Sarkozy veta la entrada de imanes radicales en Francia para participar en un congreso islámico
- Esta medida forma parte de la reciente ofensiva contra el terrorismo islamista
- El congreso de la Unión de Organizaciones Islámicas se celebra el próximo mes
- La seguridad centra la agenda electoral tras la matanza de Toulouse
Francia prohibirá a imanes musulmanes radicales entrar en el país el próximo mes para participar en una conferencia islámica. Esta medida forma parte de una ofensiva del Gobierno de Nicolas Sarkozy tras la matanza de Toulouse perpetrada por el militante de Al Qaeda Mohamed Mehra.
Sarkozy, que ha anunciado que penalizará a quienes visiten páginas web con contenidos islamistas o viajen al extranjero para recibir adoctrinamiento, ha afirmado que bloqueará la entrada de algunos de los imanes invitados a un congreso organizado por la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia (UOIF), una federación cercana a los Hermanos Musulmanes de Egipto.
"Me han indicado claramente que hay ciertas personas que han sido invitadas a este congreso que no son bienvenidas en suelo francés", ha asegurado el presidente galo en radio France Info.
Una de ellas es el prominente clérigo egipcio y residente en Qatar Youssef al Qaradawi, famoso en todo Oriente Medio por sus frecuentes apariciones en la cadena Al Yazira. Ex miembro de los Hermanos Musulmanes, Qaradawi tiene un pasaporte diplomático por lo que no necesita visado para entrar en Francia, pero Sarkozy contactó personalmente con el emir qatarí para expresarle su rechazo a que el clérigo entre en territorio francés.
A Qaradawi ya se le negó la entrada en Gran Bretaña en 2008 por "justificar actos de violencia terrorista o expresar puntos de vista que podrían fomentar la violencia entre comunidades", según señaló un portavoz del Ministerio del Interior en ese momento. El clérigo había defendido los ataques suicidas de palestinos en Israel y los atentados contra las fuerzas de coalición lideradas por Estados Unidos en Irak.
Legislación antiterrorista
Sarkozy, inmerso en la campaña para su reelección, ha rebatido las críticas de la oposición que censuran la actuación de los servicios de seguridad por no haber detenido antes al argelino de 23 años, Mohamed Merah, autor de siete muertes en diez días en el suroeste francés.
"Aquí tenemos a un joven delincuente que de repente se convierte en un terrorista activo sin ningún tipo de transición. Por lo que sabemos no había células", ha indicado el presidente francés.
La legislación para castigar a quienes consulten contenidos de extremismo islámico o reciban formación terrorista en el extranjero tendrán que esperar hasta después de las elecciones presidenciales que comienzan el 22 de abril debido a que la oposición socialista se ha resistido a celebrar una sesión de emergencia del parlamento para su aprobación.
Merah mató a tres niños judíos y a cuatro adultos antes de ser asesinado por un comando de la policía gala tras un asedio de 32 horas el pasado jueves en Toulouse. La masacre ha situado la seguridad como la gran prioridad de la agenda política.
Sarkozy, que se forjó en política como ministro de Interior de línea dura, ha recibido un rebote de popularidad pero aún sigue por detrás de su rival socialista François Hollande en las encuestas.
“Merah era simplemente un monstruo“
La candidata de extrema derecha Marine Le Pen ha tratado de vincular las muertes a la inmigración. "¿Cuántos Mohamed Merah llegan en aviones y barcos cada día a Francia?", le preguntó el domingo.
La seguridad centra la campaña electoral
El presidente advirtió de conectar la matanza con la inmigración y el Islam solo alentaría la discriminación. Y recordó que Merah nació y se crió en Francia. "Él simplemente era un monstruo".
Sin embargo, Sarkozy ha sostenido que hay buenas razones para frenar la inmigración, entre ellas las tensiones en el generoso sistema de bienestar francés.
En un mítin en la isla de Córcega, que concentró la mayor tasa de homicidos en Europa en 2011, Hollande ha arremetido contra las políticas conservadoras ante las críticas de que los socialistas son demasiado permisivos en inmigración y seguridad.
"Este es un territorio expuesto a la violencia con una media de 20 asesinatos al año. ¿Cómo puede Sarkozy darnos lecciones en materia de seguridad?", se ha preguntado el líder socialista.