Mueren altos cargos deportivos tras un atentado suicida en Mogadiscio
- En el lugar se encontraban varias personalidades del Gobierno
- Una mujer que se hizo pasar por periodista se ha inmolado
Un atentado suicida perpetrado durante una ceremonia en el Teatro Nacional de Mogadiscio, que reabrió el pasado marzo sus puertas, ha dejado al menos cuatro muertos, según Reuters. Entre ellos se encuentran algunas autoridades deportivas del país.
El ministro somalí de Defensa, Hussein Arab Isse, ha confirmado a Efe que el primer ministro del país, Abdiweli Mohamed Ali, estaba hablando en la ceremonia en el momento de la explosión, aunque no resultó herido, al igual que otros tres miembros de su gabinete que también resultaron ilesos
Sin embargo, entre los muertos sí se encuentran dos altas personalidades del mundo deportivo somalí, el presidente del Comité Olímpico de Somalia, Aden Yabarow Wiish, y el presidente de la Federación de Fútbol Somalí, Said Mohamed Nur, han dicho a la misma agencia testigos sobre el terreno.
El ministro somalí de Finanzas y dos diputados del país africano sí resultaron afectados por la explosión, así como varios periodistas y destacados artistas somalíes.
Por otra parte, el director de la Televisión Nacional Somalí, Liban Ali Nur, presente en el teatro en el momento de la explosión, ha manifestado a Efe que una mujer se hizo pasar por periodista y se inmoló en medio del acto, organizado por el Gobierno Federal de Transición de Somalia
Reapertura del teatro, símbolo de la reconstrucción
El atentado ha tenido lugar durante una ceremonia oficial celebrada en el Teatro Nacional de Mogadiscio, que había reabierto el mes pasado tras permanecer cerrado durante veinte años debido a la guerra civil en Somalia.
El presidente somalí, Sharif Sheikh Ahmed y el primer ministro Abdiweli Mohamed Ali, había presidido la reapertura del Teatro Nacional, el 19 de marzo, por considerarlo un símbolo de la reconstrucción de Mogadiscio, los islamistas han abandonado Shebab pasado mes de agosto.
La milicia islamista de Al Shabaab manifestó el pasado 14 de marzo, después de que uno de sus terroristas suicidas atacaran el palacio presidencial, que los atentados continuarían.
El pasado febrero, tropas etíopes y somalíes tomaron Baidoa, ciudad del centro-sur de Somalia y bastión de la milicia islamista. Al Shabab, que controla buena parte del centro y sur de Somalia, combate contra las tropas del internacionalmente respaldado Gobierno Federal de Transición somalí y las de la Misión de la Unión Africana en el país para instaurar un Estado musulmán de corte wahabí en la zona.
Somalia vive en una permanente guerra civil y carece de un Gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país en manos de jefes tribales y "señores de la guerra", milicias islámicas e incluso de bandas de delincuentes armados.