EE.UU.cancela el acuerdo de ayuda alimentaria con Corea del Norte en represalia por el cohete
- El Consejo de Segurida ha condenado el lanzamiento
- Japón estudiará la imposición de sanciones económicas
- Corea del Sur, en alerta por una posible reacción agresiva
Estados Unidos no seguirá adelante con un acuerdo por el que se comprometió el pasado febrero a proporcionar ayuda alimentaria a Corea del Norte, y que permanecía suspendido hasta ahora, han anunciado este viernes la Casa Blanca y el Departamento de Estado. El lanzamiento fallido de un cohete de largo alcance por parte de Pyongyang es "suficiente para romper el acuerdo", ha dicho el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, en su conferencia de prensa diaria, según informa Efe
La Casa Blanca ha calificado la acción del régimen de Pyongyang de "provocación". "Pese a que esta acción no nos sorprende, dado el patrón de comportamiento agresivo de Corea del Norte, cualquier actividad de misiles norcoreana es una preocupación para la comunidad internacional", indica en un comunicado.
Además de criticar la prueba, Corea del Sur teme que el fracaso de la misma provoque una reacción agresiva en su vecino del norte. Un funcionario del Ministerio de Defensa surcoreano, citado por Reuters pero sin revelar su nombre, asegura que "es muy alta la posibilidad de un lanzamiento adicional de un cohete de largo alcance o de una prueba nuclear, así como una provocación militar para fortalecer la solidaridad interna".
Condena del Consejo de Seguridad de la ONU
El Consejo de Seguridad de la ONU ha deplorado este viernes el lanzamiento de un cohete norcoreano de largo alcance, pese del fallo en el lanzamiento, una acción que considera que viola dos resoluciones previas. También lo condenado la Casa Blanca, que ha calificado la acción del régimen de Pyongyang de "provocación que amenaza la seguridad nacional" además de una violación de la ley internacional.
"Los miembros del Consejo de Seguridad deploran el lanzamiento, que viola las resoluciones 1718 y 1874", ha dicho ante la prensa la presidenta de turno del Consejo, la embajadora estadounidense Susan Rice, quien ha indicado que se seguirá adelante con las negociaciones para lograr "una respuesta apropiada" a Pyongyang.
Rice ha realizado esa declaración después de que el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Oscar Fernández-Taranco, informara al Consejo en una reunión a puerta cerrada sobre el lanzamiento del cohete por parte de Corea del Norte que resultó en "un fracaso", según ha explicado la embajadora.
La diplomática norteamericana ha evitado detallar si las negociaciones entre los miembros del Consejo resultarán próximamente en la emisión de un comunicado de prensa más extenso o bien de una declaración presidencial, ambos documentos que deben adoptarse con el voto afirmativo de los quince miembros.
Rice ha recordado, ya en su capacidad como embajadora de Estados Unidos, que Washington ha condenado el lanzamiento norcoreano y ha subrayado que considera que el Consejo de Seguridad debe responder a éste "de manera creíble".
"Vamos a trabajar en esa dirección. Una reacción creíble es importante", ha añadido la diplomática antes de regresar a la sala del Consejo de Seguridad.
Condena de Japón y el G-8
El ministro de Finanzas japonés, Jun Azumi, ha anunciado que Japón estudiará la imposición de sanciones económicas contra Corea del Norte, en función de la respuesta de la comunidad internacional al lanzamiento, informa Reuters.
Para el G8 (EE.UU., Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Canadá, Italia, además de Rusia), se trata de una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad 1695, 1718 y 1874, que intentan limitar el desarrollo armamentístico y pruebas norcoreanas de misiles balísticos, según un comunicado consensuado del grupo.
El Gobierno chino, en cambio, ha pedido "calma" a la comunidad internacional. "Dadas las circunstancias actuales, cualquier decisión debe conducir a salvaguardar la paz y la estabilidad del este asiático y la península norcoreana", ha declarado el portavoz del ministro de Asuntos Exteriores, Liu Weimin, en una rueda de prensa ordinaria en la capital china.
El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, se ha manifestado en el mismo sentido y ha insistido en la necesidad de moderación y respuesta diplomática ante el lanzamiento.
Por su parte, también Australia y Nueva Zelanda se han unido a la condena internacional. La primera ministra australiana, Julia Gillard, ha dicho en un comunicado de prensa que al margen del resultado, el lanzamiento del cohete fue peligroso y desafía las resoluciones de la ONU. Gillard también insta al Consejo de Seguridad a reunirse con carácter de urgencia. El ministro australiano de Exteriores, Bob Carr, considera que es un "gesto de provocación que supone un retroceso en las negociaciones" para su desnuclearización.
Al igual que Carr, el jefe de la diplomacia neozelandesa, Murray McCully, considera que se trata de una "gran decepción"."El gobierno de Nueva Zelanda insta de manera urgente a Corea del Norte a cumplir con sus obligaciones de las resoluciones del Consejo de Seguridad, a cesar sus provocaciones y a tomar los pasos hacia su desnuclearización", ha declarado McCully.
Presión internacional
El anuncio de Corea del Norte, el pasado mes de marzo, había desatado las críticas de buena parte de la comunidad internacional, que consideraba el plan una prueba militar encubierta. Por su parte, Pyongyang precisaba que se trataba de un satélite de observación y que su lanzamiento pretendía conmemorar el centenario del nacimiento del fundador del país Kim il-sung.
Obama pidió a Pyongyang que abandonara su amenaza y llegó a suspender la ayuda de alimentos a Corea del Norte al considerar que el anuncio violaba el acuerdo internacional que prohíbe el lanzamiento de misiles.
Japón, que ordenó a sus tropas destruir el cohete si alguno de sus fragmentos amenazaban con caer sobre su archipiélago, activó este jueves sus sistemas de defensa ante el inminente lanzamiento y pidió a Corea del Norte que no lanzara el cohete.
Las llamadas a la contención de Pyongyang se han producido hasta el último momento. Precisamente, poco más de una hora antes de su lanzamiento, los ministros de Exteriores del G-8 pedían a Corea del Norte que abandonara su idea.
Otros lanzamientos
Corea del Norte lanzó en abril de 2009 el cohete Taepodong-2 con el satélite de comunicaciones Kwangmyongsong-2, que entró en órbita según el Gobierno norcoreano, aunque los servicios de inteligencia de Corea del Sur y Estados Unidos aseguran que cayó al mar sin alcanzar su objetivo.
El lanzamiento del cohete Taepodong-2 valió a Corea del Norte la condena de algunos países, que interpretaron entonces que también se trataba del ensayo encubierto de un misil balístico de largo alcance.
La ONU emitió en esa ocasión una declaración presidencial que consideró el lanzamiento una violación de la resolución 1718 de su Consejo de Seguridad, que restringe los ensayos de misiles balísticos y nucleares del país, aunque no llegó a decretar sanciones por falta de acuerdo.