El Senado argentino aprueba la expropiación de la mayor parte de la participación española en YPF
- Ha sido aprobada por 63 votos a favor, tres en contra y cuatro abstenciones
- Consigue el apoyo de radicales, peronistas disidentes y el expresidente Menem
- Tras un debate que se ha alargado durante quince horas
El Senado argentino ha aprobado esta madrugada por amplia mayoría un proyecto gubernamental de ley que dispone la expropiación del 51 % de las acciones de YPF a la española Repsol, principal accionista de la petrolera argentina. La iniciativa, impulsada por el Gobierno de Cristina Fernández y que ahora pasa a la Cámara de Diputados dónde se debatirá el próximo tres de mayo, ha sido aprobada por 63 votos a favor, 3 en contra y 4 abstenciones, tras quince horas de debate.
El resultado de esta votación responde al apoyo de legisladores de la Unión Cívica Radical (socialdemócrata), del socialista Frente Amplio Progresista y de fuerzas provinciales, frente al rechazo de algunos disidentes con el peronista Frente para la Victoria que lidera Fernández, con mayoría propia en el Parlamento.
Un resultado similar se espera en el debate de la Cámara de los Diputados, también dominada por el partido peronista gobernante con un amplio apoyo de la oposición a este proyecto de ley de expropiación.
"Nadie va a llorar por Repsol en España, ya que invierte fuera de España y se confunde un negocio con un país", ha afirmado el líder del grupo del partido gobernante, Miguel Pichetto.
“El apoyo mayoritario de la expropiación en el Senado despeja el camino para su aprobación final el próximo 3 de mayo“
El proyecto declara de "utilidad pública y sujeto a expropiación" un 51% de las acciones de YPF en manos de Repsol, titular de una participación total del 57,43% en la petrolera argentina, cuyos otros socios son el grupo argentino Petersen (25,46) y el Estado argentino (0,02%) mientras que el restante 17,09% cotiza en las Bolsas de Buenos Aires y Nueva York.
También incluye la expropiación de acciones de Repsol en su controlada YPF Gas, la mayor distribuidora minorista de gas licuado de petróleo envasado de Argentina. La iniciativa, enviada al Senado el pasado día 16, cuando Fernández decretó la intervención de YPF, queda ahora a consideración de los diputados con vistas a lograr su aprobación definitiva la próxima semana.
La nacionalización de YPF es un acto "derivado de una consecuente e imperiosa necesidad de concretar en materia energética la reversión fundamental de paradigmas que caracterizaron el neoliberalismo", ha subrayado el oficialista Marcelo Fuentes, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, durante el debate.
Una vez que la expropiación se convierta oficialmente en ley, la atención se dirigirá a la compensación económica que Argentina debe dar a Repsol por la expropiación. Una cantidad, que según algunas autoridades argentinas, será muy inferior a los 8.000 millones de euros que la compañía española ha solicitado.
Por otro lado, la comunidad internacional se ha mostrado preocupada por estas políticas proteccionistas de la presidenta Cristina Fernández. El Gobierno español ya ha tomado como represalia la drástica reducción de las importaciones de biodiesel argentino.
Mientras las agencias de calificación Moody 's y Standard’s & Poors (S&P) advierten que la crisis podría aumentar el aislamiento económico de la Argentina YPF en un momento de desaceleración del crecimiento, informa Reuters.
Críticas de la oposición
La opositora María Eugenia Estenssoro, de la Coalición Cívica, ha decidido abstenerse en la votación tras denunciar que "el golpe de gracia" para la petrolera fue asestado por Menem, con la privatización "aplaudida" por gran parte de la dirigencia del país, incluido el fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), quien "acompañó enérgicamente" esa oposición.
"No podemos subsanar ese grave error con otro acto de corrupción", ha advertido Estenssoro, para quien "culpar a la gestión de Repsol por la mayor crisis petrolera de nuestra historia, es una simplificación y una trampa", informa Efe.
La senadora ha alertado contra un modelo de "hiperconcentración de la riqueza y el poder" y ha cuestionado el nombramiento de Julio de Vido al frente de la intervención de YPF cuando, recordó, "pesan sobre sus espaldas" problemas tan graves como el accidente de tren que costó la vida a 51 personas recientemente o el colapso de la producción petrolera.
Para el senador de la opositora Unión Cívica Radical (UCR) Gerardo Morales, "la expropiación no es la solución del problema sino que es el inicio para resolver el problema de la crisis energética", aunque el proyecto cuenta "con el consenso de la mayoría de la población" y "de la mayoría de la oposición", admitió.
El peronista disidente Juan Carlos Romero se mostró en contra de la iniciativa gubernamental, aunque consideró que "España debería mirar que hacen las empresas dentro de su país".
Comunicado de Repsol en la prensa argentina
Mientras los senadores debatían la expropiación de la mayor empresa del país, Repsol ha insistido, en un aviso publicado en la prensa, que "es falso" que YPF "haya reducido su producción de petróleo y gas más que el resto de las compañías" con concesiones en Argentina y sostenía que invirtió más de 20.000 millones de dólares desde que entró en la petrolera, en 1999.
Los interventores de YPF, encabezados por De Vido y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, han rechazado los planteamientos del grupo español argumentando que "cuando a ese monto se le resta lo necesario para reponer el desgaste de los bienes (amortizaciones) y los bienes dados de baja, la suma invertida en esos 13 años desciende a sólo 3.669 millones de dólares".
Además, los interventores se han reunido este miércoles con José Ignacio Mendiguren, presidente de la Unión Industrial Argentina, la mayor patronal del país, para incrementar la presencia de la industria nacional entre los proveedores de la empresa, según un comunicado oficial.