El código QR bidimensional que guarda los presupuestos, un "código de barras" moderno
- Montoro ha entregado los presupuestos en un código QR
- Son una matriz de píxeles que almacenan la información en bits
- Se leen con la cámara de fotos de cualquier móvil
En la clásica foto de la presentación de los Presupuestos Generales del Estado de hoy el Ministro de Hacienda utilizó un formato relativamente moderno como novedad: un código QR bidimensional o bidi, que es el último de la simbólica lista de "formatos modernos para reemplazar a las toneladas de papel" por los disquetes, el CD-ROM y los DVD y las memorias Flash que todavía se usaron en el día de hoy.
Los códigos QR o "bidi" (bidimensionales) no son todavía tan universales como los códigos de barras pero han ido ganando cierta popularidad. Básicamente se trata de una matriz de píxeles que en forma de bits almacenan información y que se pueden leer con una cámara.
“Son una matriz de píxeles que en forma de bits almacenan información“
Al igual que un código de barras guarda un número de varios dígitos, los códigos QR pueden guardar más caracteres (bytes): entre cientos y varios miles, según el tamaño de la imagen.
Cualquier teléfono móvil puede leerlos mediante un QR reader o software especial, que se puede descargar gratuitamente. Los códigos QR se utilizan habitualmente en anuncios publicitarios en revistas, periódicos, vallas, carteles en las tiendas, productos del supermercado…
Sus usos son muy variados y suelen incluir casi siempre una dirección de una página web en la que acceder a más información sobre el objeto físico que se está viendo.
La forma en que están diseñados los códigos QR permite incluir más datos en menos espacio. Un cartel en la calle puede incluir un número de teléfono, una dirección web o el precio de un coche o una casa, por ejemplo.
Los QR también incluyen técnicas de corrección de errores, para poder detectar si ha habido algún problema en su lectura, recomponiendo en parte la información perdida.
Toda una evolución de formatos
Hasta la llegada de la era informática, los Presupuestos Generales del Estado simbolizaron las montañas de papel fruto del trabajo de concienzudos funcionarios que debían realizar los cálculos metódicamente y trasladarlos a papel en una labor cuando menos engorrosa. Las cajas apiladas de papel eran todo un símbolo de esa dedicación, pero también un símbolo del pasado.
“De las cajas apiladas llenas de papeles, a las memorias USB“
La llegada de las hojas de cálculo, los programas de tratamiento de texto y los formatos de almacenamiento modernos marcaron un primer cambio: todas esos miles de hojas de presupuestos podían almacenarse fácilmente en varios disquetes – cada uno de los cuales tenía una capacidad de 1 MB, aproximadamente. Lo siguiente fueron los CD-ROM, equivalentes a unos 600 disquetes, seguidos de los DVD, que con unos 5 GB podrían almacenar los presupuestos de toda la historia sin mayores problemas.
Lo más reciente y que todavía se utiliza son las memorias Flash USB: en un pequeño "pincho" pueden guardarse varios gigabytes de datos, y probablemente los presupuestos actuales no ocupen mucho más que una pequeña parte de la memoria de un pendrive moderno.
El código bidimensional presentado por el Ministro Montoro hoy prácticamente no ocupa espacio ni pesa más que unos pocos gramos. En su interior, cifrada en binario, hay una secuencia de 106 caracteres, números y letras, que en concreto apuntan a esta página web:
Desde allí es desde donde cualquiera puede descargarse a través de Internet, en cómodos tomos, el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado.