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Karzai critica la falta de colaboración de EE.UU. mientras el soldado responsable vuelve a casa

  • Llegará esta tarde a una cárcel militar de Kansas desde Kuwait
  • Karzai pone en duda que la matanza fuese obra de un único soldado
  • Un abogado contratado por la familia denuncia que no quería ir a Afganistán

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Obama y Karzai hablan por teléfono tras la matanza de 16 civiles

El soldado estadounidense responsable de la muerte de 16 civiles que ha puesto en jaque la misión de la OTAN en Afganistán se encuentra de camino a una cárcel militar de Kansas tras un breve paso por Kuwait mientras el gobierno afgano ha denunciado la falta de colaboración de Washington en la investigación y ha dudado que los hechos fuesen obra de un solo hombre.

El soldado ha estado bajo protección en una base militar de Estados Unidos en Kuwait y se espera que lleve a la cárcel de Fort Leavenworth, en Kansas, este viernes por la tarde, ha detallado su abogado, John Henry Browne, algo que ha confirmado posteriormente el Pentágono.

El repentino traslado del soldado hacia Estados Unidos se produce tras la tensión diplomática generada con Kuwait, que tuvo conocimiento de la llegada del militar a una base americana en su territorio a través de los medios de comunicación.

Karzai critica la investigación de EE.UU.

Mientras, la tensión en Afganistán ha aumentado un grado más después de que el presidente del país, Hamid Karzai, haya criticado a Estados Unidos por no colaborar completamente en la investigación de la masacre.

"El jefe del ejército acaba de informar de que el equipo de investigación afgano no ha tenido la cooperación que esperaba de Estados Unidos. Por tanto todas estas cuestiones serán planteadas y muy alto y claro", ha asegurado Karzai a los periodistas en el palacio presidencial de Kabul, donde ha recibido a los familiares de las víctimas de la tragedia.

Karzai ha respaldado en cierto sentido las afirmaciones de los ciudadanos del pueblo y de otros afganos, incluyendo miembros del parlamento, de que el soldado no podría haber actuado solo porque la matanza se produjo en diferentes zonas separadas por una considerable distancia.

"Ellos creen que no es posible que una sola persona haya hecho esto. Una familia, cuyos miembros estaban en cuatro habitaciones distintas, fue llevada a una sola habitación y luego les dispararon. Eso no lo puede hacer un solo hombre", ha añadido.

Flanqueado por altos cargos, cansado y a veces enfadadado, Karzai ha escuchado a los ancianos de la localidad donde se produjo la tragedia y a los familiares vestido de negro en el inicio de dos días de conversaciones para debatir los asesinatos.

En algunos momentos del encuentro, algunos han pedido respuestas, otros han gritado, pero todos han coincidido en que cualquier soldado implicado debe ser castigado.

"No quiero ninguna compensación. No quiero dinero. No quiero un viaje a La Meca. No quiero una casa. No quiero nada. Pero lo que quiero con todas mis fuerzas es que se castigue a los americanos. Es mi petición, mi petición y mi petición", ha declarado el hermano de uno de los fallecidos.

Herido en Irak

Furiosos diputados y ciudadanos de a pie han pedido que el soldado responsable sea juzgado en Afganistán, pero pese a esos llamamientos, el sargento está ya de camino a Estados Unidos, tal y como ha confirmado su abogado.

Browne, un conocido letrado de Seattle que ha llevado casos de gran repercusión mediática en Estados Unidos, ha detallado que ha habló con su cliente el pasado jueves tras ser contactado por la familia y se ha preguntado por qué su defendido fue enviado a Afganistán tras un paso por Irak que a su juicio le han provocado daños físicos y mentales.

"Le dijeron a él y a su familia que sus servicios en Oriente Medio habáin terminado. Su familia contaba que no fuese otra vez desplegado pero literalmente eso cambió de la noche a la mañana, por lo que creo que es justo decir que él y su familia no estaban contentos de que volviese", ha subrayado Browne.

El abogado ha detallado que el soldado ha sido condecorado, que creció en el medio oeste y se alistó en el ejército una semana después del 11-S.

"Sintió que era su deber luchar por Estados Unidos", ha declarado Brown, que ha informado de que se reunió con "un grupo muy amplio de familiares" el pasado miércoles y que habló con el soldado por teléfono el jueves.

"Resultó herido dos veces y fue desplegado de nuevo en Afganistán", ha relatado el abogado, que ha informado de que el soldado resultó herido en Irak en dos partes del cuerpo y que "no había certeza de que estuviese en condiciones física para volver".

El abogado no ha querido entrar en la información del New York Times que apunta a que el soldado había perdido el autocontrol en el momento de la matanza por la ingestión de alcohol y el estrés de estar en su cuarta misión de combate, aunque ha desmentido que tuviese una fuerte pelea con su esposa.

Browne ha remarcado que "no tiene sentido" que se diga que haya tensiones maritales extraordinarias. "Sé que eso no es cierto", ha defendido en una rueda de prensa en la ciudad de la costa oeste, donde ha subrayado que el soldado y sus esposa tenía "un matrimonio muy sano".

"El gobierno va a querer culpar de esto a un individuo más que hacerlo a la guerra", ha asegurado.

El relato de la fuente al rotativo estadounidense, confirmado por un alto cargo del Pentágono, es la descripción más detallada del estado mental del sargento, de 38 años y padre de dos hijos que estaba en su primer servicio de combate en Afganistán aunque era la cuarta vez que se encontraba en zona de guerra -las tres anteriores fueron en Irak- desde que se alistó en 2001.

"Se plantearán cuestiones sobre su estabilidad mental y emocional tras un cuarto despliegue", ha reconocido la fuente.