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La OCDE pide a la eurozona un cortafuegos de un billón de euros para frenar la crisis

  • Considera que hay riesgo de contagio mundial si el cortafuegos no es potente
  • Advierte de que el BCE debe estar listo para tomar medidas no convencionales

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La OCDE ha advertido a la eurozona de que su respuesta anticrisis aún es incompleta y de que existe un riesgo de contagio a nivel mundial, por lo que debe reforzar sus cortafuegos de manera creíble y el BCE quizás recurrir a medidas no convencionales adicionales si el mercado sufre nuevas turbulencias.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que los cortafuegos europeos "deben ser ampliados" y "más creíbles"  para restaurar la confianza en la eurozona, es decir que deben disponer  de recursos lo suficientemente extensos para poder responder a  cualquier futuro rescate.

De esta forma, ha sugerido que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera y el Mecanismo Europeo de Estabilidad, que entrará en vigor en julio, deberían tener una capacidad disuasoria de un billón de euros para "cubrir las necesidades financieras de países vulnerables de la zona euro y contribuir a la recapitalización de los bancos europeos" durante los próximos dos años.

Los ministros de Finanzas de la zona del euro esperan llegar a un acuerdo sobre el reforzamiento de sus fondos de rescate este viernes en su reunión en Copenhague, después de que la Comisión Europea (CE) propusiera ampliar los cortafuegos hasta 940.000 millones de euros.  Sin embargo, no está claro que esta ambiciosa propuesta sea atendida por Alemania, que acepta que ambos mecanismos operen de forma paralela hasta que Grecia, Portugal e Irlanda devuelvan el dinero prestado, pero rechaza ampliar la potencia del fondo de rescate permanente.

La OCDE, que mantiene sus previsiones de diciembre de la evolución del Producto Interior Bruto (PIB) de la eurozona en el 0,2 % para el 2012 y en el 1,4 % para 2013, afirma en su último informe publicado este martes que las perspectivas de crecimiento son "inusualmente inciertas y dependen esencialmente de la resolución de la crisis de la deuda".

"Existe un riesgo de que la consolidación fiscal y un potencial desapalancamiento -venta de activos para ganar solvencia- puede restringir la actividad económica antes de que se materialicen los beneficios de unas finanzas públicas más sanas y de reformas para impulsar el crecimiento", señala la organización.

Más medidas del BCE

La OCDE considera además, que, pese a las medidas tomadas por el Banco Central Europeo (BCE) para bajar los tipos de interés a corto plazo e inyectar liquidez en el sistema bancario, "un abanico más amplio de acciones no convencionales podría ser necesario en caso de nuevas perturbaciones en el proceso de transmisión (monetaria)".

El BCE ha prestado a los bancos más de un billón de euros a tres años a condiciones muy favorables ya que los tipos de interés en la zona del euro se sitúan en el 1 % actualmente y ha ampliado en agosto pasado el programa de compra de deuda soberana para apoyar a España e Italia, que eran penalizados en los mercados.

La OCDE afirma además que se debe permitir que actúen los estabilizadores automáticos y que en países con algún margen fiscal, como Alemania, Holanda o Finlandia, se podría relajar el ritmo de la consolidación si el estado de la economía empeora, siempre teniendo en cuenta la sostenibilidad a largo plazo.

"Ambiciosas reformas estructurales"

Por contra, países del euro con un programa de rescate deben atenerse a los objetivos, y aquellos que afrontan un escrutinio estrecho de los mercados deben seguir cumpliendo los objetivos presupuestarios y estar listos para tomar más medidas de consolidación si fuera necesario.

Es esencial que España haga verdaderas reformas estructurales

Por otra parte, la OCDE cree que la eurozona necesita "ambiciosas reformas estructurales" para impulsar el crecimiento, mejorar la sostenibilidad de la deuda y reequilibrar la economía.

En concreto, el presidente del Eurogrupo, Jean- Claude Juncker, presente en el debate, ha considerado "esencial" que España haga "verdaderas reformas estructurales", aunque afirmó sentir "cierta satisfacción" al ver que el Gobierno español está  tomando medidas.

El también primer ministro de Luxemburgo ha explicado que la respuesta a los  problemas estructurales debe ser también estructural y ha negado que la  solución sea simplemente fomentar la precariedad y el empobrecimiento y  olvidar la dimensión social. "No me encuentro entre los que creen que mientras más se flexibilice,  más se reglamente, más se precarice y se empobrezca un país mejor  será", ha afirmado Juncker, quien ha recomendado encontrar una vía entre el rigor  y la responsabilidad social.

"Estamos en una crisis de la economía social de los mercados y la  respuesta a la crisis no puede ser simplemente volver al mercado y  olvidar la dimensión social de la economía", ha agregado.

El ex presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude  Trichet, también ha subrayado que cuando un país como  España tiene una tasa de desempleo juvenil tan elevada se debe a que  existe un problema estructural que hay que corregir.

Según Trichet, si se introducen las reformas estructurales correctas  podrá existir un problema de desempleo, pero no en particular  concentrado en la población joven, una realidad que consideró  discriminatoria. Asimismo ha asegurado que cuando un país se endeuda más cada año  está obligando a sus hijos y nietos a responder de esa deuda y ha afirmado  que por "austeridad" se entiende el respeto a los hijos y a los nietos.

Juncker, por su parte, también se ha pronunciado a favor de la austeridad,  si bien ha considerado que hay que combinarla con una estrategia de  crecimiento. "Creo que no hay alternativas verdaderas a la consolidación de las  finanzas públicas", ha destacado, advirtiendo no obstante, que "la  consolidación presupuestaria sola no puede ser la respuesta correcta a  la crisis, ya que tiene que ir acompañada de una estrategia de  crecimiento".