Crónicas de Jerusalén, de Guy Delisle
- El autor canadiense está nominado a la mejor obra extanjera
- Se trata de un cómic autobiográfico ambientado en Jerusalén
Cómics como El coche de Intisar (Glenát), de Riera y Casanova, Notas al pie de Gaza (Random House Mondadori) de Joe Sacco, o Una judía americana en Israel (Norma) han indagado con maestría en el conflicto árabe-israelí. Y el francocanadiense Guy Delisle, ha creado otra obra maestra sobre el tema: Crónicas de Jerusalén (Astiberri), volviendo a demostrar que el cómic es un medio muy sutil para explicar realidades poliédricas.
Uno de los mejroes cómics de 2011 con el que el canadiense consiguió el Premio al Mejor álbum en el Festival del Cómic de Angoulême, la cita más importante del medio que se celebra en Europa.
Basado en su vida
Delisle (Quebec, 1966) aprovecha sus desplazamientos por motivos de trabajo o las misiones de su mujer, miembro de la ONG Médicos sin fronteras, para acompañarla. De esas estancias han surgido verdaderas obras maestras de este curioso reporterismo en viñetas: "Shenzhen", "Pyongyang" y "Crónicas Birmanas" (todas en Astiberri).
En su última entrega, Crónicas de Jerusalén ofrece su personal visión de uno de los conflictos más enquistados de la historia.
Y lo hace de la forma tangencial y humorística que le caracteriza, con un relato doméstico de su día a día, mientras cuida de sus hijos, cocina o vagabundea por la Ciudad Santa y sus alrededores para intentar dibujar, comprobando las dificultades de llevar una vida normal en territorios delimitados a golpe de cartabón y donde moverse es un lujo para una parte de la sociedad.