Graban un espectacular tornado solar cinco veces más grande que la Tierra
- Los astrónomos señalan que es la primera vez que se graba uno tan grande
- Ha sido descubierto por astrónomos de la Universidad de Aberystwyth
- Puede ayudar a comprender las causas de las tormentas espaciales
La actividad solar se ha incrementado notablemente en el mes de marzo. Al margen de las poderosas llamaradas solares que se han producido en las últimas semanas y que han producido varias tormentas solares, un nuevo fenómeno ha llamado la atención de los astrónomos por su carácter "único y espectacular".
En esta ocasión, un equipo de científicos de la Universidad de Aberystwyth, han grabado un monstruoso tornado solar cinco veces más grande que las dimensiones de la Tierra y que se puede desplazar 300.000 kilómetros por hora, según recoge la publicación especializada Space.
La diferencia, aseguran los investigadores, es extraordinaria, ya que los tornados terrestres alcanzan una velocidad máxima en torno a los 480 kilómetros por hora.
Estos tornados están compuestos por gases que alcanzan temperaturas de 2 millones de grados centígrados. Están formados e impulsados por el poderoso campo magnético de la del Sol, lo que genera sus vertiginosas velocidades.
El tornado solar, calificado por los expertos como "un evento único y espectacular", ha sido captado por el Observatorio de Dinámica Solar (SDO), un satélite de la NASA que estudia el comportamiento del astro rey.
El acontecimiento fue filmado en septiembre del año pasado, pero las imágenes no se han hecho públicas hasta este viernes, cuando los científicos lo han presentado en la Reunión Nacional de Astronomía que se celebra esta jornada en Inglaterra y será publicado en la revista Astrophysical Journal.
Los astrónomos señalan que "tal vez sea la primera vez que se logra captar un tornado solar de semejantes características". Anteriormente se habían recogido otros pequeños tornados, "pero nunca se habían grabado", explica Huw Morgan, uno de los investigadores.
De este modo, los científicos esperan que este descubrimiento les permita ayudarles a comprender mejor el clima espacial y las causas de las tormentas espaciales, que podrían llegar a causar graves daños en los satélites que orbitan el planeta e incluso derribar el sistema de telecomunicaciones de la Tierra.