HRW denuncia crímenes de guerra en Siria mientras se negociaba el alto el fuego
- Publica un informe sobre la ofensiva del Ejército en Idleb
- 15 soldados muertos en una emboscada, según el OSDH
La organización Human Rights Watch (HRW), con sede en EE.UU., ha denunciado este martes la muerte de 95 civiles en crímenes de guerra cometidos por las fuerzas del Gobierno sirio mientras negociaba un alto el fuego, que entró en vigor el pasado 12 de abril, con el enviado internacional Kofi Annan.
HRW señala en un informe que las fuerzas gubernamentales sirias incendiaron o destruyeron viviendas durante la ofensiva lanzada en la provincia septentrional de Idleb, fronteriza con Turquía, entre el 22 de marzo y el 6 de abril.
El documento habla de decenas de ejecuciones extrajudiciales, asesinatos de civiles y destrucción de propiedades de ciudadanos, así como detenciones arbitrarias y torturas.
La subdirectora de programas y emergencias de HRW, Anna Neistat, ha asegurado que "mientras los diplomáticos discutían los detalles del plan de paz de Annan, los tanques y helicópteros sirios atacaban un municipio tras otro en Idleb".
"En todos los lugares que visitamos, vimos casas, comercios y automóviles calcinados y destruidos, y escuchamos relatos de personas cuyos familiares fueron asesinados. Parecía que las fuerzas del Gobierno sirio habían aprovechado hasta el último minuto antes del alto el fuego para causar daños", ha explicado.
La organización afirma haber documentado operaciones militares a gran escala contra bastiones de la oposición en la provincia de Idleb.
Además, ha registrado nueve incidentes en los que los efectivos del régimen ejecutaron a 35 civiles bajo su custodia y la detención de decenas de personas sin cargos, de las que dos tercios continúan recluidas.
HRW, que cita a testigos, indica que hubo combatientes de la oposición presentes en localidades de Idleb antes de los ataques y que algunas veces intentaron impedir la entrada del ejército.
En la mayoría de los casos, el grupo subraya que los combatientes opositores se retiraron rápidamente cuando se dieron cuenta de que el Ejército los superaba en número y medios.
La nota destaca que "los choques en Idleb alcanzaron aparentemente el nivel de conflicto armado de acuerdo con el derecho internacional".
"Las Naciones Unidas -a través de la Comisión de Investigación y el Consejo de Seguridad- debe asegurarse de que los crímenes cometidos por las fuerzas de seguridad sirias no queden sin castigo", dijo Neistat.
"Los esfuerzos puestos en el plan de paz se verían gravemente socavados si se siguen produciendo abusos a espaldas de los observadores", advirtió la responsable de HRW.
Las autoridades sirias no han respondido al informe, pero en el pasado han acusado a las organizaciones con sede en el extranjero de promover la violencia de los grupos opositores.
Por otro lado, este martes 15 soldados han muerto cerca de la ciudad de Aleppo en una emboscada de grupos armados, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres.
El OSDH asegura que dos rebeldes han muerto también en los enfrentamientos.
Estas informaciones no han podido ser confirmadas por fuentes independientes por las restricciones que el gobierno sirio impone a la prensa internacional.