Adiós a Adam Yaucht, MCA: 10 aportaciones indiscutibles de Beastie Boys
- Adam Yauch, fundador de los Beastie Boys, falleció este viernes con 47 años
- La originalidad y el atrevimiento, características de los ocho álbumes del trío
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La noticia de la muerte de MCA, bajista de Beastie Boys, se ha expandido como la pólvora en Internet. Nacido en Brooklyn en 1964, Adam Yauch, su verdadero nombre, era también cineasta y director de videos (bajo el seudónimo de Nathanial Hörnblowér). Adam falleció en la mañana del día 4 después de una larga lucha contra el cáncer que le había sido diagnosticado en 2009.
El pasado 15 de abril, su enfermedad le impidió estar presente en la ceremonia de inducción de Beastie Boys al Rock and Roll Hall of Fame. Chuck D, líder de Public Enemy, actuó como maestro de ceremonia y sus compañeros Mike D y Ad-Rock, leyeron una nota de agradecimiento de su parte.
Budista, vegetariano, comprometido y felizmente casado, Yauch era padre de una hija de 14 años y había dirigido los videos del grupo desde 1989. Era defensor a ultranza de los proyectos de bajo presupuesto y, en 2005, llevó adelante la idea de pedir a 50 fans que grabasen un concierto de los Beasties con sus camaritas digitales. Awesome; I Fuckin' Shot That! es el título del film resultante, dirigido y producido por Yauch/Hörnblowér, que fue estrenado en Sundance 2006.
La originalidad y el atrevimiento son características de los ocho álbumes del trío que, a pesar de lo años y el éxito –y de una notable evolución- se mantuvo siempre fiel a su música sencilla y callejera.
Una buena manera de despedir a MCA es recordando algunas de las principales aportaciones de su grupo a la evolución de la música popular anglosajona desde 1986, cuando editaron su primer álbum.
1. Pioneros del desaliño
En 1986, parecía obligatorio que los grupos se emperifollasen y tuviesen una imagen sofisticada. Los Beastie Boys presentaron su primer álbum License to ill con camisas arrugadas, sudaderas y pantalones sin forma. Nada que ver con el aspecto relamido de Duran Duran, el amaneramiento de Thompson Twins o la imagen estudiado de U2: eran chicos de la calle y lo parecían.
Un par de meses después de su publicación se había vendido un millón de copias de los discos y los músicos, cantantes y raperos pudieron a partir de entonces permitirse el lujo de centrarse en la música en vez de perder el tiempo en la peluquería, las boutiques y el sastre.
2. Popularizadores del hip hop
Triste es decirlo, pero sin los Beasties, el hip hop afroamericano nunca hubiese llegado a convertirse en la gran fuerza creativa que es. Por grande que fuera el éxito y la reputación de África Bambaata, Eric B & Rakim o Run- DMC (su tercer álbum, Raising Hell, fue número 3 en 1986) y, a pesar de las películas, (Wild Style, Beat Street, Krush Groove) las crews afroamericanas de hip hop no habían conseguido salir del ghetto.
Las fotos de los Beasties, en cambio, adornaron los dormitorios de los adolescentes de todos los colores y etnias y espolearon sus ganas de contar sus historias al ritmo de las máquinas y de los discos ajenos.
3. Visionarios del el hip hop, el metal y el punk
Algo después de que Run-D.M.C. grabasen su Rock Box y llegasen al número 4 de Billboard con su versión de Walk This Way, los Beasties incluían referencias a Motörhead (No Sleep to Brooklyn) y mantenían sus ataduras con el hardcore, estilo en que habían dado sus primeros pasos.
Herederas directas de lo que entonces parecía una jugada muy atrevida son corrientes musicales como el rap roquero y el nu metal (bautizado como chándal metal por los heavies castizos).
4. Protegidos de Rick Rubin y Russell Simmons
Rubin -que todavía era un estudiante universitario- fue el primer Dj de los Beasties. Inevitable que, junto a I Need a Beat de LL Cool J, el Rock Hard del trío de Brooklyn sirviera para el debut del sello Def Jam, cuando Rubin se asoció con Russell, manager y promotor de artistas y conciertos de rap.
La influencia de ambos en la música contemporánea es inconmensurable y -independientemente de gustos y manías- el sonido crudo y seco del sello significó en su momento una feliz ruptura frente a las abigarradas superproducciones a la moda tipo Frankie Goes to Hollywood, etc. Rubin apoyó en todo momento la tendencia de aliñar el hip hop con toques de metal y punk.
5. Innovadores del sampling
Grabado en California, Paul's Boutique (1989), segundo álbum de los Beasties, primero en Capitol/Grand Royal, es mucho más complejo y menos gamberro que License.
El trío de Brooklyn y sus productores, los Dust Brothers, crearon un verdadero milhojas musical, especie de encaje de bolillos de sonidos prestados con centenares de capas de samplers de lo más variado y sorprendente sin ningún tipo de complejos –incluyendo a los propios Beasties-. Aunque el disco no consiguió rozar ni de lejos las ventas de su predecesor, es considerado decisivo en la consolidación del sampling como método creativo.
6. Respetuosos con los maestros
Poco después de su muerte en 1991, los Beastie dedicaron una canción a Richard Groove Holmes, el organista de jazz soul: un tema atípico basado en el órgano titulado Groove Holmes que incluyeron en su álbum Check Your Head de 1992.
A pesar de su sencillez musical, el hip hop es una de las músicas más eclécticas y abiertas a distintas influencias y los Beasties tuvieron mucho que ver con ello.
7. Enemigos de las fórmulas
Los Beastie huyeron metódicamente de los encasillamientos y cada paso que daban rompía moldes y abría nuevos caminos para el grupo. Ya en su segundo álbum, asumen responsabilidad como co-productores y después de trabajar a fondo en su primera etapa con los samplers, decidieron retomar los instrumentos que tocaban cuando eran un grupo punk adolescente en 1979.
De modo que Check Your Head de 1992 fue grabado por Ad-Rock a la guitarra, MCA al bajo y Mike D a la batería, que no por ello abandonaron su afición por los samplers extraídos de discos eclécticos, variados incluso oscuros (del Pájaro de Fuego a los Fifth Dimension y Michal Urbaniak).
En 1995 editaron un EP de hardcore, Aglio e Olio, y en 2007 publicaron un álbum, The Mix-Up, completamente instrumental: verdadera osadía dentro de su estilo donde las letras son tan importantes.
El lanzamiento en 2011 de su última producción, Hot Sauce Committee Part Two, se llevó a cabo online, pero antes el trío utilizó frescamente todos los trucos de la www a su alcance: dejaron que se filtrase en el blog, mandaron emails crípticos a sus fans, etc.
8. Actividad solidaria
Cuando se consagraron definitivamente en 1995 con Ill Communication, su cuarto álbum, los Beasties, que no habían vuelto a pisar el número 1 desde ocho años antes y ya no eran los gamberretes de License to Ill, tomaron conciencia de problemáticas sociales y políticas.
Concretamente, Yauch puso en marcha Milarepa, fundación en apoyo de la independencia del Tibet que hizo llegar las regalías obtenidas por los samplers de monjes tibetanos en varias de sus canciones a varias organizaciones de exiliados y activistas tibetanos.
Los atentados del 11-S afectaron profundamente al trío y en 2004 dedicaron su álbum To The Five Boroughs a la ciudad de Nueva York. Los beneficios obtenidos por el disco fueron entregados a distintas causas neoyorquinas.
9. Enemigos del mal gusto
A pesar de su aspecto desarreglado, al trío de Brooklyn le importaba mucho la apariencia externa: En el fanzine Grand Royal Magazine (editado por ellos mismos de 1993 a1997), los Beasties dedicaron un tratado en profundidad al corte de pelo típico de los 80, con tupecillo cardado, parietales rapados y coletita larga en la nuca (David Bowie, Radio Futura, Duran Duran, Billy Ray Cyrus, etc.).
También grabaron una graciosa canción sobre el tema. Parece ser que el trío fue responsable, sino del bautismo, sí de la difusión del nombre técnico de “mújol” con que se conoce posteriormente el poco favorecedor estilo de peinado.
10. Eternamente adolescentes
La facilidad de los Beasties para pasar de lo satírico a lo trascendental, su afición a inventar todo tipo de trucos y juegos para enriquecer su música sencilla y callejera, su obsesivo desaliño y el brutal idealismo de algunos de sus mensajes (contra el salvajismo de los festivales, contra la identificación de musulmanes con el terrorismo, etc.) son características de la infancia y la adolescencia.
En 1998 se metieron en una lata de sardinas para la portada de Hello Nasty: por los Beasties no parece que hayan pasado los años, aunque a su entorno ha llegado la muerte.
Se despidan o sigan en activo sin MCA (existe una parte primera de Hot Sauce), la memoria colectiva musical les ha reservado ya un sitio de honor al lado de Peter Pan, Brian Wilson, Daniel Johnston, MJ, los Ramones y otros niños que nunca llegaron a crecer. Hace falta mucho talento para llegar a viejo sin ser adulto: lo dijo Jacques Brel.