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China intensifica su campaña contra los rumores difundidos a través de Internet

  • Han cerrado 42 webs y censurado 210.000 comentarios contra 'bulos' on-line
  • La campaña surgió tras una falsa noticia sobre un golpe de Estado en Pekín
  • Las autoridades chinas insisten en que los rumores "nunca serán tolerados"

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Las autoridades chinas han cerrado 42 páginas web y han borrado unos 210.000 comentarios on-line en la actual campaña contra los 'rumores' promovidos a través de internet.

Esta medida surgió el pasado mes de marzo, a raíz de una falsa noticia sobre un supuesto golpe de Estado en Pekín que se extendió ampliamente por la red, según informa la agencia oficial Xinhua.

Sin embargo, no ha habido nuevas detenciones desde las seis anunciadas el 31 de marzo, según la información aportada por el alto cargo de la Oficina Estatal de Información en Internet Liu Zhengrong.

Liu reiteró que "la fabricación y diseminación de rumores a través de internet perturba el orden público y mina la estabilidad social", por lo que "nunca será tolerada" y los responsables "serán tratados de acuerdo con la ley".

En la campaña contra los rumores, que ha incluido una fuerte propaganda en los medios estatales, también se obligó a los dos servicios de microblog más usados en China, Sina y Tencent, a deshabilitar la función de comentarios durante varios días, con el fin de "hacer limpieza" de sus contenidos.

La fabricación y diseminación de rumores en la Red nunca será tolerada

A la campaña se unió posteriormente el buscador chino Baidu, el más utilizado en el gigante asiático. El buscador, que concentra alrededor del 60% de las búsquedas de la comunidad internauta china, ha prometido "borrar información ilegal y falsa" en sus resultados de búsqueda.

Pese a los fuertes controles de contenidos, China tiene la mayor comunidad de internautas del mundo (513 millones), y muchos ciudadanos confían más en las redes sociales y los foros internautas para informarse, ya que en ellos aparecen a veces informaciones que no reflejan los medios oficiales o los convencionales.

Esta confianza en la red, no obstante, ha motivado en ocasiones olas de descontento social o incluso de pánico, como ocurrió el pasado año tras la catástrofe nuclear japonesa de Fukushima, en la que circularon en internet rumores de que la radiactividad afectaba a China.