Bossi anuncia que se presentará a la reelección como líder de la Liga Norte
- Dimitió en abril por las acusaciones de corrupción contra su familia
- "Si no me presento, la gente creerá que no estamos unidos"
Nunca se fue y ya está de vuelta. Umberto Bossi se presenta a la reelección de la secretaría general de la Liga Norte.
El histórico fundador del partido secesionista dimitió el 5 de abril tras una semana de filtraciones sobre el trabajo de los fiscales de Milán, Nápoles y Reggio Calabria, que investigaban las cuentas del partido. Dinero público habría servido para el mantenimiento de toda la familia.
Por eso está acusado de apropiación indebida y estafa agravada en perjuicio del estado. Tras el escándalo, el tesorero de la Liga dimitió y el hijo de Umberto, Renzo Bossi, ha abandonado la política.
La aparición de unas escuchas en la que se habla del supuesto dinero negro procedente de posibles comisiones ilegales fue el detonante de la crisis que estalló hace menos de un mes. En esa operación de limpieza se depuró también a otra histórica, la vicepresidenta del Senado Rosy Bondi
"Si no me presento, la gente creerá que no estamos unidos", ha anunciado en un mitin en Bérgamo. En ese acto, el actual líder provisional del partido y ex ministro del interior, Roberto Maroni, proclamó que la prioridad de su partido es terminar con el gobierno de Monti. La Liga ha sido en las últimas legislaturas la piedra angular que sustentaba los gobiernos del ex primer ministro Silvio Berluscon.
Es muy difícil entender la Liga sin Bossi, que pese al ictus que dejó sus palabras morando en una cueva, es la voz, el rostro, y la figura a seguir. Algo más que un sentimiento de amistad y hermandad. El congreso se celebra a finales de junio pero antes, este domingo, la Liga Norte pasa la reválida de sus excesos en las elecciones municipales