Emilio Martínez-Lázaro: "Nunca hubiera rodado 'La montaña rusa' sin una coguionista"
- El director rueda un trío con V. Sánchez, A. San Juan y E. Alterio
- "La novedad es que la protagonista es la mujer", asegura el director
"Nunca hubiera rodado La montaña rusa sin una coguionista, ha asegurado Emilio Martínez Lázaro durante la presentación en Madrid. Y es que el veterano realizador afirma que "La película pertenece a una categoría rara del cine español, que es la de la no misoginia".
Le han acompañado los cuatro protagonistas, Verónica Sánchez, Ernesto Alterio, Alberto San Juan y el violinista Ara Malikian (presentador de Pizzicato, en La 2, en su debut como actor de cine) y la coguionista, la directora argentina Daniela Fejerman (Semen, 7 minutos)
Juntos han rodado una película sobre el descubrimiento del sexo por parte de una mujer (Verónica Sánchez) que se enamora de un hombre con el que está bien en todos los aspectos menos el sexual (Alberto Sanjuan) y otro con el que tiene un sexo fabuloso (Ernesto Alterio). Una auténtica montaña rusa, a la que hace referencia el título de la película. Para más Inri los 3 son excompañeros de colegio.
"Tras Las 13 rosas quería rodar una película más relajada y este ha sido el rodaje más fácil de mi vida, porque lo teníamos todo muy ensayado, y las improvisaciones han sido geniales, había mucha química entre los tres actores"
Inspirados en Lubitsch
Daniela confiesa que la gran inspiración de la película ha sido el clásico Una mujer para dos, de Ernst Lubitsch: "Había una escena en que a la protagonista le preguntan sobre dos sombreros (dos hombres en realidad) y ella contesta que se queda con los dos: ”Yo quiero los dos sombreros. Los dos sombreros me favorecen mucho”
"Menos de Lubitsch no nos planteamos", ha bromeado Martínez-Lázaro.
"El conflicto de mi personaje es que lo quiere todo y para eso tiene que alternar con los dos, algo muy complicado", ha asegurado Verónica Sánchez. Ella se había hecho la idea de que el sexo era como una montaña rusa y cómo no lo alcanza nunca decide que se puede vivir sin ello en pareja, y se enamora de Alberto Sanjuan. Pero luego aparece Ernesto Alterio y descubre el sexo de verdad".
No os podemos contar con quién se queda su personaje en la película, si es que se queda con alguien, pero la actriz asegura que: "En la vida real yo me quedaría con los dos".
"Hemos contado la historia de un personaje que ha descubierto su propio deseo de una forma que la provoca complicaciones" comenta Daniela Fejerman.
Dos galanes muy distintos
"Para este trío, he hecho una inversión de papeles y el que parecía idóneo para Ernesto (el de exitoso presentador de televisión poco interesado por el sexo pero muy culto y atento) se lo he dado a Alberto Sanjuan, mientras que el del Clown follador bastante alocado se lo he dado a Ernesto. No es la primera vez que lo hago, en El otro lado de la cama, el papel que iba a ser para Alberto lo hizo Willy Toledo, el de Willy, Ernesto, y el de Ernesto, Alberto. Cuando los actores son buenos, no darles el personaje que parece ideal para ellos enriquece sus interpretaciones".
"Me alegra saber que tengo una imagen pública de titán en la cama", ha respondido Alberto, que en esta ocasión interpreta al hombre perfecto, pero con poca libido.
"Emilio, continúa el actor, me dijo que mi personaje no tiene problemas con el sexo porque, simplemente, no le interesa. No sé si es una actitud normal -ha bromeado- pero con poquito tiene. Hay un mito que dice que los hombres tienen más deseo sexual, pero hablando con mis amigas me he cerciorado de que ellas quieren más sexo que nosotros"
"Esa es tu experiencia -ha bromeado Martínez Lázaro- la mía es otra"
"El personaje de Alberto es un tío fenomenal, como Brad Pitt -asegura el director-. Si ella hubiese sido igual habrían formado la pareja perfecta, pero ella miente".
A Ernesto le toca el personaje de Clown amargado porque a pesar de su talento no ha logrado triunfar en la vida (trabaja como payaso en un sex shop) "Me gustan los dos personajes, ambos son muy complicados, porque transmitir normalidad tampoco es fácil. Mi personaje está resentido con su amigo, porque ha triunfado y él no. Pero bueno, interpretar a un payaso y buen amante también me parecía atractivo"
Un experto en tríos, cuartetos...
No es la primera vez que Martínez-Lázaro aborda el tema de los tríos. De hecho, en su mayor éxito de taquilla, El otro lado de la cama, había todo tipo de relaciones, pero con una diferencia fundamental.
"Hacer farsa es más fácil, pero quería probar a hacer una película mucho más realista, a sabiendas de que iba a tener menos éxito en taquilla. Las relaciones amorosas son el tema más tratado en la ficción desde los griegos, si a eso le añades celos, amistad, deseo... tienes muchos elementos para la comedia".
"La farsa tiene mucha tradición en la cultura española, desde el sainete, las astracanadas, el teatro de Lina Morgan o las películas de Alfredo Landa. Todas con actores geniales pero guiones lamentables. El otro lado de la cama seguía esa línea reconocible, con un guión un poco mejor, pero me gusta más este tipo de humor de La montaña rusa, con el que puedo contar cosas más serias".
"Emilio es como Woody Allen -interrumpe Daniella- siempre hace la misma película pero desde puntos de vista diferentes. Incluso teníamos otro final en el que todo terminaba en la boda de Verónica con Alberto, pero Ernesto la llevaba en coche a la ceremonia y termianban echando un polvo de camino a la iglesia. Pero Emilio quiso más realismo".
Un divertido triángulo amoroso que según el presentador del acto, Enrique González-Macho (Presidente de la Academia de Cine) "No podrá alcanzar la misma recaudación que El otro lado de la cama (doce millones y medio de espectadores) aunque al final acumule los mismos espectadores entre las salas de cine y otros medios", aludiendo a la piratería.