Rato deja Bankia ante un inminente plan de saneamiento público y propone a Goirigolzarri
- Considera su dimisión "lo más conveniente para la entidad"
- Goirigolzarri se prejubiló como directivo del BBVA con una pensión millonaria
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Rodrigo Rato ha dimitido este lunes como presidente de Bankia tras conocerse que el Gobierno y el Banco de España están ultimando un plan de saneamiento para Bankia que incluye cambios en su gestión, y posiblemente, dinero público. El financiero ha dicho su cese "es lo más conveniente para la entidad", cuya "solvencia" ha defendido, y ha propuesto como sucesor a José Ignacio Goirigolzarri, exconsejero delegado del BBVA.
La dimisión la ha anunciado en un comunicado [ver texto en pdf] en el que no ha hecho ninguna alusión a este plan y donde ha defendido los "hitos cumplidos" en sus poco más de dos años al frente de la entidad (el primer año simplemente como Caja Madrid), en medio de una gravísima crisis del sector financiero y en particular para la entidad, lastrada por sus malas inversiones inmobiliarias.
Por la tarde, ha hecho una escueta declaración a los medios en la que ha afirmado que "Bankia es una entidad con un nivel de solvencia muy alto y con una muy robusta situación de liquidez", por lo que ha mandado un mensaje de tranquilidad a sus 10 millones de clientes.
La dimisión de Rato, exvicepresidente del Gobierno, llega tras varias semanas en las que inversores e instituciones han sembrado dudas sobre la viabilidad de Bankia tras los nuevos requisitos impuestos por la reforma financiera aprobada por las Cortes.
Plan de ayuda público
El plan que presentó la entidad para sanear su elevada exposición inmobiliaria, más de 37.000 millones de euros, parece que no convenció ni al Banco de España ni al Fondo Monetario Internacional, entidad de la que fue director gerente.
Aunque ninguna de los dos organismos citó a Bankia, el regulador español pidió medidas adicionales a algunas entidades en dificultades; y el FMI expresó especial preocupación por una entidad, en la que incluso recomendaba cambios en su gobierno corporativo.
La salida de Rato coincide con el anuncio que ha hecho este día el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de un nuevo decreto para sanear el sector y para el que ha dejado la puerta abierta a usar dinero público, tras meses rechazando esa posibilidad.
Esta posibilidad ya ha suscitado grandes críticas en la oposición, que se opone a nuevas ayudas a la banca, a la que ya se ha apoyado con préstamos por decenas de miles de millones en los últimos años. Rajoy ha dicho que lo haría solo "si fuera necesario para salvar al sistema financiero".
La salida de su excompañero de Gabinete en los primeros gobiernos del Partido Popular no le ha pillado por sorpresa, pues Rato se puso en contacto con él antes, según ha sabido TVE.
Un sustituto con prejubilación millonaria
El todavía presidente de Bankia y de su matirz Banco Financiero y de Ahorros (del que también dimite) ha añadido propuesto como su sucesor a José Ignacio Goirigolzarri, quien fue hasta septiembre de 2009 el consejero delegado del BBVA.
Su abandono de ese cargo levantó una fuerte polémica, ya que se prejubiló de ese puesto a los 55 años, con una pensión anual que ronda los tres millones de euros brutos anuales.
El relevo debe autorizarlo la junta de accionistas de Bankia, que debe ser convocada en el plazo aproximado de un mes, informa TVE. En la Bolsa de Madrid, Bankia ha protagonizado la mayor caída del día, de un 3,2%.
Un mandato polémico desde antes de comenzar
La elección de Rodrigo Rato como presidente de Caja Madrid, la entidad más grande de las integradas en Bankia, fue una más de las batallas que han enfrentado a Esperanza Aguirre y la dirección del PP, ya que la presidenta madrileña prefería colocar en ese puesto a su mano derecha y actual vicepresidente madrileño, Ignacio González.
Al final, el 11 de enero del año pasado se cerró un acuerdo entre el Partido Popular, el PSOE y los sindicatos presentes en Caja Madrid para elegir al exministro de Economía como máximo dirigente de la entidad.
Más tarde, en septiembre de 2010, Caja Madrid se convirtió en el núcleo de la mayor fusión entre cajas de ahorro, la que unió a la entidad madrileña con Bancaja, Caja Insular de Canarias, Caja Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja. Y Rodrigo Rato pasó a convertirse en presidente del conglomerado.
En su puesto como presidente de Bankia, el exministro de Economía protagonizó una nueva polémica al conocerse su retribución en 2011 al frente de la entidad: 2,34 millones de euros anuales. Con el eco de sueldos como ése, el Gobierno de Rajoy aprobó el pasado febrero una norma incluida en la reforma financiera para limitar los ingresos de los directivos de banca.