Los ideales se transforman en arte en una exposición de la Fundación Juan March
- La muestra recoge 700 obras de 250 artistas de unos 30 países
- Marcel Duchamp, Kandinski, Kokoschka, Le Corbusier, entre los artistas
Las vanguardias históricas se apoderaron de la tipografía para difundir sus mensajes, que quedaron plasmados en diseños, fotomontajes, libros, revistas, carteles, postales, maquetas o bocetos, un ejemplo de los cuales puede verse en la exposición La Vanguardia aplicada, en la Fundación Juan March.
Casi 700 obras, desde la última década del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX, de 250 artistas de unos 30 países conforman un relato visual del impacto de los ideales de las vanguardias históricas en los ámbitos de la propaganda política e ideológica; la publicidad y los medios de comunicación; la arquitectura; el diseño urbanístico y de interior; las exposiciones; el teatro, el cine y la fotografía.
En esta amplia lista de artistas figuran, entre otros, los nombres de Tarsila do Amaral, Guillaume Apollinaire, Rafael Barradas, Robert y Sonia Delaunay, Oscar Domínguez, Marcel Duchamp, Kandinski, Kokoschka, Le Corbusier, Fernand Léger, Malévich, Mies van der Rohe, Joan Miró, Popova, Man Ray, Rodchenko o Yves Tanguy.
Más allá de contemplar obras de arte
Con esta muestra, la Fundación March continúa con la línea de ir añadiendo propuestas que dan un paso más allá de la mera contemplación de obras de arte, en opinión de Javier Gomá, director de la institución.
La Historia del Arte, ha señalado Gomá, ha sido la historia de las obras únicas o irrepetibles. Junto a esta gran historia ha convivido la del grabado, con autores como Rembrandt o Durero, "y junto a esta ha habido otra, la de las artes y oficios, que tiene que ver con lo tipográfico y en la que no importa cuál es la mano que crea".
En esta historia, la personalidad del artista queda disuelta "y la exposición trata de mostrar que, algunos de los rasgos más innovadores del arte en mayúscula, la Vanguardia los extendió a lo tipográfico", ha destacado el director de la Fundación.
Con ediciones infinitas, estos artistas aplicaron toda su ambición al diseño gráfico y la tipografía, que habían permanecido en un plano más secundario. Esta es la historia de la cartelería, de los libros, las revistas o los pasquines.
El libro se convierte en arte
El libro, "que había sido un instrumento de un bien superior, de transmisión del conocimiento, se convierte él mismo en arte", en opinión de Gomá, para quien la exposición permite apreciar la evolución de las innovaciones del arte de vanguardia, aplicadas a la tipología.
Para Manuel Fontán, director de exposiciones de la Fundación March, la muestra no es "una exposición de tipografía, es una exposición de arte, sobre el impacto que tuvieron los ideales de la vanguardia histórica hasta los años 50".
En su opinión, la vanguardia propuso cambiar el papel del arte por un papel transformador. "Los artistas tienen que cambiar la realidad y quieren hacerlo en todas las escenas de la vida, y lo primero de todo es plantearse el modo de contar cómo quieren cambiar la vida".
El recorrido por la exposición, en el que no se ha tenido en cuenta ni el discurso cronológico, ni los diferentes movimientos o tendencias, abre los ojos "al valor del arte del diseño gráfico y la experimentación tipográfica de las vanguardias históricas", según Fontán.
Se trata, por tanto, de llamar la atención sobre el hecho de que el presunto carácter secundario de las manifestaciones de lo que se ha llamado vanguardia aplicada "es también una condición propia de ese arte presuntamente primordial, puro".
Las obras recogidas en la exposición proceden de dos importantes colecciones internacionales. Por una parte la del estadounidense Merrill C. Berman y por otra la del santanderino José María Lafuente, quienes también han colaborado en la organización de la muestra, que permanecerá abierta hasta el 1 de julio