Bruselas pide unidad a la eurozona tras los ataques de Sarkozy y Monti a España
- Una misión de la Comisión Europea ha llegado este jueves a Madrid
- Vigilarán las medidas del Gobierno para corregir los "desequlibrios macroeconómicos"
- En febrero, España suspendió en el 60% de los indicadores
La Comisión Europea ha rehusado comentar las declaraciones del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en las que pedía prudencia en sus comentarios sobre España a otros dirigentes europeos, pero sí ha solicitado unidad a los 17 países miembros de euro en la defensa de sus intereses comunes.
"Queremos que los 17 miembros de la zona euro avancen juntos para preservar el bien común: el euro", ha recalcado en la rueda de prensa diaria de la Comisión el portavoz Olivier Bailly, quien ha evitado entrar a comentar en detalle las declaraciones efectuadas estos últimos días por los líderes europeos.
Bailly ha incidido, no obstante, en que "un problema sobre la estabilidad macroeconómica y financiera de uno de los 17 países de la zona euro afecta a todos los demás" y ha asegurado que la CE "siempre ha presionado por soluciones colectivas y acciones consensuadas".
El portavoz ha recordado que hasta ahora los países del euro han actuado de manera coordinada siempre que ha habido que adoptar decisiones importantes como los rescates de Grecia, Irlanda, y Portugal, la creación de los fondos europeos de rescate o la adopción de las nuevas normas para reforzar la gobernanza económica. "Ayer, hoy y mañana mantendremos la misma línea", ha insistido.
Estas declaraciones se han producido a raíz de una pregunta sobre las tensiones surgidas recientemente entre los líderes italiano, francés y español por comentarios sobre la situación económica que atraviesa España.
Rajoy pidió este este miércoles prudencia a los demás dirigentes europeos y aseguró que todos los países tienen problemas y trabajan para solucionarlos, pero que España no habla de otros socios europeos ni va contra nadie en el seno de la UE. Este jueves, en rueda de prensa con el primer ministro polaco, ha vuelto a exigir "sensatez y sentido común para evitar generar alarmas injustificadas".
La misión de la CE llega a Madrid
La advertencia de Rajoy se produce después de que trascendieran por segunda vez en los últimos días unas declaraciones en las que el primer ministro italiano, Mario Monti, achacaba la subida de la prima de riesgo italiana a la inestabilidad en España.
El presidente francés, Nicolás Sarkozy, por su parte, también ha utilizado a España como diana en su campaña electoral y se ha presentado como la solución para evitar que Francia acabe en una situación económica como la española o la griega.
Y, debido precisamente a los desequilibrios macroeconómicos de la economía española, este jueves ha llegado a Madrid un grupo de expertos de la CE para revisar las medidas que está tomando el Gobierno para corregir esas irregularidades.
"Se trata de una misión sobre un estudio en profundidad que lleva tiempo planificado para un número de Estados miembros, no solo para España", han precisado fuentes comunitarias. Esta supervisión forma parte de las nuevas medidas de la Unión Europea para prevenir los desvíos macroeconómicos graves, como las burbujas inmobiliarias o el desempleo excesivo, que en algunos países han agravado el impacto de la crisis.
La CE ha querido dejar claro que la misión "no tiene nada que ver" con la situación actual del país o el análisis de sus cuentas que debe llevar a cabo Bruselas. "Quiero dejar claro que no tiene nada que ver con otros elementos que están actualmente en discusión con las autoridades españolas", ha explicado Bailly.
El Ejecutivo comunitario ya había revelado que la misión, que se quedará hasta este viernes, tendría lugar a mediados de abril sin concretar la fecha del viaje.
Suspenso en macroeconomía
El pasado 14 de febrero, la CE presentó su primer informe del llamado "mecanismo de alerta" sobre el nuevo procedimiento por desequilibrios macroeconómicos y anunció que vigilará de cerca la situación económica de doce países miembros, entre ellos España, Italia, Francia y Reino Unido.
España suspendió en seis de los diez indicadores macroeconómicos en los que Bruselas basó su análisis: la balanza por cuenta corriente, la posición neta de inversión internacional, la cuota de mercado de las exportaciones, la deuda pública, la deuda del sector privado y el desempleo.
Los países afectados que no tomen las medidas oportunas para corregir estos desequilibrios señalados por la Comisión tendrán, en última instancia, que pagar sanciones económicas de hasta el 0,1 % de su PIB, lo que equivaldría en el caso de España a unos 1.000 millones de euros.
En cualquier caso, antes de que eso ocurra, Bruselas emitirá nuevas recomendaciones en mayo o junio a partir de las conclusiones de estas misiones sobre el terreno de sus expertos.
Si los supervisores constatan que los desequilibrios son tan graves como para poner en riesgo el funcionamiento adecuado de la Unión Económica y Monetaria, la Comisión puede recomendar la apertura de un Procedimiento por Desequilibrio Excesivo a un país. Entonces, el país en cuestión tendrá que aplicar nuevas medidas detallando las fechas en las que pretende corregir las distorsiones.