Sarkozy vuelve a encararse con la prensa y llama "imbécil" a un reportero en un acto de campaña
- El periodista le preguntaba por una manifestación frente a su sede de campaña
- Eran trabajadores del metal que fueron dispersados con gases lacrimógenos
- "¿Crees que me importa una mierda lo que dices?", le espetó el presidente
"¿Crees que me importa una mierda lo que dices?". De esta forma, seguido de un descalificativo "imbécil" se ha dirigido Nicolás Sarkozy, a un periodista tras un acto en la localidad de Marne, en un nuevo enfrentamiento verbal con la prensa del presidente francés, que se encuentra en plena campaña de reelección.
El motivo de su enfado era una pregunta sobre la forma en la que la Policía ha reprimido una manifestación de trabajadores de Arcelor Mittal ante su cuartel general de campaña en París y que han sido emitidas por las principales televisiones del país.
Visiblemente irritado, Sarkozy ha terminado la charla con un irónico "es joven y simpático" dirigido al informador. Las imágenes han sido grabadas por la televisión francesa, que de esta manera se hace eco del nuevo tropiezo con la prensa del inquilino del Elíseo.
El penúltimo fue hace apenas unos días, cuando una entrevista en la cadena privada TF1 Sarkozy afeó a la presentadora en directo que le preguntase por la afirmación del exlíder libio, Muamar Gadafi, de que financió su campaña electoral en 2007.
"Es ridículo, y lamento que en un medio como TF1 esté siendo interrogado por esto", dijo el candidato del centro-derecha durante su comparecencia en un programa de este canal francés.
Sarkozy ya se ha enfrentado en otras ocasiones con la prensa. Una de las más recordadas es cuando se dirigió a los periodistas que estaban en la sala durante su comparecencia tras la cumbre de la OTAN de Bruselas de 2010 como "pedófilos" por preguntarle acerca del 'Karachigate', un caso de corrupción relacionado con su época de jefe de campaña del ex primer ministro Balladur a mediados de los 90.
Conflicto laboral
Pero ahora la tensión es mucho mayor, cuando a menos de seis semanas de la primera ronda de las presidenciales Sarkozy está prácticamente empatado con el socialista François Hollande -que le lleva ventaja de cara a la segunda vuelta- y la manifestación de los 150 empleados del metal pidiendo soluciones para la planta de Florange, al este del país, ha eclipsado su campaña.
La Policía antidisturbios ha lanzado gases lacrimógenos a los trabajadores, que querían romper el cordón policial para llegar a la sede de su campaña, en un barrio de clase media del suroeste de París, aunque Sarkozy se encontraba fuera de la capital.
El dirigente del sindicado CFDT, Edouard Martin, ha responsabilizado directamente al presidente del tratamiento recibido por los manifestantes y lo ha considerado como la prueba de que la preocupación de Sarkozy por los obreros del país es una farsa.
"Durante cuatro semanas hemos estados en huelga y no hemos hecho daño a nadie y ahora nos lanza gases 'el candidato del pueblo'", ha denunciado Martin.
La planta de Florange está paralizada hasta nueva orden desde finales del año pasado debido a falta de pedidos y simboliza uno de los temas que está presente en la campaña: el declive industrial de Francia.
De hecho, el rival de Sarkozy, el socialista Hollande ha tomado el caso de la planta como una muestra del fracaso de Sarkozy a la hora de parar la decadencia del tejido industrial del país, que ha perdido 350.000 empleos desde que el presidente llegó al Elíseo en 2007.
El presidente había dicho que estaría encantado de encontrarse con los trabajadores realmente interesados en el destino de la planta y que no buscaran problemas.
"Sé que los trabajadores de la Florange que están preocupandos por sus trabajos no quieren que su sufrimiento sea usado. Los sindicatos deberían defender a los trabajadores, no hacer política", ha añadido.