Cuatro jóvenes empresarias recuperan la moda de los años 20
- Ellas mismas diseñan los tocados, ropa, complementos y joyería que venden
- La jornada en la tienda sigue en casa, también sábados y domingos
Las cuatro socias de esta aventura empresarial rondan los 30 años y comparten una pasión: la moda de los años 20, 30 y 40. La tienda que abrieron hace solo tres meses, en pleno barrio madrileño de Malasaña, es una realidad que cada una, por separado y antes de conocerse, solo había podido imaginar en sueños.
En la misma tienda donde venden ropa, complementos, joyería y tocados, tienen un taller donde confeccionan los diseños que ellas mismas han creado, pero cada una trabaja también en su casa, explica Maite Luka Moon, una de estas cuatro emprendedoras.
“Solo la tienda te ocupa ocho horas al día, y después en tu casa sigues trabajando”, explica Maite, y así la dedicación puede llegar a 10 o 12 horas al día y a trabajar sábados y domingos, dependiendo de los pedidos que haya.
Su compañero inseparable es un maletín, donde llevan sus diseños y ese es el nombre de la tienda, The Suitcase, en la que cada una vende los diseños con su propia marca.
Además de los tocados de los años 20 y 30 de Maite, que utiliza la marca Maite Luka Moon, se pueden adquirir la ropa y los complementos de Marta bajo el sello de Polarité, la moda de los años 50 y 60 de otra diseñadora, también Marta, bautizada como Martuska, y la joyería art decó de María con la insignia de Merry F.
Las cuatro decidieron montar juntas su propio negocio después de conocerse. Dos de ellas llevaban cerca de seis meses en el paro.
Un sector "difícil"
El sector del comercio textil es uno de los más afectados por la crisis, “en otros sectores no hay tantos problemas” reconoce Maite Luka de Moon, una de las cuatro socias de este negocio, convertido en una rara avis en un mundo cada vez más dominado por las grandes cadenas comerciales.
Para competir tienes que adaptar los precios a la situación de crisis actual, “diseños a precios asequibles”. En su tienda se pueden encontrar artículos que van de los 15 a los 100 euros.
Lo mejor de haber montado su propio negocio es la “libertad en todos los niveles”, porque puedes decidir “cómo y qué quieres vender”, explica Maite, que reconoce que también “requiere mucho esfuerzo montar un negocio y que salga adelante”, por eso lo mejor es que el negocio que emprendas sea “algo elegido, tu vocación”.
Cada una de estas cuatro emprendedoras se ha registrado como autónoma con su propio nombre como marca de venta y cada una obtiene así sus propios beneficios en función de las ventas. La simbiosis o el beneficio mutuo es posible a pesar de todo en esta asociación, porque “cuando estamos en tienda vendemos de todas”, explica Maite, y la tienda figura a nombre de las cuatro.
El valor de la diferencia
La moda de estilo vintage, explica la propia Maite, consiste en "recuperar épocas antiguas y patrones”. Se necesitan materiales muy especiales, difíciles de encontrar, como velos antiguos y telas de los años 60. Los elementos más escasos los consiguen en EE.UU., en Londres y en tiendas antiguas.
A pesar del mayor precio que tienen que pagar para adquirir algunos de estos materiales, esto no se traduce en un encarecimiento para el comprador: al no haber intermediarios. Ese valor mayor de la materia prima se compensa porque van directamente a las manos de estas cuatro creadoras y ellas mismas los venden.
Ahora, están dando a conocer su tienda y “haciendo una clientela estable”. Maite recomienda que aquellos que quieran crear su propio negocio se asesoren, acudan a organizaciones como la Asociación Mujeres Opañel, ONG de ámbito nacional que trabaja en Madrid y Castilla La Mancha, para dar respuesta a las necesidades de autonomía personal y económica, donde ellas recibieron consejo sobre cómo organizar el plan de empresa.
La tienda, que abrió sus puertas el pasado 17 de diciembre, “está gustando mucho” explica Maite con satisfacción, porque “es diferente, recuerda al glamour de los años 30”.