El Eurogrupo acuerda un fondo de rescate de 800.000 millones con España en el punto de mira
- Solo 500.000 millones son dinero nuevo, el resto ya está comprometido
- De Guindos explicará los presupuestos a sus colegas de la eurozona
Ver también: Especial Crisis de la deuda
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Los ministros de Finanzas de la zona del euro han acordado reforzar el fondo europeo de rescate hasta los 800.000 millones de euros, incluidos los 300.000 millones que ya estaban comprometidos para los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal, según ha avanzado la ministra de Finanzas, Maria Fekter, antes de que se celebre la rueda de prensa del Eurogrupo en Copenhague.
"Existe un consenso para elevar el techo del fondo hasta los 800.000 millones", ha señalado en declaraciones a la prensa la ministra, que ha aclarado que solo 500.000 millones serían "dinero nuevo" si España o Italia necesitan ayuda.
Además de los 300.000 millones de euros ya comprometidos, se creará una reserva o un "colchón" de 240.000 millones de euros para casos excepcionales, que únicamente podrá activarse por una nueva decisión unánime y expirará en todo caso a mediados de 2013.
La potencia de fuego real inmediata se mantiene, en realidad, en los 500.000 millones del Mecanismo Europeo de Estabilidad, que entrará en vigor en julio. Esta cifra está muy alejada del billón de euros que reclamó este martes el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, como instrumento disuasorio de los ataques de los mercados a España e Italia y freno al contagio de la crisis de deuda soberana. El billón de euros cubriría los vencimientos de deuda de los dos países para los próximos meses, según explicó Gurría.
Con esta fórmula la reticente Alemania no cede a las exigencias de sus socios europeos y de los países del G-20 al blindar la reserva de 240.000 millones a circunstancias excepcionales.
"El Gobierno alemán está preparado para, a partir del 1 de julio, no restar la suma comprometida para los rescates de Irlanda, Portugal y Grecia" que asciende a 300.000 millones según los cálculos del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble. Esta suma se obtiene si a los 200.000 millones de euros del actual mecanismo temporal de ayuda ya comprometidos se suman los 100.000 millones de euros de los préstamos bilaterales del primer rescate griego.
La Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) han pedido al Fondo Monetario Internacional (FMI) que en la reunión de abril aumente sus recursos aportados al fondo de rescate europeo. El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, ha calificado como "muy importante" la decisión que ha tomado este viernes el Eurogrupo y ha asegurado que los países están "satisfechos".
Alemania y el Eurogrupo respaldan a España
La propuesta de Berlín se ha impuesto a los planteamientos de Francia y la Comisión Europea, que esperaban persuadir a Schaüble de la importancia de proteger a los países de la eurozona en riesgo frente a posibles ataques especulativos.
"Si queremos convencer a los mercados financieros tenemos que hablar su lenguaje. Para ellos es mucho más importante que solucionemos los problemas y en los Estados miembros como Irlanda, Portugal y Grecia estamos en ello y otros países también hacen grandes progresos", afirmaba el ministro alemán. "Fíjense en la situación de España. Naturalmente existe resistencia allí también (a las reformas y recortes) pero ellos tienen éxito" con sus planes, sostenía.
“Estoy muy contento con lo que están haciendo los españoles“
Precisamente, las dudas sobre España se habían perfilado como la mejor baza para terminar de convencer a Alemania. Las declaraciones del comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, advirtiendo de la "fragilidad" de la economía española y la "preocupación" del italiano Mario Monti por las cuentas públicas del Gobierno de Mariano Rajoy sembraron el abono para un nuevo ataque de los mercados. Fuentes comunitarias señalaron, incluso, que España iba a pedir ayuda al fondo de rescate para sanear la banca, algo que el Gobierno y la Comisión desmintieron. Pero el resultado fue que la prima de riesgo se disparó a los 350 puntos y la Bolsa sufrió la cuarta mayor caída del año.
Al igual que Schäuble, el resto de socios europeos han querido evitar dar alas de nuevo a la incertidumbre y han cerrado filas en torno al ministro español, Luis de Guindos.
"Estoy muy contento con lo que están haciendo los españoles", ha señalado el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. "España está en una situación difícil, pero hace todo lo que podemos esperar razonablemente de España y por eso estoy menos preocupado", ha añadido quizás aludiendo a Olli Rehn, que no ha perdido la oportunidad de recordar a nuestro país la importancia de impulsar reformas y recortar el gasto público, al tiempo que elogiaba los "esfuerzos" del Gobierno.
Examen a los presupuestos españoles
Ese esfuerzo se traduce en una reducción del déficit del 8,51% del PIB al 5,3% comprometido con Bruselas. El ajuste quedará recogido en los Presupuestos Generales que el Consejo de Ministros aprobará este viernes y que De Guindos ha explicado partida por partida a sus colegas europeos en Copenhague.
“España va a dejar de ser un problema para los españoles y para la UE“
"Es un presupuesto que va a convencer. Estoy absolutamente seguro", ha asegurado el ministro español de Economía a su llegada a la reunión informal del Eurogrupo ."España va a dejar de ser un problema especialmente para los españoles y también para la propia Unión", ha añadido.
El relevo en el BCE se retrasa a abril
Otro de los puntos del día, el relevo en el directorio del BCE, seguirá en el aire hasta mediados de abril. Los ministros de la eurozona no han conseguido llegar a un acuerdo para nombrar al sustituto del español José Manuel González-Páramo, cuyo mandato expira el 31 de mayo.
El gobernador del Banco Central de Luxemburgo, Yves Mersch, es el que parte favorito en la carrera, mientras que las opciones del candidato español Antonio Sáinz de Vicuña se desinflan, según fuentes diplomáticas.
En la previsible derrota del candidato del Gobierno han pesado sobre todo dos factores. En primer lugar, a Sáinz de Vicuña no le han perdonado su perfil de jurista en un mundo copado por gobernadores de bancos centrales. Pero sobre todo el hecho de que el presidente del BCE sea un italiano, Mario Draghi, y el vicepresidente un portugués, Vítor Constancio, dos representantes de los países del sur sometidos a una asfixiante presión por parte de los mercados. Por ello, los países de la 'triple A' han querido evitar que España se sumase al grupo de los estados miembros que consideran menos estrictos en materia de lucha contra la inflación.
De la silla del BCE dependerá el movimiento en otras instituciones financieras europeas: la presidencia del Eurogrupo (que podría recaer en Schäuble), la dirección del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (que se da por asignada a Francia) y la presidencia del fondo de rescate, el posible premio de consolación a España.