Dimite el presidente de Hungría tras ser acusado de plagiar su tesis doctoral
- Una revista denunció en enero que gran parte de su tesis había sido copiada
- La Universidad investigó el caso y le quitó el jueves pasado su título de doctor
El presidente de Hungría, Pál Schmitt, ha anunciado este lunes en el Parlamento que dimitía de su cargo después de que se le haya retirado su título de doctor por plagio.
"Dado que según la Constitución la figura del presidente debe representar la unidad de la nación húngara y que mi persona se ha convertido desgraciadamente en sinónimo de división, sé que mi deber es dejar mi puesto", ha declarado ante los diputados.
El escándalo salió a la luz cuando la revista HVG aseguró en enero que gran parte de la tesis del presidente fue copiada de diversas fuentes, por lo que la Universidad de Medicina Semmelweis de Budapest investigó el trabajo y decidió el jueves pasado retirarle el título.
"En esta situación siento como una obligación terminar mi servicio y dimitir de mi mandato presidencial", ha manifestado.
Schmitt ha criticado a la comisión que decidió quitarle el título, afirmando que han tomado la medida sin conocer su postura y ha anunciado que apelará esa decisión y que llevará el caso ante la Justicia.
Toda la oposición húngara había pedido la semana pasada su renuncia por considerar que el plagio ensombrece la honestidad que debe exigirse a un jefe de Estado.
Su tesis, galardonada en 1992 con la nota de "suma cum laude", llevaba el título "Análisis del programa de los Juegos Olímpicos modernos".
Apoyo del gobernante Fidesz
Schmitt, ganador de dos medallas de oro en sable en los Juegos de México 1968 y Múnich 1972, es presidente húngaro desde 2010, un cargo que obtuvo con el apoyo del gobernante y conservador partido Fidesz.
El presidente magiar también fue embajador de Hungría en España entre 1993 y 1997 y es presidente del Comité Olímpico húngaro desde 1990.
Durante su presidencia apoyó la política del primer ministro, Viktor Orbán, firmando controvertidas leyes, criticadas ampliamente por la Unión Europea y EEUU, que ponen trabas a la libertad de prensa y limitar la separación de poderes.
Según la legislación húngara, el Parlamento tiene ahora un mes para elegir el nuevo presidente.
Este deberá ser mayor de 35 años y tendrá que conseguir en la primer vuelta más de dos tercios de los votos, y como el Fidesz cuenta con esa mayoría, no se espera que la votación se repita.