Duelo en Bélgica mientras llegan los cuerpos de los fallecidos en el accidente de autobús
- Los supervivientes también han regresado a su país
- Los belgas guardan un minuto de silencio
Toda Bélgica ha guardado este viernes un minuto de silencio por las víctimas del accidente de autobús en el que 28 personas, 22 de ellas menores, finalizado con un repique de campanas. Los cuerpos de los fallecidos ha sido ya repatriados en aviones Hércules desde el aeropuerto de Sion (Suiza), después de que, según el fiscal de Valais Olivier Elsig, todas hayan sido identificados.
Los supervivientes han regresado a Bélgica durante la noche. Los niños, que estaban ingresados en el Hospital de Vige, querían ver a sus compañeros en Sion antes de regresar al país, por lo que han sido trasladados en ambulancias hasta allí y después han partido hacia el aeropuerto de Ginebra para coger un avión.
Este jueves la ministra de Salud de Bélgica, Laurette Onkelinx aseguró que tres de los menores heridos regresarían en coche con sus familias y otros tantos en un vuelo comercial. El resto, regresaría en avión medicalizado por motivos de salud.
Día de luto
Bélgica vive un día de luto nacional. "Nuestro país vive uno de sus momentos más tristes. Tres meses después de la catástrofe de Lieja, nuestro país es golpeado duramente de nuevo. Vivimos una tragedia nacional", dijo el jueves el primer ministro, Elio Di Rupo, ante un pleno especial del Senado en recuerdo de las víctimas.
Está previsto que tanto en Lommel (al noreste de Bruselas) como Heverlee (norte de Bélgica), las dos localidades en las que se encuentran las escuelas de los niños involucrados en el accidente, se instalen capillas ardientes.
Aunque en un primer momento se informó de que los 52 pasajeros eran de nacionalidad belga, entre los menores fallecidos también había un menor hispano-belga y siete de nacionalidad holandesa, mientras que entre los menores heridos figuran también un polaco y un alemán, así como dos hermanos identificados como Marc y Alba P., de doble nacionalidad hispano-belga.
El exceso de velocidad ha sido descartado ya como causa del accidente puesto que el autocar viajaba entre 50 y 70 kilómetros por hora en el momento de la colisión teniendo en cuenta que el límite estaba en los 100 km/hora. La policía baraja un problema técnico, un error humano o un problema de salud del conductor. Este jueves, varios menores supervivientes del siniestro apuntaban que el conductor intentó meter un DVD o CD en el momento del impacto.