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La donación de sangre voluntaria y altruista, más segura y constante que la pagada o familiar

  • España es uno de los 62 países que obtienen el 100% de la sangre altruista
  • El objetivo de la OMS es que en 2020 todos los países tengan este sistema
  • "Un donante retribuido puede ocultar datos", explica el doctor Ramón Pla
  • Grifols propuso la semana pasada pagar por las donaciones de plasma
  • Los expertos apuestan por aumentarlas pero de forma voluntaria y gratuita

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Cada gota de sangre que se dona en España se dona de forma voluntaria y altruista. Los donantes no reciben nada a cambio, ni por dar su sangre ni por dejarse extraer únicamente plasma sanguíneo. Las no remuneradas son más seguras y garantizan un mayor número de donaciones y más regulares, según la Organización Mundial de la Salud.

La semana pasada, Grifols, el tercer productor de hemoderivados del mundo, prendió la polémica al plantear la posibilidad de pagar dinero a parados por donar plasma, algo que fue rechazado de pleno por la Federación Española de Donantes de Sangre.

Es Estados Unidos, donde esta empresa española que cotiza en Bolsa tiene sus 147 centros de extracción, se remunera a los donantes de plasma. En España está prohibido desde 1985, según recordó el Ministerio de Sanidad tras la propuesta de esta firma. No se paga ni por la sangre ni por plasma.

Además de las voluntarias y las remuneradas existe otra tercera vía en algunos países para las donaciones: las llamadas de reposición que provienen de familiares del paciente a los que se les recluta de forma puntual. Esta última modalidad se da sobre todo en América Latina, según explica a RTVE.es el presidente de la Sociedad Española de Transfusión Sanguínea, el doctor Ramón Pla.

España es uno de los 62 países que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), obtienen el 100% de su sangre o más del 99% de donaciones de forma voluntaria sin mediar ninguna contraprestación. En unos cuarenta estados, esta fórmula representa menos del 25% de sus reservas de sangre.

En 26 países, incluso, aún se permite pagar por las donaciones. En 2008, estos estados obtuvieron pagando 800.000 donaciones. Al año, se recolectan unos 92 millones de donaciones de sangre, según los datos publicados el pasado mes de junio por la OMS.

El objetivo de la OMS es que en 2020 todos los países tengan un sistema de donación voluntaria y altruista como el de España.

La donación altruista, más segura y constante

La OMS señala que los países que obtienen el 100% de sus reservas sanguíneas con donaciones voluntarias tienen una proporción más alta y regular de donaciones que se mantiene a lo largo de los años.

Además hay una razón de seguridad. En una donación altruista no existe un incentivo económico que pueda llevar a una persona a ocultar datos importantes sobre su salud.

"Un donante retribuido puede ocultar datos", explica Ramón Pla, quien ve también inconvenientes en la llamada donación de reposición: "A un donante familiar lo único que le interesa es solventar el problema urgente de un familiar" que en ese momento necesita la sangre.

El presidente de la Federación Española de Donantes de Sangre, Martín Manceñido, señala a RTVE.es que hoy en día aunque una persona mintiera sobre su estado de salud u ocultara ciertas prácticas que aconsejan esperar un tiempo para donar es "muy difícil" que esa sangre superara esos controles.

En cualquier caso, destaca Manceñido, existe menos riesgo con la sangre donada de forma altruista. La proporción del riesgo de contagio de la sangre donada voluntariamente frente a la sangre proveniente de familiares, por ejemplo, es de 1 a 15, según apunta.

La donación altruista, en cambio, está basada en valores como la solidaridad, señala el presidente de la Sociedad Española de Transfusión Sanguínea, que añade que no basta con donar una vez. El objetivo, señala, debe ser fidelizar a los donantes altruistas.

Ramón Pla explica que en algunos países como Alemania, Austria y República Checa existe un sistema dual. En Alemania en determinados centros, en cualquier caso minoritarios, se retribuye al donante pero no por donar en sí sino por el desplazamiento, por el tiempo empleado o se le da un refrigerio.

6.000 transfusiones al día en España

En España, según los datos de la Federación Española de Donantes de Sangre, se hacen 6.000 transfusiones de sangre al día que reciben entre 2.000 y 2.300 personas (cada paciente puede recibir una o más bolsas de componentes sanguíneos). Al año, en España se hacen 1,82 millones de donaciones al año.

Cada día, 350 personas recuperan su salud y 75 se salvan de morir gracias a los donantes. Según los datos que maneja la Federación, el 25% de todos los componentes sanguíneos y derivados se destina a oncología, el 24% a intervenciones quirúrgicas y el 10% a atender partos, las enfermedades de la sangre se lleva un 19%, los trasplantes de órganos un 12 % y los enfermos crónicos y otras patologías un 10%.

Deficitarios en hemoderivados

Aunque los expertos consultados apuestan claramente por un sistema basado en las donaciones voluntarias y altruistas, reconocen que hay un déficit de donación de plasma que las autoridades sanitarias deberían paliar.

El plasma sanguíneo es la parte líquida de la sangre. Contiene proteínas y anticuerpos muy importante en la elaboración de los hemoderivados, que sirven para tratar numerosas enfermedades inmunológicas o de otro tipo como la hemofilia, por ejemplo. Las vacunas también necesitan plasma para su elaboración. Se cree que en un futuro podrían servir también para tratar enfermedades como el alzhéimer, lo que haría aumentar su demanda enormemente.

El plasma es uno de los componentes, junto a los glóbulos rojos y las plaquetas, que se obtienen de cada bolsa de sangre donada, pero también se puede obtener directamente a través de la plasmaféresis, un proceso por el cual se recoge solo esta parte líquida de la sangre y el resto se devuelve al organismo en el mismo momento de la donación.

Como el plasma se repone en el organismo más rápidamente que otros componentes como los glóbulos rojos, se puede donar más veces plasma que sangre.

Importación de hemoderivados del exterior

España, como el resto de Europa, no es autosuficiente en hemoderivados y parte de ellos tiene que importarlos del exterior. Los que se fabrican a partir del plasma de los propios donantes españoles ni siquiera los fabrica el sistema público por falta de capacidad para ello.

Como explica Martín Manceñido, las autoridades sanitarias españolas envían a Grifols parte del plasma que obtienen para que esta empresa lo transforme en hemoderivados tras quedarse con parte de ellos en concepto de "máquila", como el molinero que se quedaba con parte de la harina que producía con el trigo que le dabas, explica el presidente de los donantes.

Tanto el presidente de la Sociedad Española de Transfusión Sanguínea como el de la Federación Española de Donantes de Sangres creen que es necesario que las autoridades sanitarias trabajen para aumentar el número de donantes de plasma.

Ramón Pla cree que el Estado tiene que hacer un "esfuerzo" para asegurar la suficiencia. Hay muy pocas comunidades autónomas que sean autosuficientes.

Por este motivo, este experto pide que se fomenten entre los donantes voluntarios y altruistas las donaciones de plasma y que a la vez se permita la libre circulación de hemoderivados entre comunidades autónomas.

Necesario aumentar donaciones altruistas de plasma

"Lo que hay que hacer es incrementar el número de donaciones y donantes de plasma", señala Martin Manceñido. "La solución pasa por ahí no por pagar a donantes ni importar los hemoderivados", explica.

El presidente de la Federación Española de Donantes de Sangre lamenta que muchas veces los propios donantes no tienen información sobre que pueden donar plasma y no solo sangre y pide a Sanidad que haga un esfuerzo en concienciación.

"Es muy sencillo. No queremos más dinero. Varíen el rumbo del dinero en lugar de la importación a la promoción. Nadie va a solucionar el problema salvo los propios donantes", añade.

Manceñido explica que las federaciones de donantes están trabajando para mandar un dossier al Consejo de Europa para que la UE no varíe la legislación que fija que no se puede pagar dinero por las donaciones. Temen que las multinacionales, como Grifols, presionen para que la legislación no sea tan restrictiva y poder comprar el plasma.