Los partidos italianos someterán sus cuentas a una auditoría anual para evitar irregularidades
- Acuerdo de PDL, Partido Democrático y Tercer Polo
- La decisión llega tras el escándalo de uso de fondos por parte de Bossi
- Las formaciones políticas reciben ingentes cantidades de dinero público
Los principales partidos políticos italianos han logrado un acuerdo para su financiación tras los últimos escándalos. Fueron más de cinco horas de debate propiciado, en última instancia, por la vida de lujo de la familia del líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, con el dinero destinado a su partido.
PDL, Partido Democrático y Tercer Polo han suscrito la obligatoriedad de que sus cuentas sea auditadas. Por eso, todos los partidos deberán presentar un detalle de ingresos y gastos antes del 15 de julio de cada año.
El resultado del estudio se trasladará a los presidentes de las Cámaras antes del 30 de septiembre. Cualquier irregularidad conllevará sanciones administrativas de índole económica. Esa multa será el triple del dinero administrado de manera no regular. Esta actividad de control se iniciará sobre las cuentas del pasado año.
Se pone fin a las grandes donaciones anónimas. Cualquier entrega superior a 5.000€ deberá ser hecha pública. Hasta ahora el límite estaba en 50.000€.
Dinero público
Se trata de un reajuste y de transparencia. No de un recorte. Los partidos seguirán percibiendo ingentes cantidades de dinero público. Desde 1994 los gastos electorales han ascendido a 500 millones de euros pero el estado ha entregado más de 2.000 millones a todas esas formaciones.
A esa cantidad hay que sumar los 220 millones anuales de subvención a los partidos. ¿Qué han hecho con el resto del dinero? Hasta hoy es un capital que ha circulado sin control.
Pese al pacto, no se abordan todas las irregularidades: los partidos difuntos. Son aquellos que no existen pero siguen percibiendo sueldo público como hace unas semanas se descubrió que ocurría con la Margherita, una formación desaparecida en 2007 pero que siguió percibiendo dinero durante toda una legislatura porque, en Italia, aunque se anticipen los comicios, los partidos siguen cobrando por una legislatura entera de cinco años, independientemente de la cantidad de elecciones que se haya celebrado en ese periodo.
Tras la corrupción de "Tangentopoli", los italianos votaron por terminar con la financiación pública de los partidos. Pero los baluartes del “manos limpias” también han metido la mano en el saco, como hicieron sus predecesores hace 20 años. Dos décadas después, Italia vuelve donde estaba.