Algunas especies de mamíferos han perdido el sentido dulce del gusto
- Los animales que solo comen carne han dejado de identificar estos sabores
- Un estudio revela que la elección de la dieta es uno de los parámetros clave
- Algunas especies tienen un gen defectuoso que no procesa esta información
Un equipo de científicos del Monell Center (Estados Unidos) ha elaborado un informe en el que aseguran que siete de las 12 especies diferentes de los mamíferos que han analizado han perdido el sentido del gusto de los sabores dulces, según una investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Estas especies, señalan los científicos, solo comen carne, por lo que han perdido la capacidad de reconocer ese sabor, y los resultados demuestran que el gusto por lo dulce se pierde frecuentemente durante la evolución de una dieta especializada en un alimento determinado.
Investigaciones anteriores habían revelado, por ejemplo, que tanto los gatos domésticos como los salvajes son incapaces de percibir compuestos dulces.
En este caso se debe a los defectos de un gen que controla la estructura de receptor del gusto del sabor dulce. Además, los gatos, son carnívoros obligados y solo subsisten a base de carne.
La investigación actual pretendía estudiar si otros carnívoros verdaderos habían perdido el receptor del dulce. Examinaron los genes de 12 especies de mamíferos con distintos hábitos alimenticios y descubrieron que la pérdida de este sabor es un rasgo extendido en otras especies.
Según el autor principal del informe, Gary Beauchamp, "se pensaba que el sabor dulce era casi un rasgo universal en los animales, pero la evolución ha motivado, de forma independiente, su pérdida en diferentes especies".
“La evolución ha motivado, de forma independiente, la pérdida del gusto en diferentes especies“
Los expertos consideran que la integridad del gen receptor está estrechamente relacionada con la dieta de los animales. Por este motivo, los lobos de mar, las hienas, o las focas del Pacífico, entre otras especies, poseen genes defectuosos en los receptores del sabor dulce ya que se alimentan única y exclusivamente de carne.
Sin embargo, estos genes -receptores de dulce- han permanecido intactos en animales como los lobos, las nutrias canadienses o los mapaches, especies carnívoras pero que también comen otro tipo de alimentos, además de carne.
En conjunto, los hallazagos sugieren que la dieta relacionada con la pérdida del sabor dulce ha sucedido en diferentes ocasiones e independientemente durante la evolución, lo que demuestra la importancia del nicho de la dieta, en la estructura y función del sistema sensorial de un animal.
Por otra parte, la investigación plantea cuestiones que van más allá de la elección de la dieta, ya que los receptores del gusto han sido recientemente identificados en distintos órganos del cuerpo, entre los que figuran el intestino, el páncreas, la nariz y los pulmones.