El estudio sin límites en una academia

• Laura y Jorge han puesto en marcha su propia academia
• Dan clases de repaso, apoyo a niños con necesidades especiales e idiomas

Fachada de la 'Academia para Todos', que Laura Escuín y Jorge Barea han puesto en marcha en Zaragoza.

Academia para todos está en:

Andador Pilar Cuartero 4, local

Sector ACTUR, junto a GRAN CASA

50018, Zaragoza

Teléfono: 976391006

[e-mail]

www.facebook.com/APTSL

Cuántas veces la clave para aprobar una asignatura, o conseguir un buen nivel de inglés, ha estado en las horas de estudio fuera del colegio o del trabajo.

El repaso de una asignatura en unos casos y en otros, una necesidad educativa especial, hacen de las academias un buen aliado para evitar otro fracaso.

Si a la circunstancia personal de cada alumno se añade la cada vez más difícil incorporación de los docentes al mercado laboral, el resultado es la Academia para Todos.

Laura Escuín y Jorge Barea cumplían todos los requisitos para haber obtenido un puesto como funcionarios. La idea de poner en marcha una academia solo había rondado por sus cabezas, porque, en el caso de Laura,hasta hace unos meses, había pesado más “la comodidad”.

Hasta que un día vieron que “los años van pasando y la estabilidad económica y emocional” no llegaba. Ella es maestra en pedagogía terapéutica y él licenciado en actividad física y deporte.

Laura veía “inviable” que llegaran a llamarla después de haber aprobado las oposiciones el año pasado y Jorge había aprobado el concurso al cuerpo de bomberos en Teruel, pero tampoco creía en que vayan a ampliar plantilla, aunque es el primero en la lista desde el pasado mes de julio.

Necesidades de los estudiantes

Además compartían una convicción sobre el sistema educativo actual, que consideran “no abarca todas las necesidades” del alumno. Así es como se plantearon que podían contribuir a que cada estudiante pudiera alcanzar sus metas.

Después de cuatro meses de actividad (abrieron la academia el 12 de diciembre de 2011) cuentan con 35 alumnos, entre los 8 y los 45 años, que acuden a las clases de repaso, a las sesiones individuales y a las clases de inglés y francés.

Las clases de inglés tienen dos grupos para el nivel básico, uno para el intermedio y otro para el avanzado y son “lo más demandado, porque los padres piensan en cómo está el futuro y ven que los idiomas son superimportantes”.

Laura se encarga de los niños con necesidades educativas especiales y de las clases de repaso para alumnos de educación primaria. Jorge se hace cargo de las clases de repaso para alumnos de educación secundaria obligatoria (ESO).

Con crisis y sin ayudas

Las tareas de gestión de la empresa -una sociedad limitada- están a cargo de una amiga, alguien que, como explica Laura, les ha ayudado “mucho” desde el principio con los papeles y permisos que debían tener. Ella pensaba que lo tendrían “más fácil” con las ayudas públicas, siendo mujer y menor de 30 años y, sin embargo, no han logrado ninguna subvención para la empresa.

La crisis, a pesar de llevar poco tiempo en actividad, se percibe. Lo dejan ver los comentarios de los padres que reconocen que llevarían más horas a sus hijos si no fuera porque su pareja o él mismo está en el paro. A pesar de todo, este mismo mes han conseguido que los ingresos cubran los gastos.

Todo el proceso de puesta en marcha del negocio, a pesar de no haber contado con ayudas,  ha sido rápido. “A mediados de octubre lo pensamos y abrimos en diciembre”, explica Laura.

Un lugar para prosperar

La búsqueda del local había empezado recorriendo las calles de Zaragoza, pero se dieron cuenta de que tenían que dedicar demasiado tiempo y dinero en gasolina y cambiaron su estrategia.

Buscaron primero la zona que podía acoger mejor el proyecto, un lugar con familias jóvenes, pero no excesivamente, que necesitaran llevar a sus hijos a una academia como refuerzo. Lo encontraron en la zona Actur, al sur de Zaragoza.

El lugar era perfecto: enfrente de un centro de educación especial, al lado de un instituto y de un colegio de educación primaria, bilingüe en francés. La oportunidad estaba detrás de un cartel de “se alquila” en un local que había funcionado como correduría de seguros.

El próximo verano ponen en marcha un nuevo proyecto: organizar colonias urbanas con actividades de inglés, talleres, juegos dirigidos y clases de repaso, que faciliten a los padres la conciliación de la vida laboral y familiar.