Argentina interviene YPF y anuncia la expropiación del 51% de la filial de Repsol
- La presidenta Fernández de Kirchner nacionaliza el sector de los hidrocarburos
- Solo comprará capital de la española, que hacía allí gran parte de su negocio
- Miembros del gobierno argentino ya están al mando en la sede de la empresa
- Los títulos de Repsol caen un 4% en Nueva York y los de YPF se desploman
- El Ejecutivo español "condena" la medida y anuncia "medidas contundentes"
Ver el texto del decreto de intervención de YPF y del proyecto de ley de expropiación (pdf)
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La presidencia argentina ha anunciado la expropiación del 51% de la petrolera YPF, filial de la española Repsol que representa una gran parte de su negocio, tras meses de tensión con la empresa y a pesar de las presiones de los últimos días del Gobierno español, que ha "condenado" una acción que ya es efectiva y que supone la pérdida de una gran parte del negocio de la multinacional.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha justificado la decisión porque considera que la empresa mantenía una insuficiente inversión y una escasa producción; lo que hizo que el año pasado, por primera vez desde que se privatizó la empresa en los años 90, Argentina tuvo que importar gas y petróleo.
La valoración de la compañía será efectuada por el tribunal de tasaciones, según el proyecto de ley [ver el documento en .pdf], al que ha acompañado un decreto presidencial [ver texto] que autoriza la toma inmediata del control de la compañía al ministro de Planificación, Julio de Vido. De hecho, altos cargos han acudido ya a la sede de la compañía para proceder al cese de los directivos actuales, algunos de los cuales han sido desalojados, informa el corresponsal de TVE en Buenos Aires, José Carlos Gallardo.
Fernández ha hecho el anuncio este lunes en un acto retransmitido en cadena por televisión, rodeada de ministros y otras autoridades que han roto en aplausos, en una puesta en escena en la Casa Rosada (sede de la presidencia) tan habitual como polémica en el país.
La noticia ha causado cierta sorpresa después de que el ministro de Industria español, José Manuel Soria, dijera el sábado que el diferendo se estaba "encauzando".
Reacción en los mercados
El anuncio se ha producido justo cuando estaba cerrando la Bolsa de Madrid, en la que las acciones de Repsol han subido un 0,06%, sin tiempo a reaccionar, aunque el rumor circulaba desde poco antes. En Nueva York, donde también cotiza, han peridido el 3,99%. Por su parte, los títulos de YPF en Buenos Aires han llegado a desplomarse un 20%, luego se han recuperado hasta bajar un 11% y finalmente han sido suspendidos de cotización.
El proyecto, de 19 artículos, precisa que YPF seguirá siendo una sociedad anónima en la que, de la parte del capital que tendrá el Estado, el 51% pasará a estar bajo control del Estado y el 49% restante se distribuirán entre las provincias, de forma que el primero tendrá el 26,01% por el 24,99% la segunda.
Hasta ahora, YPF estaba participada en un 57,43% por Repsol y un 25,46% por el grupo argentino Petersen. Según ha explicado la propia presidenta, la compra del Estado se dirigirá solo a las acciones de la española.
El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha "condenado" la "arbitraria" y decisión de Argentina y ha anunciado que emprenderá acciones en los próximos días para defender los intereses de Repsol, que su colega de Industria ha anunciado que serán "contundentes". Los dos ministros han comparecido tras reunirse en La Moncloa con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y han considerado que la decisión "rompe la amistad" con la excolonia.
Por su parte, la Comisión Europea ya ha rechazado la "señal muy negativa para los inversores" que ha lanzado Argentina, según ha declarado el portavoz de Comercio, John Clancy, a Efe.
Fernández de Kirchner, cuyo país hace frente a un aumento de la demanda de energía tras una década de gran crecimiento económico, ha declarado que Argentina recuperará la "soberanía hidrocarburífera", como muchos otros Estados que tienen el control de las empresas del sector, incluidos europeos, según ha recordado la mandataria.
Un símbolo argentino
También ha dicho que ha tomado la medida para evitar el "vaciamiento" de la compañía, a la que acusa de haber repartido demasiados dividendos en vez de invertir en exploraciones. Repsol niega las acusaciones y había anunciado unas inversiones récord para este año de 2.557,4 millones de euros en la filial, que representa para el grupo una parte muy importante de su producción.
Desde que Repsol se hizo con su control en 1999, YPF ha cerrado sus balances en positivo, con ganancias que en algunos ejercicios equivalieron a casi la mitad de los beneficios del grupo español. En el último ejercicio, el negocio argentino significó una cuarta parte de sus ingresos totales.
En las últimas semanas, varias provincias argentinas le habían retirado ya licencias para operar. Y en los últimos meses, la empresa había descubierto grandes yacimientos sobre todo de gas pizarra o esquisto, que convierten al país en el tercero del mundo con mayores reservas de ese recurso aún difícil de explotar y polémico por su impacto ambiental.
YPF no solo es la principal petrolera del país, sino la mayor contribuyente fiscal y empleadora y es un símbolo de la independencia energética argentina y representa en el imaginario popular su esplendor económico.
El Gobierno argentino ha efectuado en los últimos años varias nacionalizaciones en sectores estratégicos, entre ellos la de Aerolíneas Argentinas, que estaba también en manos de otra empresa española. En el país, no solo el oficialismo ha apoyado la medida, también algunos grupos opositores, mientras otros han criticado una deriva intervencionista del Gobierno.
Repsol, que varias horas después del anuncio aún guardaba silencio, tiene como principales accionistas a Caixabank, con el 12,83%, la constructora Sacyr, con el 10,01%, y la petrolera estatal mexicana Pemex, con el 9,49%.