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La Policía francesa calcula que hay medio centenar de etarras en la clandestinidad en su país

  • TVE entrevista al responsable de los servicios secretos franceses
  • La banda no estaría cobrando impuesto revolucionarios pero sí recibe donaciones
  • Creen que la detención de tres etarras armados muestra que no dejan la violencia
  • Informe Semanal emite este sábado un reportaje sobre el final de ETA

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Los servicios secretos franceses apuestan por la prudencia en la lucha contra la ETA

Los expertos en la lucha antiterrorista de Francia calculan que quedan en suelo francés alrededor de medio centenar de etarras en la clandestinidad, según informa TVE, que ha conseguido la primera entrevista con una televisión española con el responsable de los servicios secretos del país vecino.

Frédéric Veaux, el director adjunto de la Dirección Central de Información de Interior, afirma que ETA "nunca ha estado tan débil" como ahora en capacidad logística y militar.

Según informa TVE en un avance del reportaje que emitirá este sábado Informe Semanal sobre el fin de ETA, no hay constancia de que la organización esté cobrando el impuesto revolucionario y el dinero que estaría recibiendo procedería de donaciones voluntarias. después de que anunciara el cese definitivo de la violencia el pasado octubre.

Pese a eso, los expertos franceses son cautos. "A nosotros nos gusta eso de ver para creer. Es verdad, que las experiencias precedentes nos invitan a la mayor de las prudencias. Siempre esperamos ser optimistas, pero habrá que ver cómo terminan las cosas antes de decir que esto ha cambiado realmente", afirma Veaux.

Por su parte, el jefe de la Unidad Central de la Lucha Antiterrorista francesa, Loïc Garnier, advierte que el hecho de que los tres presuntos etarras detenidos en Francia el 15 enero fueran armados, incumpliendo la petición de los verificadores internacionales de no llevar pistolas, " es verdaderamente la señal de su rechazo a abandonar la lucha".

"Es evidente que no tienen intención de ser capturados y el hecho de llevar un arma marca la voluntad de recurrir eventualmente a la violencia para no ser capturados", concluye.