Enlaces accesibilidad

El vicepresidente de Argentina califica a la expropiada YPF como "un cóctel explosivo"

  • Señala "el alto nivel de endeudamiento" de la petrolera expropiada a Repsol

Por
El vicepresidente de Argentina cree que YPF era un "cóctel explosivo"
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y su vicepresidente, Amado Boudou, en una conferencia de prensa, el 4 de mayo de 2012, en la Casa Rosada de Buenos Aires.

El vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, ha defendido la expropiación del 51% de los títulos de la petrolera YPF, propiedad de la española Repsol, porque la empresa era un "cóctel explosivo" que estaba "mucho más orientada a la mesa de dinero que a la de los geólogos e ingenieros".

"Repsol YPF era un coctel explosivo entre no atender el negocio real de la empresa, alto nivel de endeudamiento y política de dividendos muy agresiva", ha afirmado Boudou durante su participación en la 42 Conferencia de las Américas en Washington.

La expropiación de YPF fue anunciada el pasado 16 de abril y ha sido aprobada por el Parlamento argentino en una sesión extraordinaria el pasado 4 de mayo. La presidente argentina, Cristina Fernández, aseguró entonces que se hacía ante la "insuficiente inversión" de la compañía y su escasa producción.

La decisión provocó una campaña diplomática por parte del Gobierno español que condenó la expropiación y aprobó un límite a las importaciones de biodiésel de Argentina, el producto que España más compra a ese país.

A juicio del vicepresidente argentino, Repsol YPF era "un ejemplo de valoración financiera por sobre la valorización productiva". Esta situación "generaba problemas de sostenibilidad en el corto plazo y problemas para el conjunto de la economía argentina".

Apertura a colaboraciones con empresas

"Dada la importancia sistémica de la empresa en Argentina, cuya economía es muy dependiente de los hidrocarburos, llevó al Gobierno a tomar la decisión de recuperar el control estratégico de la firma", ha explicado Boudou.

Asimismo, ha insistido en que "el proceso fue llevado adelante en el marco de la ley, la expropiación se llevó al Parlamento y en ambas cámaras tuvo un gran respaldo". Boudou ha mostrado también su sorpresa porque "se ha buscado involucrar a otro Gobierno (el español) de una manera que nos ha llama bastante la atención, ya que Repsol ni siquiera es una empresa que sea cien por cien capital español".

El vicepresidente argentino rechazó que la expropiación afecte a futuras inversiones en el país al asegurar que "se impondrá la fuerza de los hechos" y ha señalado que Buenos Aires está abierta a colaboraciones con otras empresas. "Ahora si entendemos como seguridad jurídica sostener la propiedad de capital por encima de cualquier otro valor legal, es algo que va a haber que revisar", ha firmado Boudou.