Breivik reconoce los hechos pero no la culpabilidad y alega "defensa propia"
- No reconoce al tribunal porque el estado noruego defiende "el multiculturalismo"
- Saluda a la sala con el brazo extendido
- El acusado llora con la emisión de un vídeo que refleja su ideología
- La Fiscalía muestra imágenes inéditas de la explosión
El autor confeso de los atentados de Oslo y asesino de 77 personas, Anders Behring Breivik, ha dicho al comienzo del juicio que actuó "en defensa propia". "Reconozco los hechos, pero no la culpabilidad. Actué en defensa propia", ha dicho Breivik a la pregunta de la juez después de la lectura de la acusación, que se prolongó durante una hora.
En la primera ocasión en la que ha tenido el uso de la palabra, el acusado ha advertido que no reconoce la autoridad del tribunal por representar al Estado noruego, que defiende el "multiculturalismo".
"No reconozco a los tribunales noruegos porque han recibido su mandato de los partidos políticos que apoyan el multiculturalismo", ha dicho el fundamentalista cristiano y extremista de derechas, de 33 años.
Breivik ha dicho también que la juez principal, Wenche Elizabeth Arntzen, no está habilitada para juzgarle, porque "es conocido que es amiga" de Hanne Harlem, hermana de la ex primera ministra laborista Gro Harlem Brundtland, uno de los objetivos del ultraderechista, aunque no ha presentado queja formal contra la magistrada.
El acusado ha sido trasladado hasta el tribunal en un furgón fuertemente escoltado. Al entrar en la sala y tras ser liberado de sus esposas, Breivik, ha saludado a la sala golpeándose en el pecho y extendiendo el brazo frente a sí con el puño cerrado.
Llora al ver uno de sus vídeos ultras
Ante del descanso de la vista, Breivik ha dado otra muestra de su extremismo ideológico, al verter algunas lágrimas de emoción durante la emisión de un vídeo propagandístico que él mismo realizó y colgó en internet, según relata en Twitter el corresponsal de TVE Carlos Franganillo, que sigue el juicio.
El vídeo, que no había sido difundido antes, es un compendio que pretende resumir con un centenar de fotografías y citas un manifiesto de 1.500 páginas en inglés que Breivik difundió en la red, "2083: Una declaración de independencia europea".
El vídeo, de 12 minutos de duración y que colgó en YouTube y en otro portal, insiste en la idea central del pensamiento de Breivik: que Europa está controlada por los defensores del "marxismo cultural" y el "multiculturalismo" y que es necesario defenderse ante la "amenaza" que supone la "invasión islámica".
En una caótica sucesión de fotos, carteles y dibujos propagandísticos, Breivik sitúa el ascenso del "marxismo cultural" tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y denuncia la "deconstrucción de la tradición cultural europea". Como ejemplo, aparece una bandera de la Unión Europea (UE) con la hoz y el martillo en el centro o con su logotipo convertido en Unión Euroárabe.
Breivik incluye referencias continuas a los templarios y a la revolución conservadora, a los nuevos cruzados que deben de inspirarse en figuras como El Cid, Ricardo Corazón de León o el zar Nicolás I para luchar contra el "genocidio europeo". La Fiscalía justificó la difusión del vídeo por su valor a la hora de reflejar las ideas de Breivik quien no ha mostrado remordimiento ni ha pedido perdón por sus crímenes porque se considera a sí mismo en guerra contra estas supuestas "amenazas".
Vídeos de la explosión
Por su parte, la Fiscalía ha mostrado al tribunal una grabación inédita de una cámara de vigilancia en el que se recoge la explosión causada en el centro de la capital noruega. En el vídeo se aprecia a varias personas que pasan junto a la camioneta en el momento de la deflagración. Breivik se ha mostrado sereno y no ha traslucido ninguna reacción. Sin embargo, los familiares de las víctimas presentes en la sala han dejado escapar un grito de emoción al ver la explosión.
En esta segunda parte de la vista, la sala ha escuchado también las conversaciones telefónicas entre Breivik y la Policía en la isla de Utoya, y las de los servicios de emergencia, y ha podido ver gráficos y fotografías de la masacre en el campamento de las juventudes laboristas. Uno de los testimonios que se ha podido escuchar es el de una joven que pide auxilio desde la isla.
Rodeado de medidas de seguridad y de gran expectación mediática, este es el juicio más importante que se desarrolla en Noruega desde la Segunda Guerra Mundial.