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La campaña francesa vuelve tras la tragedia de Toulouse con la agenda en manos de Sarkozy

  • Los temas de terrorismo y seguridad se convierten en nuevos ejes de campaña
  • En estos temas el partido en el poder tiene las de ganar frente al aspirante
  • Le Pen pone el foco en los puntos negros de la investigación para no perder votos
  • La campaña de Sarkozy y Hollande se acusan mutuamente de romper la tregua
  • Consulta las claves del asedio del asesino de Toulouse

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Nicolás Sarkozy y François Hollande continúan con sus actos electorales

Si una campaña electoral tratase del arte de la adivinación, los asesores de Nicolás Sarkozy ya habrían ganado un premio. Desde su lema "Una Francia fuerte" hasta la retórica usada hasta el momento -"hay demasiados inmigrantes", abrir la puerta a la limitación unilateral de la zona Schengen- prefiguraban una retórica, la de la seguridad y la inmigración musulmana, que tras la maratoniana operación de asedio del islamista Mohamed Merah,  ha pasado a convertirse en un tema clave de aquí al 22 de abril.

"No se hablaba mucho de seguridad y terrorismo antes, pero esto va a hacer surgir cuestiones sobre nuestro sistema de integración, nuestro acercamiento al fundamentalismo y nuestra tolerancia a ciertas prácticas aquí. Vamos a oír mucho de esto en las semanas que vienen", ha adelantado bajo condición de anonimato un asesor de Sarkozy a la agencia Reuters.

Este asesor señala que "por supuesto" lo que ha ocurrido en la última semana, con el asesinato de siete personas en el sudeste de Francia por parte de un yihadista de origen argelino formado en Afganistán, "ha cambiado el curso de los acontecimientos".

Por lo pronto, y una vez que Merah había sido abatido por la Policía después de 32 horas de asalto, Sarkozy reabría formalmente la campaña en su comparecencia en el Elíseo, donde después de pedir unidad nacional y llamar a no dejarse llevar por la indignación anunciaba una serie de medidas 'a la carta' centradas en el caso de Merah.

Estas medidas penales contemplan desde perseguir a los que consumen páginas web que inciten al odio y al extremismo; actuar contra los que realicen viajes al extranjero para recibir adoctrinamiento y revisar la política penitenciaria para luchar contra la radicalización islamista en las cárceles.

En un mitin celebrado esta tarde en Estrasburgo, que marca el pistoletazo de salida de esta nueva etapa de campaña, un Sarkozy vitoreado por los suyos ponía debidamente el foco en todos los que tratan de buscar una respuesta en la sociedad y no en el delincuenta en lo que ha ocurrido.

"Buscar una explicación al gesto de este fanático, de este monstruo; dejar entrever la menor comprensión o peor aún alguna excusa sería una falta moral", ha proclamado el presidente saliente.

Ataques cruzados

El líder del partido de Sarkozy, Jean-Francois Copé, ponía el trazo grueso a sus palabras, señalando directamente a su rival, François Hollande, y al centrista Bayrou de vivir en "ambigüedad permanente" y recurrir a "atajos lamentables".

Más lejos ha ido la diputada derechista Valerie Rosso-Debord, que ha asegurado que Hollande vive en "otro mundo" en el tema de la delincuencia.

Desde el bando socialista se han rechazado las palabras de Copé y se ha pasado al contraataque atacando diversos aspectos de la investigación.

Jerôme Guedj, dirigente del Partido Socialista francés y miembro del equipo de Hollande ha criticado a título personal en su blog el "triple fracaso" de la operación, entre los que ha destacado que no se haya seguido apropiadamente a Merah por parte de los servicios de inteligencia pese a estar identificado durante años.

Además, rechaza que se haya tardado tantos días en identificar la IP desde la que se contestó al anuncio que provocó el primer asesinato y que finalmente y pese a las horas de espera, el asesino confeso no haya podido ser capturado con vida.

Las críticas del equipo de Hollande no son casuales: consciente de que la preocupación por el desempleo y los problemas sociales -que hasta ahora le colocaban como favorito por defecto con amplio margen- es fundamental para la victoria, sabe que el cambio de agenda puede ser fatal.

Cambio de agenda

Un sondeo conocido este lunes realizado por la empresa CSA ponía a Sarkozy por delante en primera vuelta con dos puntos, pese a que Hollande seguía ganando en la segunda con amplio margen.

"Nicolás Sarkozy ha logrado hacer girar toda la campaña alrededor de su propia agenda,  que va de orden, valores, inmigración, integración, seguridad e identidad nacional", ha asegurado a Reuters el director de este instituto de encuestas, Jerome Saint-Marie.

Pero lo que por el momento muestra este sondeo es que, más que ganar terreno a costa de Hollande, lo que ha logrado Sarkozy es hacerse con el beneplácito de los seguidores del Frente Nacional, cuya líder, Marine Le Pen, ha sido la primera en romper la tregua electoral.

"El gobierno está asustado, lo llevo diciendo diez años. Barrios enteros están en manos de fundamentalistas islámicos y lo digo otra vez hoy: el peligro se subestima", ha criticado Le Pen, que se ha preguntado por qué los servicios de inteligencia no mantuviero a Merah bajo seguimiento pese a que lo tenían localizado.

Seacomo fuere, el recurso a la imagen presidencial cuando un líder está en apuros no es nuevo en Francia. François Mitterand, en horas bajas en los sondeos, consiguió un pico de popularidad en la primera Guerra del Golfo, aunque volvió a niveles mínimos cuando acabó el conflcto.

"Es muy pronto para decir si la gestión de los acontecminetos serán beneficios a largo plazo para Sarkozy", ha asegurado a Afp el politólogo Frederic Dabi, del instituto de sondeos Ifop.

El propio líder francés habrá recordado estos días su experiencia como político en un hecho similar. En 1993, cuando era alcalde de Neully, cuando un hombrea rmado entró en una escuela infantil y tomó a los niños y a su profesor como rehenes.

Tras largas negociaciones, el entonces alcalde Sarkozy salía con un niño en brazos ys e convertía en un héroe a nivel nacional. El hombre armado murió a manos de la Policía, como casi 20 años después haría Mohamed Merah.