Repsol acusa a Argentina de "derrumbar" la acción de YPF para expropiarla a precio de saldo
- El presidente Antonio Brufau anuncia una batería de medidas legales
- Califica de "absolutamente ilegítima e injustificable" la decisión de Argentina
- Pide una compensación de al menos 8.000 millones de euros
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El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha acusado al Gobierno de Argentina de haber llevado a cabo una campaña de "hostigamiento, coacciones y filtraciones interesadas y planificadas" desde finales de enero para provocar el derrumbe del precio de YPF y facilitar así su expropiación "a precio de saldo".
En la primera rueda de prensa de la compañía desde el anuncio de la presidenta Cristina Fernández de nacionalizar YPF, Brufau ha calificado la decisión del Gobierno argentino de acto "absolutamente ilegítimo e injustificable" y ha vinculado esta actuación al importante descubrimiento del yacimiento de petróleo y gas no convencional de "Vaca Muerta".
Brufau ha advertido de que "estos actos no quedarán impunes" y ha anunciado que recurrirá al arbitraje internacional y exigirá una compensación "pronta" y "justa" por las acciones expropiadas, de al menos 10.500 millones de dólares (8.000 millones de euros), la misma cantidad que la que le correspondería a los accionistas de acuerdo con la ley. Esta cifra corresponde al 57,4% de participación en YPF y supone valorar el total de la compañía en 18.300 millones de dólares (13.700 millones de euros), a razón de 46,55 dólares por título.
Sin embargo, Brufau ha asegurado que "vamos a ir a por todas". Según los estatutos de YPF, en el supuesto de una adquisición igual o superior al 15 %, el comprador debe formular una oferta pública de adquisición (opa) por la totalidad de las acciones de la compañía y en efectivo. "Vamos a pedir lo que tenemos derecho y lo que pagamos en su momento, que fue mucho más de la cotización porque los cálculos así lo daban. Nuestra reclamación económica estará basada en ese precio" (18.300 millones de dólares), ya que al valor contable de la empresa deben sumarse todas las inversiones realizadas desde 1999 en el país.
El presidente de Repsol considera que Buenos Aires "ha violado la igualdad de trato, el compromiso de seguridad jurídica y la confianza de los inversores" y, aunque espera que otras empresas españolas no corran la misma suerte, cree que el Gobierno argentino ha dado sobradas muestras del "sentimiento nacional" contra España. "Cuando vi lo de las Malvinas, dije 'dentro de dos días venimos nosotros'", ha señalado.
Brufau ha lamentado que "las muestras de afecto personal e institucional" de la Jefatura de Estado argentina hacia Repsol en los últimos años hayan sido un "engaño" y ha insistido en que "detrás del expolio está el yacimiento de 'Vaca Muerta', un hallazgo que puede triplicar las reservas de Argentina y hacer al país autosuficiente.
"Me deben una explicación y un respeto"
El empresario cree que la nacionalización de la filial de YPF es, además, "una forma de tapar la crisis social y económica que está enfrentando Argentina, derivada de políticas energéticas incorrectas".
"Esta no es la Argentina querida, es otra Argentina", ha declarado, al tiempo que ha reconocido que la expropiación de YPF ha sido un "impacto emocional fuerte" que ha causado "enorme tristeza" a todos los miembros de la compañía.
Brufau se ha defendido de los ataques de Fernández, que ha tachado de "cortoplacista, especulativa y depredatoria" la política empresarial de Repsol-YPF, acusando al Gobierno argentino de "tergiversar la realidad de forma torticera".
"A mí me deben una explicación y un respeto. Me tendrán que explicar por qué Repsol antes era la mejor compañía de Argentina y hoy es la peor ¿no?", se ha preguntado, Brufau, visiblemente indignado. "Ahora parece que somos nosotros los culpables de lo que le pasa a Argentina y no las víctimas de una vil expropiación", ha añadido.
Brufau ha afirmado que no entiende las cuentas "extrañísimas" de las cifras de YPF que presentó la presidenta argentina y ha defendido la gestión de la filial en términos de creación de empleo, inversiones y producción de hidrocarburos en comparación con otras compañías. La plantilla de YPF se ha duplicado en 10 años, de 8.867 personas en 2001 a 16.048 empleados en 2011.
Asimismo, ha recordado el esfuerzo económico de la mutinacional española durante la "crisis del corralito" en 2001, así como el visto bueno explícito del Gobierno de Kirchner a la entrada del clan Eskenazi en el accionariado de YPF en 2008.
Censura la "vergonzosa" expulsión de los directivos españoles
El empresario ha censurado la "vergonzosa" actuación del Gobierno argentino al expulsar a los directivos españoles de la filial. "Fue algo patético, impropio de un país moderno", ha afirmado, al tiempo que ha asegurado que los 40 trabajadores del grupo en Buenos Aires serán reubicados en la compañía.
El presidente de Repsol también ha lamentado que Cristina Fernández haya preferido "incriminar, insultar, descalificar, malinformar y manipular" en lugar de hablar con él para tratar de resolver la crisis.
“De Vido debe estar disfrutando sentado en mi silla“
Ha explicado que se dio cuenta de lo que iba a pasar tras mantener una reunión con el ministro de Planificación, Julio De Vido, el pasado viernes. "Me dijeron que la señora estaba enojada y ayer anunciaron una rueda de prensa. No era difícil imaginar que esto iba a ocurrir", ha relatado.
"De Vido debe estar disfrutando, sentado en mi silla, imaginándose cosas", ha añadido con sorna.
El empresario ha agradecido al Gobierno español la gestión de la crisis y ha afirmado que le consta que la Unión Europea también es "sensible" a lo que está pasando.
Brufau ha descartado que la expropiación de YPF, con una producción que representaba la mitad del total de Repsol, vaya a afectar al precio del carburante en España. "Argentina es un mercado cerrado y lo que se producía en Argentina se quedaba en el país", ha zanjado.
Mientras, en Bolsa, las acciones de Repsol sufren un duro castigo, con una caída superior en la apertura al 7%, y es uno de los valores que más pierde en el parqué madrileño este martes.
"¿Qué le queda ahora a Repsol?", se ha preguntado Brufau ante los periodista y él mismo se ha respondido. "Le queda todo. Le queda futuro y dejar de pensar en Argentina, que no iba a ser un pulmón de crecimiento".