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Sarkozy asume "toda la responsabilidad" de la derrota y deja huérfana a la derecha francesa

  • Reconoce en un discurso emocionado que no sabido convencer a los franceses
  • Dice que quiere ser un "francés normal", pero no habla de retirada política
  • Su partido tendrá que recomponerse para no hundirse en las legislativas 

Ver también: Especial  Elecciones en Francia 2012

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Sarkozy asume "toda la responsabilidad" de la derrota

"Francia tiene un nuevo Presidente de la República. Es una elección democrática. François Hollande es el nuevo presidente y debe ser respetado. Acabo de hablar con él por teléfono y de desearle buena suerte". Con estas palabras, un Nicolas Sarkozy visiblemente emocionado reconocía la derrota de las elecciones presidenciales ante cientos de miles de seguidores que, enfervorecidos, no acababan de creerse que el hiperpresidente tenga que abandonar el Elíseo.

Apenas 20 minutos después del cierre de los colegios electorales y tras conocerse que los sondeos oficiales otorgan una victoria de tres puntos a su rival,  el líder de Unión por un Movimiento Popular ha aparecido en la Maison de la Mutualité para asumir "toda la responsabilidad" de la derrota y agradecer a los franceses "el honor" de haber presidido el país durante cinco años.

"He hecho todo lo posible para hacer triunfar  las ideas que nos unen. Soy el presidente, era el jefe, y cuando hay un error es el número  uno el que lo asume",  ha afirmado el presidente candidato entre gritos de ánimo de sus  simpatizantes. "No he logrado convencer a una mayoría de franceses (...) no he logrado hacer ganar los valores que he defendido con vosotros", ha añadido, en un discurso al más puro estilo Sarkozy. Tras cinco años monopolizando la vida política francesa y construyendo la presidencia más personalista de la V República, ha aceptado los resultados electorales como un plebiscito sobre su figura más allá de adscripciones e ideologías.

No he logrado convencer a la mayoría de los franceses

El presidente saliente ha agradecido en numerosas ocasiones el "honor inmenso de servir" al país. "Soy yo quién tien que dar las gracias, en la vida de un hombre que ha presidido Francia no puede haber algo mejor, no lo olvidaré nunca", ha afirmado con unas palabras sentidas que han hecho llorar a sus seguidores.  "He consagrado toda mi energía y he tratado de hacerlo lo mejor que he podido", ha agregado.

François Hollande es el nuevo presidente de la República francesa. Habría obtenido casi el 52 por ciento de los votos, frente al 48 de Nicolás Sarkozy. La fiesta ya ha comenzado en la sede del partido socialista francés y en la Bastilla donde se espera al líder de los socialistas que se dirigirá en breve a los ciudadanos.

Interrumpido por los gritos de "¡Nicolás, Nicolás!" y "¡Presidente, presidente", ha pedido a sus seguidores que piensen en la grandeur de Francia. "Demos esta noche la mejor imagen de Francia, la de un país democrático,  abierto, alegre, que no mira al otro con desconfianza, una Francia que  supo ganar conmigo en 2007 y sabrá perder en estos comicios. Seamos  dignos y seamos exactamente lo contrario de la imagen que algunos  habrían dado en caso de un resultado adverso", ha instado.

Del hiperpresidente a un "francés normal"

La derrota del íder conservador marca un hito en la V República francesa, ya que es la  primera vez que un presidente pierde su candidatura a la reelección desde  1958. Sarkozy ha recordado que tras 35 años dedicado a la política, los diez últimos en primera línea, primero como el "superministro" de Jacques Chirac, y luego "a la cabeza del Estado" como presidente, ahora comienza una nueva etapa en su vida en la quiere convertirse en "un francés normal". Apela tarde a esa "normalidad" que le ha faltado durante la legislatura 'bling-bling' y que no le han perdonado los franceses por banalizar la figura casi sagrada del monarca republicano. 

Mi lugar en la política no será el mismo, quiero ser un francés normal

"Otra época se abre y  en esta nueva época seguiré siendo uno de vosotros, podéis contar  conmigo para defender nuestras ideas y nuestras convicciones, aunque mi compromiso con la vida política no podrá ser el mismo. Quiero volver a ser un francés entre los franceses", ha señalado, antes de despedirse con un "os amo a todos" con la Marsellesa de fondo.

Sarkozy se marcha sin dejar claro cuál será su futuro y sin anunciar abiertamente su retirada de la política, tal y como había asegurado durante la campaña que haría si perdía los comicios. Sin embargo, tanto sus palabras en pasado como su tono han sonado a despedida.

Miembros de su partido sí han confirmado que Sarkozy les ha comunicado que no dirigirá a la UMP en las elecciones legislativas de junio. "No os dividáis, permaneced unidos. Tenemos que ganar la batalla de las legislativas. Se trata de ganar. Los resultados del domingo son honrosos. No voy a dirigir la campaña", habría afirmado el líder conservador a su equipo.

El futuro de la UMP ¿sin Sarkozy?

El fracaso electoral del líder omnipresente de la UMP deja al partido huérfano de cara a los próximos comicios y con el peligro de que el vacío de poder allane el camino del Frente Nacional de Marine Le Pen al Parlamento. La implosión de los conservadores es, precisamente, lo que la líder ultraderechista persigue desde que la primera vuelta de las presidenciales otorgara a su formación un respaldo histórico con el 17,8% de los votos.

Nada más conocer el resultado de los sondeos de este domingo, Le Pen ha comparado a la formación conservadora a "una gran sociedad que quiebra" y ha pedido a sus seguidores que en los próximos días sean "más activos que nunca".

La tradición muestra que el ganador de las presidenciales vence también en las legislativas, por lo que con el voto de izquierdas unido en torno a Hollande, la incógnita es saber cómo se comportarán los electores de derechas.

"Ganar votos de la  ultraderecha sin perder la ética de la UMP y el caladero de votos del centro es una  tarea muy complicada para las elecciones legislativas y la derecha sabe bien que, con o sin Sarkozy, va a tener papel complicado", ha señalado el editorialista político de France TV, Michel Mompontet, en una entrevista en el Canal 24 Horas de TVE.

"La victoria de 2007 se basó en las estrategia de robar votos de la ultraderecha, pero esto ha significado una pérdida ética y moral de la derecha misma, que no ha podido aguantar esos ataques perpetuos contra el Islam y  los pobres. Ese centro derecha no ha seguido a Sarkozy.  Lo que supuso su victoria hace cinco años, le ha destruido ahora", ha añadido Mompontet.

Virar a la derecha o volver al centro

La omnipresencia de Sarkozy durante toda la legislatura como centro de la vida política francesa ha anulado el papel del primer ministro y de todo su gabinete. Ahora, sin él como director de orquesta,  otras figuras políticas de la UMP tienen ante sí el reto de recuperar en apenas un mes el protagonismo perdido, por un lado, tendrán que ganarse el respeto de sus votantes y, por otro, volver a atraer a la derecha a los 'anti-sarkozystas'.

"Hay riesgo de desintegración de la UMP", opina Stephane Rozes, presidente de la consultora política CAP. "Si Sarkozy pierde, las elecciones parlamentarias significarán la matanza de la UMP", coincide también politólogo especializado en el Frente Nacional, Jean-Yves Camus, en declaraciones a la agencia Reuters.

Le Pen ha llamado a una "recomposición" de la derecha alrededor de su partido, incluso con diputados desertores del 'sarkozysmo', mientras que los centristas sueñan con la reconstrucción de un bloque poderoso en torno a su formación o de las cenizas de la UMP. Todos esperan poder sacar beneficio de unos conservadores desamparados tras la derrota.