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Las lluvias llegarán a partir del domingo y predominarán toda la Semana Santa

  • La AEMET espera lluvias en toda España de cara a la Semana Santa
  • También un descenso generalizado de las temperaturas
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Lluvias en el oeste de Andalucía y Extremadura

El primer fin de semana de la Semana Santa llegará este viernes con nubes, lluvias y tormentas en el sur de la Península y Melilla y con sol y cielos despejados en el noroeste peninsular, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Así, el portavoz de la AEMET, Fermín Elizaga ha explicado a Europa Press que "el escenario más probable" para la Semana Santa es lluvioso, ya que desde este jueves y viernes las precipitaciones afectarán al cuadrante suroeste peninsular y, a partir del domingo hasta el jueves y viernes Santo, podrían producirse prácticamente en toda España, salvo en Canarias, por lo que afectará a la segunda fase de la operación salida previsto por la DGT.

De este modo, ha precisado que la inestabilidad se va confirmando, ya que, desde este jueves, una borrasca se situará al suroeste de la Península y provocará un incremento de inestabilidad que se irá extendiendo al resto de España en los días venideros.

Por ello, ha indicado que este jueves y viernes la nubosidad será "más importante" en el cuadrante suroeste pero que, a partir de ahí, irá extendiéndose progresivamente a lo largo de los días hacia el interior peninsular, Ceuta y Melilla, dejando chubascos generalmente débiles que podrían producirse "casi en cualquier punto de España" entre el lunes y el jueves santo y, además, "casi a cualquier hora del día o de la noche".

Asimismo, ha adelantado que las precipitaciones en forma de chubascos y localmente con tormentas comenzarán de forma débil el viernes y se extenderán el sábado, cada vez con mayor intensidad y frecuencia, al resto del cuadrante suroeste y Andalucía oriental, afectando además de forma débil el domingo a otros puntos del interior.

Sin lluvias hasta el domingo

Concretamente, ha apuntado que desde este jueves al Domingo de Ramos, estarán "prácticamente libres de precipitaciones" las zonas del Mediterráneo, Cantábrico, valle del Ebro y Baleares, que quizá registrarán intervalos de nubes medias y altas. "Es la típica situación de inestabilidad de la primavera", ha comentado.

Mientras, en Canarias, existe la posibilidad de algunas lluvias débiles en el norte de las islas de mayor relieve y el viernes el viento soplará con carácter moderado a fuerte de Levante en el área del Estrecho y Alborán, amainando posteriormente.

Para la próxima semana, el portavoz de la AEMET ha añadido que "lo más probable" es que la inestabilidad se extienda a toda la Península, Baleares, Ceuta y Melilla, donde se esperan "nubes abundantes, lluvias y chubascos frecuentes y ocasionalmente acompañados de tormentas" y ha subrayado que, en algunos puntos, las precipitaciones serán "muy abundantes", tiempo que en Canarias también podría llover de forma débil en el norte de las islas de mayor relieve.

Respecto a las temperaturas, ha precisado que a medida que vaya aumentando la nubosidad, "se mantiene una ligera tendencia a bajar, sobre todo en el suroeste peninsular" y las diurnas irán descendiendo de forma ligera a moderada de forma gradual y las nocturnas ascenderán ligeramente, también gradualmente o se mantendrán sin cambios. Los vientos no soplarán de forma significativa, menos en las zonas de tormenta.

La dinámica atmosférica está en transición

Tras varios meses de sequía meteorológica, podría dar la impresión de que con la llegada de la Semana Santa llegan las lluvias, que ya afectaron durante ese mismo periodo a casi todo el país durante 2011.

A este respecto, Elizaga ha explicado que, desde el punto de vista meteorológico "no hay razón", pero que las lluvias en esta época son "bastante explicables" puesto que en primavera, y sobre todo al principio de la estación el tiempo suele ser "muy cambiante y la dinámica atmosférica está en transición", entre un invierno que es más estable y una primavera y verano, más inestables.

De este modo, ha reconocido que esta inestabilidad provoca también problemas a los predictores meteorológicos, que tienen más dificultades, porque la predictibilidad suele ser menor. "En la época de Semana Santa se produce una mayor variabilidad y menor predictibilidad", ha concluido.