Sarkozy justifica la cumbre de "Amigos de Siria" para presionar a China y Rusia
- Se celebrará este jueves en Paris y participan 14 delegaciones
- Moscú la considera"destructiva" por no contar con representantes del régimen
- China estudia enviar observadores sobre el terreno
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha justificado la reunión ministerial de este jueves en París con países del grupos de "Amigos de Siria" para presionar a China y Rusia por su posición sobre el régimen de Bachar el Asad.
"A los chinos, como a los rusos, no les gusta quedarse aislados", ha dicho Sarkozy en una entrevista a la emisora de radio "Europe 1" al ser preguntado por la conferencia que se reúne este jueves en París a un mínimo a 14 delegaciones y la que asistirán los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, Francia, Alemania, Jordania, Marruecos, Catar y Arabia Saudí, informa Efe.
Sarkozy se ha declarado "convencido de que el régimen de Bachar el Asad está condenado" y reiteró que la solución son los pasillos humanitarios.
El presidente francés ha insistido en que Bachar al Asad miente con sus mensajes conciliadores y que "quiere borrar del mapa Homs (la ciudad símbolo de la rebelión) como (el derrocado líder libio) Gadafi quería borrar del mapa Bengasi", cuna de la revolución en el país norteafricano.
El martes hubo otra reunión en París de una cincuentena de países y organizaciones implicadas en las sanciones a Damasco, que mostraron su "firme desaprobación de todo apoyo financiero o de otro tipo, en particular la venta de armas" al régimen de Al Asad, una alusión indirecta lanzada en particular contra Rusia.
La reunión se inicia a las 18.00 locales, y está prevista una conferencia de prensa una hora y media después, antes de que los asistentes participen en una cena de trabajo ofrecida por el ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé.
Rusia critica la reunión
Por su parte, Rusia ha considerado que la reunión del grupo en París era "destructiva" y podría socavar los esfuerzos del enviado especial de la ONU y la la Liga Arabe, Kofi Annan.
El gobierno de Moscú ha sido invitada a participar en la reunión, pero ha rechazado hacerlo ya que considera que las conversaciones son "unilaterales" y sólo se realizan con las fuerzas de la oposición sin representación del gobierno sirio, ha manifestado el portavoz de la cancillería rusa, Alexander Lukashevich.
El objetivo de la reunión parece no ser la de buscar el diálogo entre los sirios, sino, "por el contrario, a profundizar las diferencias entre la oposición y Damasco, al estimular el aislamiento internacional de este último", ha añadido, según Reuters.
Por otra parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha expresado este jueves la preocupación de Moscú por los "intentos de privatizar" el plan de paz para Siria de Annan.
"Nos preocupan los incesantes intentos de privatizar el plan de Annan y arrogarle las funciones de evaluación de su cumplimiento a estructuras como el grupo 'Amigos de Siria'", ha dicho Lavrov en una rueda de prensa al término de sus conversaciones con su homólogo marroquí, Saadedín al Otmani.
El canciller ruso ha subrayado que el plan de Annan fue aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU, el organismo dotado de "las facultades para evaluar el cumplimiento de dicho plan sobre la base de los informes de la misión de observadores de la ONU".
Lavrov ha hecho un llamamiento al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a "no dilatar la presentación al Consejo de Seguridad de las propuestas concretas sobre los parámetros de la misión de observadores".
China estudiará el envío de observadores
Mientras, el otro gran aliado del Gobierno de Asad en la comunidad internacional, el Gobierno de China, ha afirmado este viernes que estudiará el envío de observadores a la misión de la ONU en Siria, si bien ha eludido comentar si apoya o no la ampliación hasta 300 efectivos que el secretario general de la ONU, Ban ki Moon, recomendó al Consejo de Seguridad.
"China estudia seriamente la posibilidad de enviar observadores a Siria", ha manifestado este jueves el portavoz del ministro de Asuntos Exteriores, Liu Weimin.