Los países de la ALBA deciden "no participar" en próximas cumbres si no se incluye a Cuba
- La VI Cumbre de las Américas comienza con la ausencia de Cuba
- El anfitrión, Juan Manuel Santos, plantea el tema sin tapujos
- Las Malvinas y el narcotráfico son otros de los temas sensibles
Los países de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que aglutinan a 75 millones de habitantes de América Latina y el Caribe,
han decidido "no participar" en próximas Cumbres de las Américas si no se incluye a Cuba. El anuncio se ha realizado por medio de un comunicado difundido en Cartagena de Indias (Colombia) donde tiene lugar la VI Cumbre de las Américas.
Mientras, la VI Cumbre de las Américas ha comenzado en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias con la exclusión de Cuba como telón de fondo y la presencia de 31 jefes de Estado y Gobierno, todos los convocados menos los de Ecuador, Venezuela, tres de los ocho integrantes de la Alianza Boliviana.
"La hermana República de Cuba, como parte integrante de nuestra América, tiene el derecho incondicional e incuestionable de estar presente y participar en un plano de igualdad soberana en este foro", dice la nota de la ALBA integrada por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragüa, Ecuador y las islas Dominica, San Vicente y las granadinas y Antigüa y Barbuda. Y agrega: "en consecuencia manifestamos nuestra decisión de no participar en las próximas Cumbres de las Américas sin la presencia de Cuba".
Además, la ALBA ha exigido al Gobierno de EE.UU. el cese del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, así como el inicio del diálogo con este país.
Aumenta la presión
Pero las referencias a Cuba no han acabado aquí. El presidente de Colombia y anfitrión, Juan Manuel Santos, ha planteado sin tapujos el tema en su discurso de inauguración, al pedir no ser "indiferentes" y "tercos" ante los evidentes cambios que se están produciendo en Cuba.
“El presidente de Colombia dice que decisiones como excluir a Cuba ancla a las Américas en la era de la Guerra Fría“
Ha abogado de nuevo porque Cuba sea aceptada en las próximas cumbres: "No podemos ser indiferentes a un proceso de cambio al interior de Cuba, que es reconocido, y ese cambio debe continuar. Es tiempo de superar la parálisis que lleva a la terquedad, por el bien del pueblo cubano", ha declarado Santos, que ha pedido a los gobernantes, entre ellos Barack Obama, "tender puentes" para superar esas diferencias porque, a su juicio, el embargo ha sido "ineficaz".
También ha agregado que decisiones como excluir a Cuba ancla a las Américas "en la era de la Guerra Fría, superada hace varias décadas". El propio presidente de los Estados Unidos ha usado el término "Guerra Fría” en el Foro Empresarial de las Américas anterior a la cumbre.
Barack Obama ha asegurado que este tema le hacía sentir como en la "diplomacia de la Guerra Fría", época en la que "ni siquiera había nacido", ha indicado, al afirmar que "ese no es el mundo en el que vivimos hoy" y desear que se promueva la democracia en Cuba.
Por su parte, el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, ha considerado que se debe entablar un "diálogo, abierto, franco y racional". Cuba, "con su historia y probablemente también sus errores", es un "hermano" de los países presentes en las Cumbres de las Américas "y a un hermano no se le dice 'solo te acepto si tienes estas características'", ha señalado Lugo, para preguntarse luego si existe "algún país perfecto" que pueda juzgar a los otros.
En Quito, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien no ha asistido a la Cumbre en protesta por la exclusión de Cuba, ha deseado que la cumbre sea "un éxito", ratificando sus críticas a estas citas.
"No concebimos una Cumbre de las Américas sin un país americano como Cuba, sin tratar temas trascendentales como el bloqueo criminal a Cuba rechazado por las Naciones Unidas, por la mayoría de las naciones del planeta, o la colonización de las Islas Malvinas", ha comentado Correa en un programa que emite cada sábado por radio y televisión.
A la ausencia de Correa se ha sumado el líder nicaragüense, Daniel Ortega, quien ha decidido permanecer en Managua para asistir este sábado a un acto en solidaridad con Cuba.
Las Malvinas y el narcotráfico
Pero la cita de gobernantes también goza de diferencias sobre otros temas sensibles: la disputa por la soberanía de las islas Malvinas, que reclama Argentina pero están en poder de Gran Bretaña, y la guerra contra la drogas, que después de 40 años no ha dado los resultados esperados.
Antes de la cumbre, los presidentes de Centroamérica celebraron sin éxito una reunión para buscar un consenso sobre drogas, aunque sí han rechazado una defensa de la despenalización como sugiere el guatemalteco Otto Pérez Molina.
Esos desacuerdos ponen en peligro los objetivos de Colombia, que como anfitrión desea una declaración final consensuada sobre los temas oficiales de la cumbre: pobreza e inequidad, acceso a las tecnologías, desastres naturales, seguridad e integración física.
El deseo de Colombia es que Cuba, Malvinas y drogas se traten en comunicados aparte, pero los gobiernos de Argentina, Uruguay y Venezuela no están de acuerdo, lo que amenaza a la cumbre con no tener un comunicado final.