Ahmadineyad sufre un revés en las legislativas que deja sin apoyo a su Gobierno
- Tendrá graves dificultades para gobernar en el año que le queda en el cargo
- Irán ha celebrado la segunda vuelta de los comicios para la novena legislatura
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, ha sufrido un grave revés político con la amplia victoria de sus rivales principalistas en los comicios legislativos concluidos este viernes, que dan a los grupos ultraconservadores islámicos el control total del Parlamento, con alrededor del 80% de los escaños.
El Ejecutivo de Ahmadineyad, cuyo entorno ha sido tachado por los principalistas de desviacionista y de poner en duda la primacía religiosa en el régimen teocrático musulmán chií de la República Islámica, tendrá, en consecuencia, graves dificultades para gobernar en el año que le queda en el cargo.
Según los datos finales, a falta de confirmación oficial, el 1.140.000 electores que votaron en Teherán en la segunda vuelta se decantaron por las dos listas que se presentaban como principalistas, con una absoluta mayoría de candidatos opuestos a Ahmadineyad, según la agencia local Mehr.
Mayoría de los principalistas
Entre los candidatos vencedores en el resto de provincias, también parecen mayoría los principalistas, aunque es difícil determinar su tendencia, pues los legisladores se eligen de forma individual en Irán, sin disciplina de grupo, aunque en principio estén incluidos en una lista o partido.
En la segunda vuelta de los comicios para la novena legislatura de la República Islámica, ayer se elegían en 33 de las 207 circunscripciones los 65 diputados que no habían obtenido el número suficiente de votos en la primera ronda, en la que ya quedaron designados 225 representantes de la Cámara única de Irán.
De esos 65, 25 se elegían en Teherán, la mayor circunscripción del país, donde el pasado 2 de marzo, en la primera ronda, sólo 5 obtuvieron el 25% de apoyos necesarios para no pasar a la segunda.
Victoria de los leales a Jamenei
En Teherán, 14 de los 25 elegidos ayer estaban en la lista del Frente Principalista Unido, el grupo más cercano al líder supremo, ayatolá Ali Jamenei, que en su día apoyaron a Ahmadineyad y ahora se han convertido en sus mayores detractores.
Entre los 104 que consiguieron en la primera vuelta, estos 14 y los obtenidos en provincias, se calcula que el Frente Principalista Unido tendrá la mayor representación de la próxima Cámara, unos 140 diputados, casi la mitad de los 290 del Parlamento.
Otro grupo principalista, el Frente Islámico Revolucionario de la Resistencia, que admitió independientes e incluso algunos supuestos seguidores de Admadineyad en sus listas, sería la segunda fuerza en la Cámara, con unos 90 diputados, sumados los obtenidos en la primera y la segunda vueltas.
Quedan menos de 60 escaños a repartir entre independientes, seguidores claros de Ahmadineyad y los pocos reformistas que han desoído el llamamiento al boicot de los principales líderes de este sector, Mehdi Karrubi y Mir Husein Musavi, en arresto domiciliario y prácticamente incomunicados desde hace más de un año.
Cámara independiente
Con estas perspectivas, Mohamad Reza Bahonar, principalista y vicepresidente del Parlamento saliente, reelegido diputado, ya ha advertido que la próxima Cámara "no será obediente con el Gobierno", en declaraciones a la agencia local Mehr.
En la campaña para la segunda vuelta, aunque a última hora Jamenei hizo un llamamiento al voto y recurrió al miedo al enemigo externo para pedir la participación, los pocos actos proselitistas celebrados, la mayoría de ellos por los principalistas, estuvieron centrados en la lucha interna por el poder y ataques a Ahmadineyad.
La posibilidad de un próximo acuerdo con las grandes potencias del Grupo 5+1 sobre el programa nuclear iraní y el deseo de que se levanten las sanciones impuestas a Irán por la ONU, EEUU y la UE han llevado a que los ataques a Occidente no fueran motivo de campaña en esta vuelta, al contrario de lo que sucedió en la primera.
Una vez que los resultados sean oficiales y tras la resolución de las reclamaciones, el resultado definitivo tendrá que ser ratificado por el Consejo de Guardianes de la Revolución, poderoso organismo religioso que supervisa la vida política de la República Islámica, y la constitución de la nueva Cámara está prevista para el 27 de mayo.