El Tribunal Supremo de Pakistán condena por desacato al primer ministro
- Yusuf Rafá Guilani no entrará en prisión, pero podría ser inhabilitado
- No colaboró en la persecución judicial del expresidente Zardari
- La oposición pide que dimita
El Tribunal Supremo de Pakistán ha declarado este jueves al primer ministro del país, Yusuf Razá Guilani, culpable de desacato por negarse a reabrir una causa de corrupción contra el actual presidente del país, informó a Efe un portavoz de la corte.
Guilani no tendrá que someterse a pena de prisión, porque el Tribunal lo condenó "hasta levantar la sesión de la corte", una fórmula simbólica de condena que dura solo hasta que termina el juicio, es decir, unos treinta segundos.
El veredicto fue emitido por un banquillo de siete miembros encabezado por el juez Nasirul Mulk, que lo consideró culpable -a falta de conocerse la sentencia en detalle- de haber conculcado el artículo 63-1-g de la Constitución por no respetar a la corte.
"Por razones que se especificarán más tarde, el primer ministro es culpable de desacato, por haber desobedecido a propósito la orden del Tribunal Supremo", ha dicho el juez Nasirul Mulk al pronunciar el veredicto, de acuerdo con el canal de televisión Dawn.
Guilani, acompañado por los miembros de su gabinete, estrechó las manos de su equipo y se marchó, y luego declaró al canal televisivo Geo que en su opinión el veredicto es "inapropiado". Posteriormente, su abogado, Aitzaz Ahsan ha anunciado que apelarán el fallo.
Por su parte, la oposición ha pedido la dimisión inmediata de Guilani.
No habrá inhabilitación inmediata
Los medios paquistaníes han especulado estos días sobre el destino del primer ministro si era hallado culpable -el desacato tiene una condena máxima de seis meses- aunque la mayoría de los analistas creen que no supondría una inhabilitación inmediata.
El artículo 63-1-g contempla la inhabilitación para ser miembro del Parlamento para quienes, entre otras cosas, actúen contra la integridad judicial, o dañen la reputación de la justicia o las Fuerzas Armadas del país surasiático. Guilani fue imputado en febrero por su desacato de las órdenes del Alto Tribunal, que le exigía que se reabran los casos por corrupción contra políticos cerrados en 2007 tras una amnistía aprobada por el régimen del general Pervez Musharraf.
En concreto, el tribunal había exigido a Guilani, del gobernante Partido Popular de Pakistán (PPP), que escribiera una carta a Suiza para reabrir una causa por corrupción contra el presidente, Asif Alí Zardari, archivada en ese país alpino al calor de la amnistía.
Pero Guilani se mostró inflexible en su apoyo al presidente y jefe de su partido, e hizo saber a la corte que no escribiría la misiva, en medio de una soterrada lucha de poder con la Justicia y el Ejército, que ha gobernado el país durante parte de su historia.