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Breivik pide su absolución ante el tribunal tras proclamar que volvería a perpetrar la matanza

  • Alardea del ataque "más espectacular" desde la II Guerra Mundial
  • Dice que su actuación fue preventiva en defensa de todos los noruegos
  • Dice que no es diabólico sino violento y que actuó movido por la "bondad"
  • Su declaración es clave para determinar si es penalmente responsable
  • Uno de los jueces es apartado del caso por pedir la pena de muerte en Facebook

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El asesino de Noruega presume de su ataque

"Si, lo haría de nuevo".  Con estas palabras el extremista noruego Anders Behring Breivik ha arrancado su esperada declaración ante el tribunal noruego que le juzga por el asesino a sangre fría de 77 personas el pasado verano, un testimonio crucial para determinar si es declarado o no mentalmente incapaz que ha finalizado pidiendo su liberación.

"Los ataques del 22 de julio fueron los ataques preventivos de defensa de los noruegos puros. Actué en una situación de emergencia en nombre de mi pueblo, de mi cultura de mi país. Y por eso le pido a mi absolución ", ha defendido al concluir una intervención de una hora de duración.

Aunque ha asegurado que bajaba el tono de su retórica para no ofender a las víctimas, Breivik ha empezado a leer su declaración escrita donde ha proclamado haber llevado a cabo "el ataque más sofisticado y espectacular desde la II Guerra Mundial".

Además, ha negado haber matado en la isla de Utoya a "niños inocentes" y se ha mostrado dispuesto a pasar el resto de su vida en prisión porque morir por su pueblo constituye "el honor más grande".

"Los jóvenes del Partido Laborista son ingenuos y adoctrinados, no son niños inocentes sino militantes políticos", ha defendido el extremista en referencia a 69 de sus 77 víctimas, que fallecieron en el campamento de verano de esta formación en la isla de Utoya y a los que ha comparado con las juventudes hitlerianas.

Breivik ha definido el campamento de Utoya como un "campo de adoctrinamiento para activistas políticos" donde se forman "los comunistas más extremistas de Noruega".

Defiende su "bondad"

"La gente que me dice que soy diabólico confunde ser diabólico con ser violento", ha seguido su relato, donde ha establecido la diferencia entre ambos calificativos. La diferencia reside en las intenciones, ha continuado "cierta violencia puede evitar una violencia aún mayor", ha añadido.

Más aún, ha asegurado que actuó movido por"bondad" y no la "maldad" cuando cometió los atentados y ha recalcado que los atentados intentaban cambiar la política de inmigración del gobierno del Partido Laborista y evitar una guerra civil en el futuro en la que morirían "cientos de miles de personas".

"Si alguien es malvado son los multiculturalistas. Lo único que debería sorprender a Noruega y Europa es por qué un acto así no haya ocurrido antes", ha recalcado.

Antes de empezar la lectura del texto el tribunal de Oslo que le juzga ha decidido sustituir a uno de los jueces legos al declararlo "inhábil" por haber pedido en una red social la pena de muerte para el procesado tras los atentados del 22 de julio pasado.

La juez principal, Wenche Elizabeth Arntzen, ha recordado que a los jueces legos, no letrados, se les aplica también el artículo 108 del código sobre tribunales, que establece que no se puede ejercer de juez "cuando existen circunstancias especiales que pueden debilitar la confianza sobre su habilidad".

Arntzen ha añadiodo que cuando fueron nombrados los cinco jueces que componen el tribunal, todos habían negado haberse expresado públicamente sobre la culpabilidad o no de Breivik.

El portal de Internet Vepsen, que investiga temas relacionados con el racismo y la ultraderecha, ha informado este martes que uno de los tres jueces no letrados del tribunal había publicado el día después de los atentados un artículo en la web del diario "VG" diciendo que la pena capital es "lo único justo" en este caso.

El comentario fue hecho con otro nombre desde un perfil de la red social Facebook, aunque la foto y el correo electrónico vinculado a esa cuenta son los del juez en cuestión.

La declaración de Breivik

Este lunes, durante el comienzo del juicio, el autor confeso de los atentados manifestó que actuó "en defensa propia". "Reconozco los hechos, pero no la culpabilidad. Actué en defensa propia", dijio  Breivik a la pregunta de la juez después de la lectura de la acusación, que se prolongó durante una hora.

Durante la que ha sido, hasta ahora, la primera ocasión en la que ha tenido el uso de la palabra, el acusado ha advertido que no reconoce la autoridad del tribunal por representar al Estado noruego, que defiende el "multiculturalismo".

Al entrar en la sala y tras ser liberado de sus esposas, Breivik,  saludó a la sala golpeándose en el pecho y extendiendo el brazo frente a sí con el puño cerrado.

Breivik dio muestras de su extremismo ideológico, al llorar de emoción durante la emisión de un vídeo propagandístico que él mismo realizó y colgó en Internet.

Breivik llora de emoción en el juicio al ver el vídeo propagandístico que él mismo colgó en internet

Por su parte, la Fiscalía mostró al tribunal una grabación inédita de una cámara de vigilancia en el que se recoge la explosión causada en el centro de la capital noruega. En el vídeo se aprecia a varias personas que pasan junto a la camioneta en el momento de la deflagración. Breivik se ha mostrado sereno y no ha traslucido ninguna reacción. Sin embargo, los familiares de las víctimas presentes en la sala han dejado escapar un grito de emoción al ver la explosión.

La cuestión central del juicio será determinar si Breivik es o no un enfermo mental y si, por tanto, debe ser considerado penalmente responsable y condenado a pena de cárcel o, en caso contrario, ser enviado a un centro psiquiátrico, según establecen las leyes noruegas.

En último término serán los cinco jueces -dos profesionales y tres legos- quienes tengan la última palabra.