El trabajo de tres periodistas en su agencia

• Decidieron "apostar por ellas mismas" en lugar de trabajar para otros
• Colaboran con otras dos empresas para hacer campañas a sus clientes

Una de las páginas que sirven como presentación de Aquí Comunicación.

Tres periodistas han llegado aquí, al punto de partida y meta final, sin ayudas, salvo la experiencia en jornadas laborales sin límite, en los más diversos medios de comunicación, desde emisoras de radio, a televisiones, pasando por agencias de información y gabinetes.

Dos años después, estas tres amigas, Yolanda, Marta  y María, que se conocieron en la universidad, pueden decir que tienen su propia agencia de comunicación.

Aquí comunicación es fruto de la ilusión de tres profesionales que, tras muchos años de experiencia, decidieron “apostar por ellas", porque antes que “soportar 14 horas trabajando para otros”, mejor tener su propio empleo.

La agencia dedica casi toda su actividad a la comunicación externa de pequeñas y medianas empresas, como restaurantes, hoteles y galerías de arte, y en menor medida a la comunicación interna. Mientras, del trabajo de contabilidad se encarga otra empresa.

Un camino difícil

Los comienzos fueron tan sencillos como complicados. Un teléfono y un ordenador bastaban para ofrecer toda su experiencia en el mundo de la información, eso “es lo bueno de esta profesión”, añade Yolanda.

Cuando ellas empezaron “la situación no estaba tan mal como ahora”, reconoce Yolanda. Cada una es la cabeza visible para el cliente, y al mismo tiempo, todas hacen todo tipo de tareas, aunque si alguna de ellas lo prefiere, puede dedicarse más a una determinada fase en cada proyecto.

El trabajo en equipo funciona, no solo dentro de la propia agencia, también colaborando con otras empresas. La campaña de promoción de un restaurante puede contar así con la participación de una empresa de diseño gráfico y otra de arquitectura e interiorismo.

El resultado es un cambio absoluto. Desde la página web, hasta una nueva imagen, pasando por la promoción a través de las redes sociales. Cada una de las empresas tiene sus propios clientes y en muchas ocasiones se "apoyan entre si", explica Yolanda, aunque algunas empresas "quieren unos servicios, pero no otros".

El día a día

Desde que empezaron consiguieron cubrir los gastos de la empresa, aunque cobrar sus sueldos nunca ha sido una prioridad, sino sacar adelante su agencia. El capital para empezar su actividad fue el imprescindible: las tarjetas, la página web y tener cada una su propio ordenador.

El sector que han escogido "está muy mal, porque la comunicación es  algo que las empresas empiezan a quitarse" y además, "hay una competencia que está bajando los precios, porque las empresas no están  dispuestas a pagar", explica Yolanda.

Ahora tienen cuatro clientes, pequeñas y medianas empresas sobre todo, pero han notado el descenso de actividad desde diciembre. Yolanda concluye que no es fácil "sobrevivir" en un mercado, el español, donde hay muchos autónomos.

El trabajo requiere una base "muy sólida", en la que "todas vayan a una y tengan además un buen carácter" en el trato diario. Y mientras, sin la tecnología, su trabajo no habría sido posible.