El Torres, el único guionista español que triunfa en el cómic norteamericano

• Se publica en España su nueva obra 'Tambores'
• Una oscura historia sobre vudú con dibujos del barcelonés Abel García

Viñeta de 'Tambores', de El Torres, Abel García y Fran Gamboa

EL TORRES

Juan Antonio Torres (Malaga, 1972) Guionista y editor de larga trayectoria. Tras publicar numerosas obras en España ("Bribones", "Miserere", "Ghost Wolf"...) ha sido el primer guionista español en triunfar en el dfícil mercado estadounidense publicando diversas series en IDW Publishing e Image Comics, casi siempre ambientadas en un entorno oscuro, entre las que destacamos "El Velo", "Nancy in Hell", "El bosque de los suidcidas" y "Tambores", todas publicadas por Dibbuks

En estos momentos hay más de cincuenta dibujantes españoles trabajando en las principales editoriales de cómic de Estados Unidos, pero sólo hay un guionista, El Torres (Juan Antonio Torres - Málaga, 1972). Llegar no ha sido nada fácil, le ha costado más de diez años de esfuerzo, pero ese trabajo se vio recompensado por el éxito de su novela gráfica El Velo (Dibbuks), que consiguió traspasar las fronteras de la prensa especializada para ser elegida como una de las mejores obras de 2009 según Comic Book Resources y San Diego Examiner.

"Creo que a día de hoy sí soy el único guionista español publicando historias creadas específicamente para el mercado americano -asegura El Torres-. Ojalá me esté equivocando. Cómo entrar y cómo mantenerse es lo mismo. Enviar proyecto tras proyecto a las editoriales y no desfallecer. De diez proyectos, puede que solo acepten uno, y lo más seguro es que no sea el que más te guste.

"Hasta hace poco, en España era difícil publicar y me encontré casi todas las puertas cerradas. Luego, ¡tachán! Al publicar en los USA, parece que de repente ese proyecto que acabó en una papelera resulta ser bueno. Hoy los editores son más abiertos a nuevas ideas, pero sigue siendo misión imposible en este país vivir del tebeo exclusivamente. Hay que escribir con miras a internacionalizar tus ideas".

Como triunfar en EE.UU. sin escribir superhéroes

El Torres comparte el éxito de El velo con su excepcional dibujante "Atribuyo gran parte del éxito a Gabriel Hernández. Nos complementamos muy bien y su arte dotó de una gran atmósfera a la historia. Con El Velo quise contar una historia sobre las cosas feas que elegimos no ver o dejar en el pasado, y cómo nos vuelven a saltar a la cara en el momento más inesperado. El horror que todos barremos bajo la alfombra. No me esperé ese éxito ni la acogida que tuvo, sobre todo entre la crítica. Y bien contento que estoy".

Un triunfo que ha conseguido sin pasar por el peaje de escribir o dibujar superhéroes. "No he triunfado tal y como entendemos triunfar. Ni mansión ni yate ni nada de eso. Pero he tenido la suerte de poder contar mis propias historias, de cosas que me inquietan e interesan más que los superhéroes. Y hay gente que las lee y las disfruta. Para mí eso ya es todo un triunfo".

"No le haría ascos a escribir héroes en pijama, pero es un mercado mucho más cerrado de lo que creemos... para los guionistas. Los superhéroes son valiosos elementos de merchandising de una industria,  son juguetes del colectivo americano. Se mira con recelo que alguien no anglosajón trate de jugar con ellos. Para los dibujantes es más fácil porque lo visual es más fácil de mostrar, y de hecho, con Carlos Pacheco como punta de lanza, se ha demostrado que los dibujantes españoles son de los mejores del mundo. Pero los editores de superhéroes miran con repelús a un escritor que no pertenece al "círculo anglosajón". Esa ha sido mi experiencia, al menos".

'Tambores', su nueva y escalofriante historia de Santería

Una experiencia que ya le ha consagrado como uno de los autores de terror más interesantes del cómic, como confirma su nueva obra,  Tambores (Dibbuks), con estupendos dibujos de el barcelonés Abel García y una excelente labor del colorista, Fran Gamboa. "Es una falsa historia policíaca. Digo falsa porque está narrada como tal, siendo una historia de terror con elementos sobrenaturales. El agente del FBI Martin Irons tiene que investigar la muerte súbita de todos los asistentes a una ceremonia de santería. De repente, uno de los cadáveres se levanta y le hace terribles predicciones. En su investigación, Irons se ve atrapado en una trama donde las presencias sobrenaturales y hechos terribles surgen aquí y allá, conduciéndole por un extraño camino".

"Quería escribir una nueva historia de terror, los editores preguntaban por zombis, y yo tenía pinceladas de imágenes aquí y allá, pero no el cuerpo de la historia. Iba caminando por la calle cuando me tropecé con una pequeña tienda de santería. "Olordumare", se llamaba. Una chica menuda, vestida del típico blanco, barría la puerta y arreglaba la entrada. Miré el escaparate. Paf. La historia vino casi entera. Al final, los zombis pasaron a ser un elemento secundario, y no son los zombis que todo el mundo conoce ahora".

"Me documenté bastante, durante unos meses, incluso asistiendo a alguna ceremonia de Santería y demás. Estos últimos años hay una explosión de Santería en nuestro país, y no es raro ver tiendas esotéricas con imágenes de Iemanyá o Changó. Literatura hay muy poca al respecto, y no es una religión articulada con unas fuentes sólidas. Cada cual dice lo que le parece, y hay vertientes de la misma religión afrocaribeña en tierras cubanas, dominicanas, brasileñas y haitianas. Sí que son religiones muy oscuras, con un grandísimo componente mágico, enrevesadas e iniciáticas. Como tales, son campo abonado para charlatanes y timadores de toda especie".

"Mi recomendación para aquellos interesados en los Orishas y todo lo que les rodea es que se envuelvan en un manto de sano escepticismo, que investiguen primero sin inmiscuirse y que tengan cuidado con los grupos sectarios. Cada cual es libre de creer en lo que quiera, pero cuando tus fuentes solo buscan tu dinero o tu servidumbre, ese no es el camino. Ese tipo de gente me da mucho más miedo que cualquier orisha que te mire de mala manera".

Volviendo a los orígenes de los zombis: el vudú y el terror

En un momento en que los zombis provocados por catástrofes nucleares inexplicables están más de moda que nunca, El Torres ha decidido volver a los orígenes del mito, al vudú. "Excepto honrosas excepciones, la historia del zombi actual es siempre la misma: la historia de los supervivientes a la hecatombe. Más que un elemento de horror, el zombi se ha convertido en un elemento catártico, una especie de trasunto de catástrofe natural".

"Quería recuperar la sensación de miedo en esta historia, y ante tal cantidad de producción de zombi comepersonas, para darle ese enfoque de terror hice un "back to the basics": volver al origen. Tememos a lo desconocido. En el momento que sabemos diseccionar al monstruo, deja de darnos miedo. El vampiro hace esto y lo otro y se le mata así, al hombre lobo se le mata asá. Hacer de los zombis algo desconocido, y por tanto, que den miedo, era la idea. También decidí cambiar el vudú por la santera, porque es más cercana… y más desconocida".

"Soy muy permeable a las influencias, aunque me entusiasmo con pocas cosas. Las novelas de Stephen King me han influido, como a todos los de mi generación. De ahí se aprende a usar lo cotidiano como ambiente y la intrusión de un elemento sobrenatural que lo altera todo. Y en el campo del cómic, Alan Moore te enseña a tejer una historia como un hechizo y documentarte y saber de qué estás hablando. Y Poe, y Junji Ito, y Mignola. y Lovecraft, y podría seguir así todo el día".

Tentado por el cine

Sus guiones son tan cinematográficos que no nos extrañaría que alguno se convirtiera en película en un futuro no muy lejano. "Claro que me gustaría. Ha habido alguna tentativa de alguna productora sobre El velo y Tambores, y desde varios programas recomendaron El bosque de los suicidas como un gran material a adaptar. Pero lo que más me gustaría es que fuese una producción nacional, con sus miras apuntando al mercado internacional. Me gustaría invertir la tendencia general. Y no es un imposible. Balagueró y Paco Plaza lo han demostrado ahora, y antes Piquer Simón, Jesús Franco, Jorge Grau, Naschy…"

"Estoy muy contento con la edición española de Tambores. Dibbuks le pone mucho cariño a cada tomo que edita. Hay algunas páginas extra y un par de páginas redibujadas, donde quise mostrar al principal personaje femenino de una forma menos envarada. Luego hay un artículo algo extenso donde trato de explicar algunos de los términos de santería usados en la historia, para los más curiosos. No hacen falta para leer el tebeo, pero para aquellos que les interese el tema, es un buen punto de inicio.

"Hay que devolver los tebeos al gran público"

Para facilitar su trabajo de editor y escritor de cómics, El Torres creo Malaka Studio. "Crear un tebeo solo requiere una historia, un lápiz y un papel… pero cuando se trata de generar una producción más o menos industrial hace falta trabajar en cadena. Hay que colorear, rotular, maquetar y coordinar a los artistas, sus horarios (y sus egos). Crear un estudio como Malaka donde todo está más o menos centralizado permite hacer todo esto".

"Últimamente el tebeo se ha recluido con un aire seudoelitista, con esa imagen del artista creando solo en su casa para una élite, y creo que es hora de abrir más las puertas y devolver el tebeo al público general. Creo en los creadores de tebeo como artesanos de una industria, y un taller es donde un artesano trabaja".

"Estoy escribiendo The Westwood Witches, de nuevo con Abel García. Es una historia donde le damos una vuelta de tortilla a la vida de un suburbio norteamericano, incluyendo elementos de brujería y demonios. Más o menos, trata de la hipocresía detrás de la que mucha gente oculta sus secretos".

"Además, quiero volver a mis primeras historias de fantasía heróica, rescatando unos personajes a los que les tengo mucho cariño. Y estoy de nuevo trabajando con Gabriel Hernández en una nueva historia, pero eso sí, esta la queremos hacer con tranquilidad y sin agobios de fechas de entrega".