La arquitectura ocupa un nuevo espacio tras el 'boom' inmobiliario
- Daniel y Ana dejaron los tradicionales estudios de arquitectura
- Espacia, su empresa, espera lanzar una aplicación para móviles
El estallido de la burbuja inmobiliaria ha obligado a replantear el trabajo de muchos profesionales, como los arquitectos, para los que ya nada es lo mismo.
El tradicional estudio de arquitectura donde el éxito se medía por el número de proyectos, deja paso a otro concepto. “En el boom inmobiliario nos han explotado muchísimo”, señala Daniel Sanz, arquitecto, que ha trabajado durante ocho años en los tradicionales estudios de arquitectura.
Daniel y su socia, Ana Latorre, creen que ese modelo “se ha acabado”, porque compite en precio, pero reduce al mínimo aspectos que afectan directamente a quien después “va a estar hipotecado durante treinta años y habitando esa vivienda”.
Ana ha hecho un master en diseño y arquitectura de interiores y también acumula experiencia en estudios de arquitectura. Daniel se dedica más a la arquitectura y la construcción, mientras Esther es la socia que ha aportado el capital. Los tres crearon Espacia, en mayo de 2011, una empresa con forma de sociedad limitada.
Una oportunidad aprovechada
El camino de estos tres empresarios había comenzado un año antes, a través del portal de la Comunidad de Madrid, donde por ser autónomos les concedieron un curso gratuito de creación del plan de empresa. En esa tarea contaron con el asesoramiento de un consultor de Deloitte.
Ese paso fue clave, señala Daniel, porque con el plan de empresa y el capital que presentaron lograron superar un concurso del Ayuntamiento de Madrid para que Espacia tuviera un lugar en el Vivero de Empresas del distrito madrileño de Moratalaz.
El Ayuntamiento de Madrid les deja un local durante tres años “a un precio razonable” y en ese período cuentan también con apoyo, a través del programa Madrid Emprende, para participar en eventos empresariales y darse a conocer.
En todo ese proceso, asegura Daniel, han contado con el respaldo de sus familias, apoyo “moral y económico”, y saben por eso que “si las cosas van mal, van a estar ahí”.
El triángulo de Pitágoras
El vivero “no es solo un local”, es también la oportunidad de hacer alianzas. Espacia ha formado equipo allí con otras dos empresas de diseño gráfico y comunicación, que asesoran a sus clientes cuando la reforma que quieren hacer es para el local de su propio negocio.
También han llegado a un acuerdo con un banco que ofrece financiación para realizar los proyectos. Se cierra así un triángulo, “triángulos de Pitágoras por todas partes”, explica Daniel. El banco financia a un cliente “solvente” y así es cómo al final llegan a ser un producto “con valor añadido”.
La facturación de Espacia en 2011 fue de 80.000 euros. Algunos meses los ingresos son de 0 euros, reconoce Daniel, pero “lo que este mes no he ganado se compensa el siguiente, y sino el siguiente”. Ana y Daniel ganan 2.000 euros mensuales de media cada uno.
Por lo general, lo más idóneo es que los clientes se pongan en sus manos antes incluso de adquirir la vivienda o el local que desean rehabilitar. Ellos también prestan asesoramiento sobre el mejor precio para comprar la vivienda o local, y cuál es el límite a pagar para que esa adquisición sea rentable en un futuro.
Aplicación para móviles
El futuro de Espacia a corto plazo pasa por una aplicación para móviles, Valora, que servirá precisamente para eso: calcular el precio más rentable para la compra de un local, vivienda o garaje. El proyecto solo está pendiente ahora de su aprobación por la tienda que ofrece la descarga de las aplicaciones.
El funcionamiento es sencillo: el precio de un local dependerá de la rentabilidad que se puede obtener de él en un futuro. A través de esa aplicación, se podrá calcular así el mejor precio de compra de cualquier inmueble.
"Una cosa está clara, el precio de compra puede ser especulativo o no", señala Daniel, "pero el de alquiler no, porque hay más mercado" y competencia. "Si vas a comprar un inmueble que te va a dar poca rentabilidad, compra otro", añade. Por ejemplo, "si un inmueble se puede alquilar por 800 euros, la reforma y el local te tienen que costar como mucho 160.000 euros" y añade Daniel, que si no es así, "mejor meterlo en Bolsa y comprar letras del Tesoro". Al final, el objetivo es "educar al cliente", porque así, a largo plazo, nadie pierde.
En cuanto al parque de viviendas en España "el futuro es maravilloso", anticipa Daniel. Se espera que, como muy tarde, el 1 de enero de 2013 se empiece aplicar la normativa europea por la que las inmobiliarias tendrán que informar del coste de consumo de energía de cada vivienda, algo que ya se hace en otros países como Italia. Se abrirá todo un mundo de posibilidades para los proyectos de empresarios como Daniel y Ana.