La autopsia de Whitney Houston concluye que murió ahogada tras tomar cocaína
- Lo dice la investigación llevada a cabo por la oficina forense de Los Ángeles
- La autopsia se practicó el pasado 12 de febrero, un día después de su muerte
La cantante Whitney Houston murió ahogada de forma accidental en la bañera de su habitación de hotel en Los Ángeles tras haber consumido cocaína, según ha publicado la oficina del forense del condado angelino donde le fue practicada la autopsia.
La artista falleció el pasado 11 de febrero a los 48 años tras una vida marcada por una portentosa voz que la convirtió en una estrella internacional en la década de los 90 gracias a temas como "I Will Always Love You", así como por un tumultuoso matrimonio y su adicción a las drogas.
El informe forense descartó cualquier indicio de acto delictivo en el repentino adiós de la diva estadounidense y apuntó que unos problemas cardíacos y un consumo reciente de cocaína contribuyeron a su final.
Houston sufría de arteriosclerosis, una dolencia que consiste en la formación del placas en las paredes de las arterias que con el tiempo pueden llegar a producir infartos y apoplejías.
Los análisis toxicológicos encontraron restos de cocaína y metabolitos, sustancias que quedan en el organismo tras la descomposición de un fármaco, así como de marihuana, xanax, flexeril y benadryl, si bien estas sustancias no resultaron un factor determinante en el deceso de la artista.
Whitney Houston fue encontrada sumergida en la bañera del baño de su habitación del hotel Beverly Hilton, en Beverly Hills, en la víspera de la ceremonia de los premios Grammy que tuvieron lugar en Los Ángeles el domingo 12 de febrero.
Adicción a las drogas
Houston era consumidora habitual de Xanax, un medicamento que tomaba para controlar la ansiedad antes de acudir a eventos, y el día antes de su fallecimiento había trasnochado y bebido mucho alcohol, según TMZ.
Durante sus últimos años de vida, Whitney Houston había tratado de relanzar su carrera con álbumes como "I Look To You" (2009), su primer disco de estudio desde 2002, con el que intentaba dejar atrás un período de silencio marcado por los abusos.
En 2009, la cantante confesó públicamente su tormento personal en el programa de la popular presentadora de televisión Oprah Winfrey, cuando afirmó que estaba recuperada de sus adicciones a la marihuana y a la cocaína, aunque admitió que sentía la tentación de volver a consumir.
La drogadicción de Houston se asoció con su complicado matrimonio con el también cantante Bobby Brown, con quien se casó en 1992, en el momento cumbre de su carrera, tuvo una hija, Bobbi Kristina, y de quien se divorció en 2007.
A pesar de sus esfuerzos por rehabilitarse, Houston nunca recuperó la voz que la hizo brillar y su gira mundial en 2010 fue un desastre. En mayo de 2011 volvió a someterse a un tratamiento de desintoxicación.