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Hollande diseña el 'mayo francés' ante la mirada expectante de Europa y los mercados

  • El ganador de las presidenciales tomará posesión de su cargo el 15 de mayo
  • Chocará con Merkel por su distinta concepción de un plan de crecimiento
  • Anunciará a sus socios la salida de las tropas francesas de Afganistán
  • La bajada de la edad de jubilación puede provocar un ataque de los mercados
  • Baile de nombres para el próximo primer ministro pendiente de las legislativas

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Los socialistas vuelven a la presidencia de Francia tras 17 años

"Hace algunos meses aún iba en 'scooter'".  Así se despedía de un viejo amigo François Hollande la pasada madrugada tras festejar su histórica victoria con sus seguidores en la Plaza de la Bastillasegún Le Monde.

En efecto, a partir de este lunes y durante al menos los próximos cinco años el 'presidente normal' estará condenado a viajar en su coche oficial para tratar de sacar a su país de una de las situaciones más complicadas de su historia reciente, con un desempleo que ronda el 10% y bajo la mirada atenta de unos mercados que desconfían de Hollande, calificado por el influente semanario liberal The Economist como de "bastante peligroso" para su país.

Su programa para los primeros cien días de su mandato supone un reto en toda regla para esos temidos mercados que, dando por descontada su victoria, por ahora solo han recibido su llegada al Elíseo con tímidas caídas en las bolsas.

Entre las medidas más destacadas están la congelación durante tres meses del precio de los carburantes, subir el salario mínimo, revertir la reforma de las pensiones de Sarkozy para que la edad de jubilación vuelva a los 60 años y el envío de un memorándum a sus socios europeos con medidas para fomentar el crecimiento que incluyen la creación de eurobonos.

"La victoria de Hollande ya está descontada por los mercados pero las promesas que ha realizado durante la campaña no lo están por lo que hay un riesgo si cumple con lo previsto en el primer paquete de medidas", ha vaticinado Christian Jimenez, director del fondo de inversión Diamond Bleu en declaraciones a Reuters.

El portavoz de Merkel ya ha contestado que su país no cree "en un crecimiento a través de la deuda sino de reformas estructurales".

Sin "periodo de gracia"

Para el responsable del programa económico de Hollande, el ex ministro de Finanzas Michel Sapin, su jefe no tendrá ningún "periodo de gracia", ya que afronta "una situación bastante más difícil desde el punto de vista económico".

Así las cosas no es extraño que a su llegada esta mañana al cuartel general de campaña Hollande haya subrayado que "hoy empieza el trabajo aunque no haya aún traspaso de poder.

"Aún no hay una fecha fijada para el traspaso de poder pero me debo preaparar. Dije que estaría preparado, Ahora, debo estarlo completamente", ha añadido en un encuentro con su círculo más próximo.

Antes de las primeras y polémicas medidas -a la que se añadirá el anuncio de la retirada de las tropas en Afganistán a finales de año en la cumbre de la OTAN de Chicago- Hollande tiene dos tareas básicas, según su jefe de campaña, Pierre Moscovici: "constituir un equipo y preparar sus desplazamientos internacionales".

El calendario apenas le da margen: el martes es la celebración del arministico de la II Guerra Mundial en 1945, al día siguiente el aniversario de la victoria de Mitterrand en 1981, el jueves el Consejo Constitucional proclamará los resultados -que le dan de manera definitiva un 51,7% frente a un 48,3% de Sarkozy- y a partir de ahí un inminente traspaso de poderes con Sarkozy.

El presidente saliente puede seguir en el Elíseo hasta el 15 de mayo a medianoche y la oficina de Sarkozy ha apurado hasta el final, de forma que la proclamación de Hollande será ese mismo día, según han confirmado fuentes del Elíseo.

Eso obliga a que Hollande nombre primer ministro y gobierno de forma exprés para poder reunirse el miércoles por la mañana y partir ese mismo día a su primera cita internacional, el encuentro clave con Merkel en Berlín.

Formación de Gobierno

Los días anteriores el líder socialista tendrá que dedicarse al delicado equilibrio interno de formar gobierno, donde tendrá que aunar personas de su confianza, gente de peso orgánico en el partido perteneciente a otras tendencia más a la izquierda e incluso la apertura a formaciones que le apoyaron para llegar al Elíseo, como radicales y verdes.

Los primeros cargos en trascender serán, con todo, los de los fontaneros del Elíseo, encabezados por su próximo secretario general. Según Liberation, el nombre que más suena es el de Pierre-René Lemas, actual jefe de gabinete del presidente socialista del Senado, Jean-Pierre Biel.

En cuanto al cargo de jefe del ejecutivo, una encuesta de Le Parisien señalaba al joven diputado Manuel Valls, su portavoz de campaña y perteneciente al ala derecha del partido, como el favorito de los franceses para ser primer ministro.

Sin embargo, en las quinielas no es el que está colocado en primer lugar. Suenan antes el actual jefe del grupo parlamentario socialista en la Asamblea Nacional, Jean-Marc Ayrault,  un hombre discreto de la máxima confianza de Hollande, y la primera secretaria de los socialista, Martine Aubry, miembro destacado del ala derecha del partido.

Otros de los que están bien situados para entrar en el ejecutivo son el propio Sapin, que podría quedarse con la cartera económica, el ex primer ministro Laurent Fabius para Exteriores, Moscovici para Asuntos Europeos, Valls para Interior y el alcalde de París, Bernard Delanöe, en Justicia.

Además, Hollande ha prometido un ejecutivo paritario, en el que podría entrar Marisol Touraine para Asuntos Sociales y la alcaldesa de Rouen, Valerie Fourneyron en Deportes.

Por último una nueva generación de dirigentes socialistas que rondan la reintena, como Delphine Batho, Najat Vallaud-Belkacem y Aurelie Filippetti podrían tener su hueco, así como la líder de los verdes, Cécile Duflot, y del Partido Radical, Christiane Taubira.

Sea quienes sean los ministros cobrarán un 30% menos, al igual que el presidente, y deberán refrendar su puesto en las legislativas que se celebrarán entre el 10 y el 17 de junio, conocidas como la tercera vuelta de las presidenciales y donde las encuestas dan una mayoría a la izquierda gracias al auge del Frente Nacional.

De conseguir esa victoria, los socialistas tendrían un poder casi absoluto en Francia en los distintos niveles de la administración y podría asentar a Francia como modelo alternativo al actual dominio conservador en Europa.

Choque con Merkel en el crecimiento

De hecho, a corto plazo los mayores retos los tiene Hollande en el exterior. Primero, con su cita con Merkel, donde tratarán de resolver sus diferencias respecto al pacto fiscal y la necesidad de trazar una estrategia de crecimiento.

El pasado domingo el portavoz de la canciller ya destacó que Alemania estaba también por el crecimiento, pero el significado de esta palabra es diferente en Berlín, donde lo asocian a reformas estructurales, y en París, que lo vincula a inversiones públicas en grandes proyectos al estilo de un 'plan Marshall' que supondría aumentar la deuda.

Luego, el presidente electo viajará a Estados Unidos y se reunirá con Barack Obama antes de la cumbre del G-8 en Camp David y de la OTAN en Chicago, donde anunciará el fin del compromiso de su país en Afganistán.

Finalmente, el 'mayo francés' acabará con una cumbre informal de líderes europeos para confirmar el cambio de timón tras la llegada de Hollande al Elíseo, donde planteará a sus socios su rechazo a "la fatalidad de la austeridad".

Será un capítulo más de un maratón político que acaba de empezar para un hombre que hasta ahora no había ocupado ningún cargo ministerial. "Hay mucha alegría y orgullo pero también aprensión por asumir esta responsabilidad en un tiempo difícil para el país y para Europa", confesaba tras celebrar su victoria en la Bastilla.