La huelga general en Portugal provoca problemas en el transporte, pero no paraliza el país
- Convocada por el mayor sindicato del país, la CGTP, contra la reforma laboral
- Problemas en el transporte público de Lisboa, donde no funciona el metro
- Retrasos en los aeropuertos y problemas en el transporte ferroviario del país
- La incidencia del paro en otros sectores es más limitada
Portugal vive una jornada de huelga general, la segunda convocada contra la refoma laboral y la política económica del gobierno conservador de Passos Coelho, en el poder desde junio de 2011. Según el sindicato convocante, la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP, comunista), la adhesión en los transportes públicos supera el 70% y en algunos casos llega al 100%, cuyo primer balance es "muy positivo".
La protesta tiene un gran seguimiento en el transporte público. En las principales ciudades del país ha provocado una mayor congestión en el tráfico rodado en Lisboa y Oporto. Según informa María Oña, corresponsal de RTVE en Lisboa, la mayor adhesión a los paros en la capital del país vecino se produce en el sector del transporte: las empresas de este sector han reconocido que a lo largo del día iban a faltar servicios mínimos.
Por lo pronto no funcionan ni el metro ni el tranvía de Lisboa y hay poca actividad en el puerto: el ferry que conecta las dos orillas del río Tajo no funciona con normalidad. Las paradas de autobús, además, están vacías, aunque en este transporte se han superado los servicios mínimos. Y tampoco prestan servicio los trenes de cercanías, confirma Oña. En el suburbano de Oporto, mientras, funcionan los servicios mínimos con solo una línea en funcionamiento.
El sindicato comunista CGTP (Confederación General de Trabajadores Portugueses), el mayor del país, ha convocado la huelga general en solitario, sin el apoyo de la otra gran central sindical, la socialista UGT (Unión General de Trabajadores), que pactó la última reforma laboral aprobada por el Ejecutivo de Passos Coelho.
Problemas en los trenes y en los aeropuertos
La circulación de trenes en todo el país está igualmente afectada y en los aeropuertos se producen retrasos, señala Efe. De hecho, la empresa nacional de aeropuertos, ANA, ha recomendado a los pasajeros que confirmen la salida de sus vuelos antes de desplazarse a las terminales. La huelga general no afecta a los vuelos entre los aeropuertos lusos y los españoles, según fuentes de Aena a las que cita Efe.
En cambio, las conexiones ferroviarias entre España y Portugal sí se han visto afectadas por la huelga, según fuentes de Renfe. En concreto, la conexión entre Madrid y Lisboa, a través del tren hotel, que cuenta con una frecuencia de ida y otra de vuelta, ha sido suspendida. Así mismo, de las dos frecuencias que hay en cada sentido entre Oporto y Vigo tan sólo opera el 50%, es decir, una en cada trayecto.
Las radios y televisiones de Portugal informan de que hay servicios municipales y estatales de atención al público a medio gas, aunque con pocas interrupciones, y de que los servicios de recogida basuras no han funcionado en casi ninguna localidad del país.
Armano Farias, de la Comisión Ejecutiva de la central sindical ha dicho que la huelga ha tenido seguimiento también en colegios y hospitales, con "muchos centros de salud en funcionamiento sólo con servicios mínimos". La Federación Nacional de Profesores (Fenprof) ha calculado apenas por encima de 40 el numero de centros de enseñanza de que cuyo cierre, por ausencia de docentes, tenía constancia.
Fuentes de Federación Nacional de Sindicatos de Enseñanza, que no se ha sumado a esta huelga, a las que cita Efe, han señalado que la mayoría de escuelas han funcionado, lo que ha permitido a los padres dejar a sus hijos en el colegio.
Farias ha dicho, además, que en el sector servicios -donde tradicionalmente la incidencia es mucho menor- ha habido ejemplos de elevada participación en la protesta, como la entidad estatal Caixa Geral de Depósitos, con cerca de un 50% de empleados de su sede central en huelga. El sindicalista ha asegurado además, que en algunas grandes superficies comerciales su sindicato ha observado un alto seguimiento pese a la "gran precariedad, los horarios abusivos, los contratos a plazo y los bajos salarios" del sector.
Diversas fuentes de organismos y empresas a las que cita Efe hablan de que la protesta se nota poco en los principales núcleos urbanos de Portugal y la actividad comercial y los servicios funcionan con normalidad. Las emisoras de radio y de televisión lusa han hablado de menores efectos de la huelga de hoy en comparación con la convocada hace cuatro meses.
Segunda huelga contra Passos Coelho
La huelga de este jueves es la segunda que sufre el Gobierno conservador de Pedro Passos Coelho desde que llegó al poder con las elecciones anticipadas de junio de 2011, aunque la anterior, el pasado 24 de noviembre contó también con el respaldo de la UGT.
La CGTP -principal central sindical del país y que cuenta con más de 600.000 afiliados- ha intensificado sus llamamientos a la huelga en contra de los ajustes del Ejecutivo conservador, y ha convocado manifestaciones en las principales ciudades lusas.
El sindicato convocante estima que la huelga general de este jueves contará al final de la jornada con una participación "similar" a la del anterior paro, que tuvo lugar en noviembre pasado. Armando Farias, de la Comisión Ejecutiva de la central sindical -de orientación comunista-, al que cita Efe, ha admitido, sin embargo, la posibilidad de que esta vez las consecuencias de la huelga se noten menos por el pronunciado incremento del desempleo en los últimos cuatro meses.
El paro de noviembre fue calificado por las centrales como la mayor huelga general desde 1988, incluida la celebrada a finales de 2010, cuando estimaron que tres de cada cuatro trabajadores la siguió.
El Gobierno de Lisboa ya ha dejado claro que no ofrecerá cifras sobre el seguimiento de los paros.
Portugal se encuentra entre los países con mayor tasa de desempleo de la zona euro, tras registrar una tasa de paro del 14,8% en enero, mientras que las previsiones macroeconómicas apuntan a un fuerte deterioro de la actividad, que podría significar una contracción de su PIB superior al 3% en 2012.