La sociedades mafiosas de los delfines
- Se comportan como mafiosos para proteger a las hembras de sus grupos
- Establecen alianzas para defenderse o atacar a otras familias de cetáceos
- No todos los encuentros derivan en peleas, a veces crean nuevos vínculos
Los delfines mulares(Tursiops truncatus), los más populares de esta familia de cetáceos, no son tan amigables como parecen.
Una investigación ha revelado que los machos se organizan y actúan como mafiosos, principalmente para proteger a las hembras de los posibles ataques de otros grupos.
Durante cinco años, un equipo de científicos australianos ha estudiado los movimientos de diferentes comunidades en bahía Shark (al oeste de Australia) y han publicado sus conclusiones en la revista Royal Society Journal Proceedings B.
El estudio, recogido por la BBC, afirma que estos inteligentes animales marinos viven en una 'sociedad abierta'. Los machos no custodian un territorio determinado, sino que los grupos actúan de manera diferente en función de la situación que tengan que afrontar.
A pesar de que los grupos de cetáceos estaban distribuidos en centenares de kilómetros cuadrados, solían encontrarse habitualmente.
Los científicos señalan que esta circunstancia revela su elevado nivel de inteligencia, ya que al 'chocarse' con otro grupo, los animales tenían que decidir una respuesta, si atacar o establecer nuevas amistades.
Tres tipos de alianzas
Para afrontar estos encuentros, los delfines se organizan en tres tipos diferentes de alianzas. La primera de ellas son parejas o tríos que se afanan en proteger y guiar a las hembras fértiles, explica el prestigioso doctor Richard Connor.
La segunda clase de alianza implica que los animales forman 'equipos' de entre cuatro y 14 machos para poder atacar a otros grupos y arrebatarles a sus hembras, o bien para defenderse de las posibles embestidas de otros bandos.
“Los animales tienen que detectar si el grupo contrario es una amenaza o un posible aliado“
Por último, en el tercer nivel, los grupos de delfines se juntan para formar grandes familias. Unen sus fuerzas para formar bandos cada vez más grandes y poder defender a las hembras de otros grupos más numerosos y agresivos.
Connor señala que los animales necesitan ser "muy inteligentes" para actuar en este tipo de sociedades en las que habitualmente encuentran con familias desconocidas y tienen que detectar inmediatamente si son una amenaza o si se pueden convertir en sus aliados.
La investigación refleja que todos los encuentros no derivan automáticamente en un pelea, sino que, en ocasiones, los delfines se comportan de manera amistosa para establecer nuevos vínculos, e incluso a veces llegan a "cambiar de bando".
Los científicos reconocen que los humanos y estos delfines nariz de botella australianos son los únicos en los que se ha demostrado que son capaces de establecer múltiples niveles de alianzas en sus relaciones sociales.