El sur se debate entre Gingrich y Santorum mientras Romney acaricia la victoria definitiva
- El favorito llega con posibilidades a las primarias de Alabama y Misisipí
- Gingrich se juega su supervivencia en la carrera en dos estados propicios
- Santorum, tercero en discordia, espera su caida para quedarse con sus votos
Con un 40% de los delegados necesarios para ser designado candidato del Partido Republicano, Mitt Romney llega por primera vez en muchas semanas a un martes de primarias con menos presión: juega como él dice "un poco fuera de casa", en los estados de Alabama y Misisipí, mientras sus dos inmediatos rivales, Rick Santorum y Newt Gingrich, se pelean por el voto ultraconservador, lo que puede hacer que gane en ambos feudos del "Sur Profundo".
Los últimos sondeos muestran un empate técnico del expresidente de la Cámara de Representantes y el exgobernador de Massachussetts en las dos carreras: en Misisipí, con 40 delegados en juego, Romney gana a Gingrich por dos puntos -34 a 32%- según la CNN, mientras que el instituto PPP le otorga un liderazgo de dos puntos al candidato ultraconservador.
En Alabama, con 50 delegados, la media de sondeos elaborada por el sitio Real Clear Politics da una ligerísima ventaja a Gingrich frente a Romney mientras la encuesta de la CNN le da tres puntos de ventaja.
La clave de este resultado tan apretado en dos estados en los que la imagen del primero es mucho mejor que la del segundo es que el exsenador de Pensilvania, Rick Santorum, cuenta con un porcentaje de apoyo superior al 25%, lo que hace que sean más carreras a tres bandas que a dos y que los votantes conservadores no terminen de decirse entre seguir la tendencia apuntada en los estados vecinos del este de Carolina del Sur y Georgia, que apoyaron a Gingrich, o del oeste, Kansas y Oklahoma, que se inclinaron por Santorum.
"Todo lo que sabemos seguro sobre las primarias del martes es que Ron Paul terminará el último de ellos", ha declarado Dean Debnam, presidente de la empresa de encuestas PPP. "Más allá de eso es probable que cualquier de los candidatos pueda acabar primero o tercero tanto en Alabama como Misisipí", ha añadido.
Así las cosas, Romney ha intensificado su campaña en ambos estados para capitalizar la división del voto ultra, que se considera mayoritario en la zona.
Romney, a sacar partido de la división
"Si me diéseis más apoyo eso me daría más delegados y por cierto tengo dos veces y media más delegados que los demás, por lo que estoy haciéndolo realmente bien", declaraba Romney en una cena-mitin en Mobile, Alabama.
"Necesito más delegados, así que si podéis hacerlo por mi podremos estar seguramente en la candidatura de manera muy rápida", ha declarado.
Una victoria de Romney en Alabama o Misisipí o en los dos estados podría conseguir acortar de forma considerable la carrera, a la que de todas formas muchas figuras del Partido Republicano no le dan mucho tiempo más, quizá unas semanas.
"Matemáticamente todo está prácticamente acabado. Si Romney lo hace bien, si gana en Missisipí, en Alabama y si lo hace en Illionis -la próxima cita tras estos dos estados, el 20 de marzo- pienso que es virtualmente imposible que las primarias sigan más allá de mayo", ha defendido el senador republicano Lindsay Graham a la cadena ABC.
Los recuentos aproximados de los medios de comunicación estadounidenses sitúan a Romney en el entorno de los 450 delegados, a Santorum en el de los 200 y a Gingrich por encima de los 100. La nominación se consigue con 1.144 delegados.
Curiosamente, esa ventaja no se traduce en las encuestas nacionales de apoyo popular. De hecho, la última, realizada por el New York Times y la CBS, le otorga una ventaja de cuatro puntos a Santorum frente a Romney mientras Gingrich se queda en un 13%.
Sin embargo, un 73% de los encuestados da por hecho que el elegido será Romney.
Presión sobre Gingrich
Ante esta situación, la presión de Santorum y su entorno para que Gingrich abandone la carrera se hace cada vez más patente y puede aumentar tras la carrera en Alabama y Misisipí.
Si no logra esas victorias "imperativas", tal y como las ha definido el propio Gingrich, estos estados podrían ser el final de su carrera y el inicio de una candidatura ultraconservadora en torno a Santorum, algo que le convertiría en un candidato aún temible para Romney.
"Si hemos continuado disputando las primarias después de todo esto, vamos a ver muy pronto que los conservadores en esta carrera van a aumentar", ha declarado Santorum a la NBC, donde habló claramente de una posible convención republicana abierta.
"Es un partido conservador...Si se da la oportunidad de una convención abierta, entonces no van a nominar a un gobernador moderado de Massachassetts", ha concluido.