es un tema que ha mejorado desde el anuncio del cese del terrorismo, casi seis de cada diez cree que sigue igual. Porcentajes similares se registran cuando se pregunta por la evolución de la convivencia entre personas con ideologías diferentes o sobre las posibilidades de defender cualquier idea política.
Un 43 % de los encuestados afirma sentirse libre para hablar de política "con todo el mundo", mientras que un 36 sólo lo hace con ciertas personas y casi dos de cada diez no se sienten libres para hablar sobre estos temas "con casi nadie".
En el caso de las relaciones políticas entre Euskadi y el resto del Estado español, y sobre la base de una escala del uno al diez que mediría el grado de normalidad de dichas relaciones, la nota media que arrojan las respuestas de los encuestados es de 5,3 puntos.
El apartado sobre presos de ETA incluye varios epígrafes. En uno de ellos, se pregunta sobre qué piensan los ciudadanos que deberían hacer estos reclusos en el contexto actual. La mitad responde que debieran reconocer el daño causado, mientras que un 34 % considera que tendrían que pedir públicamente la disolución de la banda y un 32, que debieran renunciar o rechazar públicamente el terrorismo. Estos datos no suman cien debido a que se podían dar varias respuestas.
También se sondea a los ciudadanos sobre su opinión sobre las medidas penitenciarias que podría aplicar el Gobierno central respecto a los presos den la banda.
Un 72 % se muestra de acuerdo con que el Ejecutivo facilite la reinserción de los presos "que renuncien a la violencia", mientras que casi un 20 no está de acuerdo con ello.
Casi cuatro de cada diez encuestados está de acuerdo con que no se haga "nada" en este campo hasta que ETA se haya disuelto, una posición que no comparte un 54 %. Por otra parte, un 69 por ciento está de acuerdo a acercar a los reclusos a prisiones de Euskadi, medida que rechaza un 23. En cuanto a la concesión de una amnistía a todos los presos de la organización terrorista, esta opción es apoyada por un 21 %, mientras que la rechaza un 66.
Un 58 % de los ciudadanos encuestados cree que la renuncia a la actividad terrorista y su denuncia son requisitos necesarios para que estos presos puedan acceder a beneficios penitenciarios. Otro 20 cree que esto no es necesario y un 11 % afirma que estos reclusos "no deben tener beneficios penitenciarios".
Víctimas ejemplares
La encuesta recaba la opinión de los vascos sobre la actitud de la sociedad hacia las víctimas del terrorismo. Un 18 % piensa que se ha hecho "muy poco" por los damnificados de ETA, un 39 que se ha hecho algo "aunque no lo suficiente". Un 28 % cree que "se ha hecho lo que se tenía que hacer".
En el caso de la actitud de las propias víctimas de ETA, un 18 % considera que ha sido "ejemplar", ya que "no han promovido el odio". Un 40 estima que han defendido sus derechos "legítimamente" y un 26 % manifiesta que "han querido tener un papel político que no les corresponde".